Las creencias que tenemos desde niños y que surgieron de las experiencias vividas u observadas en quienes nos rodeaban, tienen gran influencia en la forma cómo nos relacionamos actualmente con el dinero.

A medida que nos fuimos desarrollando, pudimos determinar la forma en la que manejamos nuestras finanzas, algunos con mucha inteligencia, otros con más derroche. Sin embargo, para mejorar nuestra relación con el dinero debemos conocer los patrones de conducta que nos llevaron a esta realidad financiera en el presente.

Nuestra forma de vivir, de tomar decisiones, de relacionarnos con nuestro entorno, se basa en nuestro enfoque económico. Algunos expertos en el tema dicen: “Enfócate en tu economía y no en la economía”, con ello sugieren que las personas deben estudiar su propia realidad económica, antes de dejarse llevar por los factores económicos globales, que en lugar de llevarlos a un lugar de optimismo y desarrollo, en muchas oportunidades los conduce a pensamientos de miedo y escasez.

Se trata de estar alineados con nuestros proyectos, sin dejarnos afectar por el ruido de quienes no los tienen. Es un cambio total de mentalidad, de paradigmas y de creencias, pues al cambiar nuestros patrones, cambiamos nuestra realidad.

Nuestra relación con el dinero

La relación con el dinero siempre está presente en todas las actividades, desde allí se determina lo que pensamos y sentimos al gastar o al desear adquirir algo, evaluando si nos sentimos o no merecedores de disfrutar lo que queremos tener, pero que finalmente no tenemos, como resultado de nuestras erróneas creencias financieras.

Las finanzas son un “lugar muy personal”, cada quien surge desde un sitio diferente. En líneas generales, se trataría de encontrar el equilibrio entre la emoción (ese placer que genera lo que nos gusta y que deseamos), la razón (el motivo por qué lo queremos tener) y la acción financiera (el dinero que decidimos invertir en ello).

Partiendo desde la perspectiva de nuestra programación mental y haciendo una introspección, podemos mirar nuestro subconsciente y conocer cuáles son las posibles limitaciones que tenemos con respecto al dinero y que no nos dejan avanzar mucho más allá de ellas.

Decisiones financieras inteligentes

Entendiendo lo que hay en nuestra cabeza, podremos tomar mejores decisiones financieras.

Lo que aprendemos de los demás genera una identidad que la mayoría de las veces no es voluntaria, porque copiamos y absorbemos conductas repetitivas, bien sea en el núcleo familiar, el educativo o el cultural al cual pertenecemos.

El saber quiénes somos con respecto al dinero es una pregunta clave para conocer cómo nos relacionamos con él.

Una de las tantas creencias que se nos ha inculcado desde pequeños es pensar que “los ricos son malos”, y esto es algo que se ha tratado de mostrar a través de telenovelas, programas, diversos medios de comunicación, etc., donde se narran historias dramáticas en las cuales los llamados “pobres” son humillados por los llamados “ricos”, historias en las cuales los personajes con dinero siempre son los malos. Este tipo de contenido va generando en el individuo creencias que conllevan a “patrones limitantes” con respecto al dinero, y que siendo inconscientes, quedan guardados allí en su memoria creando problemas, sin saber que los crea. Siempre se muestra al “rico malo” que humilla “al pobre humilde”.

Este tipo de aprendizaje adquirido involuntariamente, hace que nos sintamos culpables por tener dinero, o peor aún, por querer tenerlo.

Reprogramando nuestras creencias

Debido a estas creencias, se hace necesario reprogramar nuestro cerebro para ser más libres en cuanto a nuestras finanzas, obviamente, este es solo el punto de partida, pues lo demás dependerá de nuestra manera de movernos para producir dinero.

El dinero es bueno, ser rico es bueno. El dinero es el medio que nos conduce a vivir y a disfrutar de todo lo que queremos y a materializar la mejor realidad que tenemos en nuestra mente para nuestra vida.

Generar dinero es lo que nos motiva diariamente para conseguir lo que deseamos y para vivir como queremos, de manera opulente y tranquila; y si además hacemos lo que nos gusta para conseguirlo, es un match perfecto que nos pinta la vida de colores y nos permite disfrutar de cada instante.

Mentalidad de escasez y mentalidad de prosperidad

Tenemos que superar la “mentalidad de escasez” para entrar a la “mentalidad de prosperidad”.

Se nos ha dicho que sólo podemos prosperar si nos esforzamos al máximo, y si bien es cierto que hay que ser constantes para progresar, también es cierto que no tiene que ser siempre desde la lucha y el esfuerzo, pues hay maneras de lograr crecer económicamente, sin ser tan dramáticos para conseguirlo.

Esa puerta abierta para trascender del lugar de escasez a un lugar de prosperidad, es lo que nos ofrece MyCOM con su maravilloso sistema económico, que distribuye riqueza de forma equilibrada, donde todos ganan y todos crecen: familia, individuo y empresa. El beneficio es mutuo, progresamos y compartimos la ganancia de manera simultánea.

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El sistema económico que te regala MyCOM, transformará tu mente y te ayudará a superar esas creencias limitantes que tu subconsciente esté albergando acerca del dinero, haciéndote comprender que el ganar y ser prósperos, dependerá de tu actitud y optimismo con respecto a las actividades que te conducen a ello.

Te invitamos a formar parte de nuestra comunidad de gente próspera y exitosa, quienes superan las limitaciones y obtienen grandes beneficios para disfrutar de la vida de sus sueños, en sus propios términos y a su propio ritmo.

Recuerda siempre, la clave está en la coherencia de cómo te sientes con respecto al uso inteligente de tu dinero y de cómo disfrutas con ello para permitirte experimentar la realidad que deseas vivir. No depende de otros, depende de ti.

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