La junta del FC Barcelona respira tranquila. Las palancas económicas, vocablo coloquial que el presidente Joan Laporta utilizó para bautizar la venta de activos, sostienen, por ahora, la economía azulgrana. La venta del 25 por ciento de los derechos televisivos de LaLiga al grupo de capital privado estadounidense Sixth Street por 607,5 millones (con la opción de recomprarlo a los 25 años) y el 49% de Barça Studios (productora de contenidos del club) por 200 suman para el Barça un total de 867 millones que permiten al club cerrar en positivo el balance de la campaña 2021-2022 (98 millones) y presentar un presupuesto con 274 millones de beneficios para la temporada 2022-2023. “Sin las palancas, el año pasado habríamos perdido 106 millones y en el actual, 210 millones”, explicó ayer el vicepresidente económico Eduard Romeu.
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Para evitar males mayores la entidad deberá seguir sometiéndose a tratamientos y curas intensivas para evitar cerrar en números rojos el curso 2023-2024 , ya sea vendiendo activos o bien vendiendo jugadores que además recortarían una masa salarial que ascendió a 518 millones en el último mercado de invierno con la llegada de Ferran Torres, Aubameyang, Alves y Adama Traoré.
“Tuvimos que hacer un esfuerzo. Éramos novenos en la Liga. Y quedó claro que los refuerzos eran necesarios porque terminamos segundos. No será hasta 2024-2025, cuando la situación estará normalizada”, concluyó el vicepresidente azulgrana. A pesar de las nueve bajas que registró el Barça este verano, la llegada de Lewandowski, Raphinha, Marcos Alonso, Koundé, Kessié, Christensen y Bellerín ha provocado un nuevo incremento de la masa actual situándola en 656 millones, según refleja el presupuesto de la presente temporada.
El club blaugrana mantiene su problema con los salarios, que alcanzan los 656 millones de euros
Ni la salida de Leo Messi, que tenía un salario de cerca de 100 millones, ha ayudado a menguar el desajuste en los salarios. De modo que si la entidad quiere afrontar un posible regreso del argentino deberá ser con unas condiciones mínimas para un jugador al que el Barça debe unos 60 millones en concepto de salario diferido y que contabilizan como deuda. “Si la dirección deportiva contempla su regreso, nos pondremos a trabajar. Leo es un activo del Barça. Y nosotros sabemos hacer milagros”, subrayó el directivo.
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Uno de esos milagros mucho más tangible también pasa por valorar recurrir a la venta de otro activo. En la asamblea de socios compromisarios extraordinaria del pasado mes de junio, el socio dio su plácet para que el club pueda vender hasta un 49,9% de la sociedad Barça Licensing & Merchandising (BLM). El club, que considera a BLM como la gran joya de la corona, no la ha vendido. Todavía.
La salida de Piqué, Alba y Busquets supondría un ahorro para el club de unos 120 millones de euros
“Pero cuando hablamos de venta de activos también pueden ser los contratos de jugadores”, avisó Romeu. Y es que la otra estrategia que maneja la directiva, empeñada en llegar al curso 2024-2025 con una masa salarial de 420 millones para el primer equipo, se sostiene en el paso del tiempo. En esperar que finalicen los contratos de los capitanes. El de Busquets acaba este curso. Y el de Piqué y Alba lo hará el 30 de junio del 2024. Su salida supondría un ahorro para el club de unos 120 millones de euros. Si los dos últimos deciden marcharse el próximo 30 de junio, el Barça insiste en que cuenta con recursos suficientes para pagarles lo que se les debe.
Jugar en Montjuïc
La entidad también se juega su futuro económico en el campo. La temporada pasada, la participación del primer equipo en la Europa League tras quedar eliminado de la Champions se tradujo en un desajuste económico de 12 millones de euros netos. Este curso el club presupuestó alcanzar los cuartos de final de la Champions y ganar la Liga. “Somos líderes y ganaremos los próximos tres partidos de la Champions”, vaticinó el responsable económico.
El curso que viene el club deberá afrontar otro nuevo reto. Jugar en Montjuïc, con capacidad para 56.000 espectadores. El Camp Nou tiene capacidad para 99.354 personas. “No podremos llevar a todos los socios a Montjuïc. No puedo cuantificar las posibles pérdidas. Me enfada que no aprovecharan la pandemia para hacer el Espai Barça”, dijo Romeu, que este domingo liderará junto a Laporta la asamblea de socios que someterá a aprobación el ejercicio económico 2021-2022 y el presupuesto de esta temporada.