José Doroteo Arango Arámbula se cambió el nombre a Francisco Villa luego de dispararle a su patrón que fue a llevarse a su hermana de casa. Doroteo lo impidió pero luego tuvo que huir a las montañas para que no lo mataran. Ahí comenzó la leyenda. Pancho Villa se dedicó a ser un bandido que se escondía en la sierra de su natal Durango e incluso estuvo en la cárcel, lo que le permitió aprender sobre historia así como a leer y escribir.
Cuando estalló la Revolución Mexicana, Pancho Villa tenía 32 años y era reconocido entre la población. Logró reunir al ejército revolucionario más grande de la época, la División del Norte y también fue gobernador de su estado. Un personaje impulsivo, arrojado, que nunca se sabía si estaba de buenas o de malas o cuál sería su siguiente paso.
Para morir, tuvieron que asesinarlo y muchas letras se escribieron alrededor de su historia y sus acciones. Muchos corridos de la época revolucionaria hacen alusión al llamado “Centauro del Norte”, aquí algunos que narran su vida y su muerte.
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Corridos de Pancho Villa sobre su vida y muerte
Corrido de Durango
(Durango, Durango)
Miguel Ángel Gallardo
En Durango comenzó
su carrera de bandido
en cada golpe que daba
se hacía el desaparecido.
Al llegar a La Laguna
tomó estación de Horizontes
desde entonces lo seguían
por los pueblos y los montes.
Pero un día allá en el noroeste,
entre Tirso y La Boquilla,
se encontraban acampadas
las fuerzas de Pancho Villa.
Gritaba Francisco Villa:
-Yo el miedo no lo conozco.
¡Que viva Pancho I. Madero!
¡Que muera Pascual Orozco!
Gritaba Francisco Villa
en su caballo tordillo
-En las bolsas traigo pesos
y en la cintura casquillos.-
¿Dónde estás Francisco Villa?
general tan afamado!
que los hiciste correr
a todos como venados.
Ya con ésta ahí me despido
a la sombra de un durazno
aquí termino cantando
el corrido de Durango.
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Pancho Villa
Yo soy soldado de Pancho Villa
de sus dorados soy el más fiel
nada me importa perder la vida
si es cosa de hombres morir por él.
De aquella gran División del Norte
solo unos cuantos quedamos ya
subiendo sierras, cruzando montes
buscando siempre con quien pelear.
Ya llego ya esta aquí
Pancho Villa con su gente
Con sus dorados valientes
que por él han de morir.
Ya el centinela pasó revista
el campamento ya se durmió
adiós les dice este villista
ahí nos veremos otra ocasión.
Adiós villistas que allá en Celaya
su sangre dieron con gran valor
Adiós mi linda ciudad Chihuahua
Parral y Juárez, Lerdo y Torreón.
Ya llegó, ya está aquí
Pancho villa con su gente
Con sus dorados valientes
que por él han de morir.
Corrido de Pancho Villa
Amparo Ochoa
A dónde van los trenes pasajeros
a dónde van palomas del oriente
a dónde irán los cantos más dolientes
para llorarle a un hombre guerrillero,
el más bragado, más cabal y más valiente.
En todas partes la gente levantaba
allá en Chihuahua, Parral y La Boquilla,
nomás de verlo el gobierno se espantaba
y se nombraba al general Francisco Villa
allá en Chihuahua, Parral y La Boquilla.
Ni falta que hace que ahora los potentados
pongan su nombre con letras amarillas
su corazón el pueblo le ha entregado
desde que andaba combatiendo en la guerrilla
allá en Chihuahua, Parral y La Boquilla.
Al ver el campo tan triste y solitario
donde se muere sin agua la semilla,
los campesinos le rezan novenarios
cuando les faltan el frijol y la tortilla.
Qué falta que hace que reviva Pancho Villa.
Qué falta que hace que reviva Pancho Villa.
La persecución de Villa
Patria México, febrero veintitrés,
dejó Carranza pasar americanos:
dos mil soldados, doscientos aeroplanos,
buscando a Villa, queriéndolo matar.
Después Carranza les dijo afanoso:
si son valientes y lo quieren combatir,
concedido, Yo les doy el permiso,
para que así se enseñen a morir.
Comenzaron a echar expediciones,
los aeroplanos comenzaron a volar,
por distintas y varias direcciones,
buscando a Villa, queriéndolo matar.
Los soldados que vinieron desde Texas
a Pancho Villa no podían encontrar,
muy fastidiados de ocho horas de camino,
los pobrecitos se querían regresar.
Los de a caballo ya no se podían sentar,
y los de a pié no podían caminar;
entonces Villa les pasa en su aeroplano
y desde arriba les dijo: Gud bay.
Cuando supieron que Villa ya era muerto,
todos gritaban henchidos de furor:
ahora sí, queridos compañeros,
vamos a Texas cubiertos con honor.
Mas no sabían que Villa estaba vivo
y que con él nunca iban a poder;
si querían hacer una visita
hasta la sierra lo podían ir a ver.
Comenzaron a lanzar sus aeroplanos,
entonces Villa, un buen plan les estudió:
se vistió de soldado americano
y a sus tropas también las transformó.
Mas cuando vieron los gringos las banderas
con muchas barras que Villa les pintó,
se bajaron con todo y aeroplanos
y Pancho Villa prisioneros los tomó.
Toda la gente de Chihuahua y Ciudad Juárez
muy asombrada y asustada se quedó,
sólo de ver tanto gringo y carrancista
que Pancho Villa sin orejas los dejó.
Que pensarían los “bolillos” tan patones
que con cañones nos iban a asustar;
si ellos tienen aviones de a montones
aquí tenemos lo mero principal.
Todos los gringos pensaban en su alteza
que combatir era un baile de carquís,
y con su cara llena de vergüenza
se regresaron en bolón pa su país.
Que pensarian ahí los americanos,
que combatir era un baile de carquís,
con su cara llena de vergüenza
se regresaron todos a su país.
https://www.youtube.com/watch?v=q-fO5Q_vjtQ
VER: Los corridos de la Revolución Mexicana
El Grano de Oro
José Antonio Meléndez Nevarez
Yo le puse Grano de Oro
A mi caballo alazán
Era de mi fierro criollo
Era hermoso mi animal
Más se lo di a Pancho Villa
En su santo allá en Parral
Pancho Villa le dio el grado
Le dio el grado de mayor
Cuando lo salvó en Celaya
De las balas de Obregón
Corrió con su carga en lomo
Hasta llegar a Torreón
El valor de Pancho Villa
Y las patas del corcel
Eran el ciclón norteño
Que llamaban Lucifer
Pero era Francisco Villa
En su caballo más fiel
Una vez se lo robaron
Los huertistas en Parral
Más el potro enfurecido
No dejó de reparar
Hasta quitarse al jinete
Regresando a su corral
Las metrallas enemigas
Y hasta uno que otro cañón
Los lazaba Pancho Villa
En plena revolución
Grano de Oro los jalaba
Relinchando de valor
Cuando mataron a Villa
En Hidalgo del Parral
En Canutillo el caballo
Lo esperaba en el corral
Murió con la silla puesta
Esperando al general.
El Siete Leguas
Graciela Olmos
Siete leguas el caballo,
que Villa más estimaba,
cuando oía silbar los trenes,
se paraba y relinchaba,
siete leguas el caballo,
que Villa más estimaba.
En la estación de Irapuato,
cantaban los horizontes,
ahí combatió formal,
la brigada Bracamontes,
en la estación de Irapuato,
cantaban los horizontes.
Oye tú Francisco Villa,
que dice tú corazón,
ya no te acuerdas valiente,
que atacaste paredón,
ya no te acuerdas valiente,
que tomaste a Torreón.
Como a las tres de la tarde,
silbó la locomotora,
¡arriba, arriba muchachos!,
Suban la metralladora,
como a las tres de la tarde,
silbó la locomotora.
Adiós torres de Chihuahua,
adiós torres de cantera,
ya vino Francisco Villa,
a quitarles lo pantera,
ya vino Francisco Villa,
a devolver la frontera.
Corrido del General Francisco Villa
Francisco Villa nació
con el valor mexicano,
para ayudar a los pobres
contra el yugo del tirano.
Villa salió del Parral
a defender su partido,
por eso los federales
lo trataban de bandido.
Villa con un compañero
hizo correr a cincuenta,
con su pistola en la mano
y su rifle treinta-treinta.
¡Ay, qué cabeza de Villa
que ni un momento vacila!
Tomó el fortín más pesado
del cerrito de La Pila.
Los de Camargo dirán,
los que tuvieron presentes
cuantos pelones quedaron
antes de pasar el puente.
¡Ay, qué combate tan fuerte
el que Villa ha preparado!
la primera contraseña
era un paño Colorado.
Éntrale Pascual Orozco,
tú decías que eras la fiebre
,que en el sitio de Reyames
tu corriste como liebre.
Gritaba el mocho Obregón:
Aquí me hicieron salvaje,
ya me acabaron los yaquis
en este rancho del Guaje.
Pobres de los federales
que defendieron Torreón,
contra las fuerzas de Villa
era parar un ciclón.
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Toma de Guadalajara
Vengo a cantarles señores
Estas nuevas mañanitas
Toma de Guadalajara
Por los soldados Villistas
Año de mil novecientos
El catorce muy presente
Villa salió de Chihuahua
Al frente de mucha gente
A principios de Noviembre
Villa llegó hasta Torreón
Para avanzar rumbo al centro
A combatir a Obregón
Desde Fresnillo hasta Lagos
No había combates formales
Porque dejaban los plazas
Los soldados carranclanes
Desde Irapuato a la Barca
Fuertes combates tuvieron
Ganando los insurgentes
Los carrancistas corrieron
Dieguez quedó destrozado
En la estación de Ocotlán
Huyendo a Guadalajara
Después a Ciudad Guzmán
Con rumbo a Guadalajara
Con sus trenes de transporte
Villa llegó hasta Atequiza
Con su División del Norte
El día quince de noviembre
Al oscurecer la tarde
El jefe Julián Medina
Se encontraba en Puente Grande
Cuando entraron los villistas
Los Tapatíos muy contentos
Lueguito echaron a vuelo
Las campanas de los templos
Los jefes y oficiales
Y el que quedó prisionero
Villa les dio libertad
Dándoles ropa y dinero
Que viva Francisco Villa
Toda la gente gritaba
Cuando entraron los Villistas
Tomando Guadalajara
Corrido a Pancho Villa
Víctor Jara
Fui soldado de Francisco Villa
de aquel hombre de fama inmortal
que aunque estuvo sentado en la silla
no envidiara la presidencial.
Ahora vivo allá por la orilla
recordando aquel tiempo inmortal,
ayayay,
ahora vivo allá por la orilla
recordando a Villa allá por Parral.
Yo fui uno de aquellos dorados
que con tiempo llegó a ser mayor
en la lucha quedamos lisiados
defendiendo la patria y honor.
Hoy recuerdo los tiempos pasados
que peleamos con el invasor
ayayay,
hoy recuerdo los tiempos pasados
de aquellos dorados que yo fui mayor.
Mi caballo que tanto montaba
en Jiménez la muerte alcanzó
una bala que a mí me tocaba
a su cuerpo se le atravesó.
Al morir de dolor relinchaba
por la patria la vida entregó
ayayay,
al morir de dolor relinchaba
cómo le lloraba cuando se murió.
Pancho Villa te llevo grabado
en mi mente y en mi corazón
y aunque a veces me vi derrotado
por las fuerzas de Álvaro Obregón
siempre anduve como fiel soldado
hasta el fin de la revolución
ayayay,
siempre anduve como fiel soldado
que tanto ha luchado al pie del cañón.
General Francisco Villa
Francisco Villa nació en Durango
Francisco Villa murió en Parral
su nombre fue Doroteo Arango
que es para mi gloria nacional
entre su gente no hay otro bando
sólo el de Villa mi general
formó la gran División del Norte
peleó con gallos como Obregón
entró a Columbus sin pasaporte
pa’ hacer justicia con la razón
de los tiranos era el azote
así era Villa en revolución
era terrible con los traidores
pero fue noble de corazón
por Dios que a punto de tiradores
Francisco Villa. les dio el perdón
y lo agarraron sus malhechores
en Tlatelolco estuvo en prisión
cuando ordenaba sus muchachitos
frente a la línea del pelotón
ya sus dorados estaban listos
siempre atacando con decisión
que muera Huerta fueron sus gritos
traidor ingrato de mi nación
al grito firmes de Pancho Villa
del pueblo ansiaba su libertad
mientras Lozoyano lo acribilla
le deja luto a la humanidad
aquellos tiros de la fajilla
fueron desgracia
fueron maldad
Francisco Villa murió a balazos
Francisco Villa murió esa vez
pero en su gloria y en sus fracasos
fue de la patria gran interés
Sal Albarraza siguió sus pasos
y fue en el año del 23.
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Cuando mataron a Villa
Voy a cantarles a ustedes, señores,
lo que en Parral sucedió
En una cruel emboscada, señores,
Francisco Villa murió
Ya había entregado la almas, señores,
al jefe de la nación.
Pero por ser peligroso, señores,
el gobierno lo mató.
A Francisco lo mataron,
lo mataron a traición
Porque mientras él viviera,
no tendría paz la nación
Por eso murió emboscado,
con nueve balazos en el corazón
Con sus mejores soldados, señores,
Francisco Villa murió
No más flotaba la sangre, señores,
del techo de hombres de honor
En su automóvil quedaron, señores,
toditos amontonados
Así murió el gran caudillo, señores,
grande revolucionario
A Francisco lo mataron,
lo mataron a traición
Porque mientras él viviera,
no tendría paz la nación
Por eso murió emboscado,
con nueve balazos en el corazón.
La tumba de Villa
(La tumba abandonada)
Pepe Albarrán
Cuantos jilgueros y cenzontles veo pasar,
pero que triste cantan esas avecillas
Van a Chihuahua a llorar sobre el Parral
donde descansa el General Francisco Villa.
Lloran al ver, aquella tumba,
donde descansa para siempre el general.
Y ni un clavel, ni por ninguna
solo hojas secas que le ofrece el vendaval.
De sus “Dorados”, nadie quiere recordar,
y Villa duerme bajo el cielo, de Chihuahua,
solo las aves que gorjean bajo el Parral
van a llorar sobre la tumba abandonada.
Solo uno fue, que no ha olvidado
a su sepulcro una oración a murmurar,
amigo fiel, cual buen Dorado
grabó en su tumba, “estoy presente General”.
Canten jilgueros y cenzontles sin parar,
y que sus trinos se oigan en la serranía
y cuando vuelen bajo el cielo del Parral
lloren conmigo por aquel Francisco Villa.
Adiós, adiós, mis avecillas,
Yo también quiero recordar a mi nación,
Que allá en Parral, descansa Villa
En el regazo del lugar que tanto amó.
Descansa General
Raúl Ramírez García
Pasan los años, tú recuerdo esta en la historia
De Pancho Villa, que a su México dejó,
Y en su memoria con orgullo lo decía,
Aceptó el reto, que la vida me marcó
Fue Pancho Villa decidido y muy valiente,
Y su grandeza lo llevó hasta General
Estuvo preso por delitos cometidos,
Y allá en su celda, comenzaba a deletrear
Descansa General, reposa gran tesoro,
Por tus hazañas de oro, mi México te amó
Autodidacto es el nombre que merece,
Por ser valiente y que solo se formó
Vengó con gusto, la deshonra de su hermana
Y allá en sus tropas, 30, 000 tropas mandó
Si ya no late, aquel pecho que gritaba,
Porque rendido, un cobarde lo mató
Y que ganaron con cortarle la cabeza,
Si su grandeza era de el, se la llevó.
https://www.youtube.com/watch?v=jsuE-i4bFbQ
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