Montañismo
Guía de principiantes para conquistar tu primera montaña
¿Te atreves con tu primera gran ascensión? Pues aquí tienes una guía para principiantes con todo lo que debes saber.
Conquistar la cima de una montaña es una experiencia alucinante pero, ¿qué es lo que hace falta para llegar a la cumbre? El montañismo lo abarca todo, desde atacar largos senderos sin dificultad técnica hasta escalar impresionantes paredes de roca heladas.
La aventura puede durar múltiples meses o solo un día pero, sea cual sea la distancia, necesitarás estar en buena forma física, algo de conocimiento técnico y, lo que quizá es lo más importante, la mentalidad adecuada para enfrentarte al reto. Si tienes todo eso, entonces lee estas líneas y empieza a disfrutar de la montaña.
1. Empecemos por lo básico
Un montañero debe tener fuerte la parte superior del cuerpo
© Marcelo Maragni/Red Bull Content Pool
Lo primero que tienes que hacer es ponerte en forma. Incluye en tu rutina habitual las caminatas y el subir escaleras, además de hacer running y ciclismo, mientras que las pesas te permitirán fortalecer el torso. Apúntate en un gimnasio de escalada para aprender los conceptos básicos, como ser capaz de usar un arnés y amarrar una cuerda.
Las condiciones invernales son inevitables
© Christian Gamsjäger/Red Bull Content Pool
Luego carga una pesada mochila y ve a una colina. Haz excursiones de varios días con mochila y ve ganando confianza en los peñascos y en las crestas más grandes, tanto en solitario como acompañado. Por último, aprende a sentirte cómodo haciendo todo eso en condiciones invernales porque en el montañismo se puede pasar mucho frío.
2. Elige tu objetivo
Encuentra el terreno y la dificultad de escalada que desees
© Philipp Reiter/Red Bull Content Pool
Elige el terreno que quieras conquistar: rutas técnicas, paredes de granito, montañas con glaciares, ascensiones con hielo o simples caminatas. Planifica metas a largo plazo y establece los planes iniciales.
Las escaladas están clasificadas por altura, en tramos de 1.000 metros, desde 4K hasta 8K. Además hay un sistema basado en la inclinación y el riesgo, 1 significa llano y sin riesgo, en el 2 y 3 aumenta la pendiente y los obstáculos, en el nivel 4 hay todo tipo de terreno y el 5 es muy técnico y requiere ser capaz de escalar en roca. Los grados alpinos son similares y van desde F (fácil), pasando por PD, AD, D, TD hasta ED (extremadamente difícil).
No te pases de ambicioso. Es mejor sentirte contento con lo que has logrado que frustrado, porque no has alcanzado tus metas.
3. Haz un curso
Un guía te puede proporcionar un conocimiento crucial de la montaña
© Christian Gamsjäger/Red Bull Content Pool
El libro más popular se llama ‘Freedom of the Hills’ y está considerado como la ‘biblia del montañismo’. Si tienes amigos que practiquen este deporte te podrán enseñar los fundamentos básicos pero no hay nada mejor que un curso. Ir con un guía te permitirá recabar información de primera mano y experimentarás la vida en la montaña.
Los cursos por lo general duran seis días con clases de rutas 2 y 3. Se tratan multitud de aspectos como: planear la ruta, navegación, seguridad, escalada en roca, meteorología y rescate en montaña. Algunos también hablan sobre la nieve y el hielo. Todo esto te ayudará a ser más independiente a la hora de tomar decisiones cuando estés en la montaña.
4. Conviértete en un maestro de los mapas
Saber leer un mapa es crucial para sobrevivir en la montaña
© Philipp Reiter/Red Bull Content Pool
Cuanta más experiencia tengas con la navegación, mejor. Practica en casa trazando el rumbo entre dos puntos cualquiera en un mapa. Planea rutas reales que puedas llevar a cabo y encuentra los POI (puntos de interés) que te ayuden a navegar. Utiliza todas las herramientas: GPS, brújula, altímetro, mapas con relieve, triangulación, navegación y avistamiento. Una vez que tengas la confianza suficiente, piérdete y trata de volver a encontrar el camino.
Predecir tu ritmo es crucial a la hora de planear una excursión, así evitarás quemarte en un día por ejercicio excesivo. Asegúrate de que tu estimación es correcta. Mide un sendero cerca de tu casa y comprueba tu ritmo. Revisa también el ritmo ascendiendo las colinas para que sepas cómo varía tu velocidad en las cuestas. Cuanta más inclinación y más altura, más cansado vas a terminar.
5. Consigue el equipamiento necesario
El equipo tiene que ser el correcto para tu tipo de montañismo
© Greg Mionske/Red Bull Content Pool
Emplea varias capas de ropa, ponte calcetines de lana y botas rígidas con un interior extraíble para que tengas siempre seco el pie. La mochila debe ser ligera y en ella solo hay que llevar lo básico. Para escalar consigue un arnés, casco, la apropiada longitud de cuerda y un equipo decente. Si vas a caminar sobre hielo, usa crampones semirrígidos de 12 puntos y un piolet de 60 a 90 cm.
Lleva una linterna para la cabeza, en el montañismo se empieza temprano y si te pierdes lo mejor es que no te ocurra en la oscuridad. No intentes ahorrar dinero con una tienda barata porque te arrepentirás si esa noche hay vientos de 120 km/h, hielo y nieve. No te olvides de llevar un pequeño botiquín de primeros auxilios.
6. Prepárate para la altitud
Prepara a tus pulmones para la altura
© Ray Demski/Atomic/Red Bull Content Pool
En un 3K o superior lo más probable es que te afecte la altura. Es algo que no debes subestimar. Como mínimo puede causar insomnio, pérdida de apetito y náuseas, lo que minará tu motivación y forma física. Puestos en lo peor, provocaría un edema pulmonar al inundar los pulmones y el resultado puede ser mortal.
La aclimatación es vital. Ve despacio, sube alto y acampa bajo para que el cuerpo se vaya acostumbrando. Hidrátate y come, incluso cuando no tengas ganas. En el sendero respira bien para regular el oxígeno en la sangre, disminuye el ritmo y camina de manera rítmica. Si te encuentras desorientado o empiezas a toser, baja lo más deprisa posible.
7. Planifica hasta el último detalle
Prepárate para cualquier eventualidad
© Christian Gamsjäger/Red Bull Content Pool
Empieza en un lugar cercano o muy transitado y con rutas bien definidas. Planea los días teniendo en cuenta tu ritmo y no seas demasiado ambicioso. Lo que sobre el papel parece fácil, luego en la realidad es otro cantar, sobre todo al final de un largo día con una mochila al hombro, además hay que tener en cuenta la cuestión de la altura. Controla la meteorología y ten siempre preparado un plan B.
Permisos, la logística (los visados si vas al extranjero), cada detalle debe estar preparado con antelación. Las barreras lingüísticas pueden hacerlo todo más difícil.
Michal Sabovčík climbing at sunrise
© Jakob Schweighofer/2014 adidas AG
Cuando vayas al sendero, empieza antes del amanecer y regresa por la tarde temprano, sobre todo si hay hielo, pues el sol lo derrite y aumenta la posibilidad de que caiga alguna roca. Se flexible y adáptate a las circunstancias.
8. Ten en cuenta de que se aprende poco a poco
Es un trabajo duro pero lo disfrutarás
© Philipp Reiter/Red Bull Content Pool
Ve aprendiendo paso a paso. Nunca intentes algo nuevo en un viaje largo. Practica en un ambiente seguro y adquiere toda la seguridad y confianza que puedas. No hace falta que estés en las montañas, puedes entrenar en casa.
Con el tiempo aprenderás a leer las condiciones climatológicas. También es necesario ser capaz de trabajar con tu compañero de montaña, para que os mováis con seguridad, sabiendo cuándo y cómo emplear la cuerda.
Por último, si te animas, no dejes que el orgullo te impida contar con un guía para pasar al siguiente nivel. Así progresarás de forma más segura. Más vale contar con la ayuda de un experto que jugártela tú solo.
