Misión imposible: Sentencia mortal, parte 1 (2023), de Christopher McQuarrie

Estupenda primera parte del colofón de la saga de espionaje iniciada en 1996 con Misión Imposible y que ha contado en total con siete entregas o misiones, la última de las cuales ha sido dividida en dos partes. Todas ellas han sido protagonizadas por Tom Cruise, quien se despide por tanto de una de las franquicias más exitosas de la historia del cine. Quién sabe si alguien tendrá la osadía de sustituirle. Tras las cámaras se sitúa de nuevo Christopher McQuarrie, quien cogió los mandos en la quinta entrega y desde entonces se ha implicado por entero en la serie con estupendos resultados, de modo que ha acabado ejerciendo también de productor en compañía del propio Cruise.

En Misión imposible: Sentencia mortal, parte 1 una sofisticada Inteligencia Artificial –denominada con el enigmático nombre de “la Entidad”– ha tomado conciencia de sí misma y se dispone a controlar el nuevo orden mundial. Al parecer la única forma de evitarlo es utilizando una llave compuesta de dos mitades complementarias que, unidas, pueden desactivar a este peligroso ser pensante digital. La misión de Ethan Hunt es –si quiere aceptarla– encontrar las dos partes de la llave y averiguar dónde se encuentra el núcleo de la IA para poder desactivarla. Ni que decir tiene que "la entidad” es capaz de prever todos los movimientos y que además hay muchas personas y gobiernos que desean hacerse con la llave, bien para venderla al mejor postor, bien para convertirse en dueños del destino del planeta.

El guión elaborado por Christopher McQuarrie y Erik Jendresen es, todo hay que decirlo, un mero vehículo para ofrecer apabullantes secuencias de acción en diversos escenarios mundiales: Abu Dhabi, Roma, Venecia, Los Alpes austriacos... Pues toda la historia es una competición para ver quién se lleva el premio, en este caso la doble llave, un macguffin de manual, mera excusa para mostrar las diversas habilidades de los contendientes en el arte del engaño, la manipulación, la inteligencia, la lucha cuerpo a cuerpo, etc. Tiene el guión también la virtud de introducir alguna leve aunque poderosa trama transversal que toca al protagonista seriamente en el terreno personal, de modo que sirve para ofrecer pasajes de alta tensión dramática.

Por supuesto, las secuencias de acción de Misión imposible: Sentencia mortal, parte 1 están a la altura de las mejores de la saga y también de las mejores jamás realizadas hasta la fecha, en especial las que tienen lugar en las calles de Roma, con una persecución automovilística de altísimo voltaje o, quizá, la más impactante de todas, la que tiene que ver con el largo pasaje del Oriente Express, el famoso tren que conecta París y Estambul. Tom Cruise vuelve a demostrar que a sus más de sesenta años se mantiene en una forma asombrosa.

Por lo demás la película no deja de asentar una constante que se ha ido haciendo más intensa conforme avanzábamos en las entregas. Nos referimos a la amistad y complicidad que envuelve a todos los miembros del equipo de Hunt, dispuesto cada uno a ofrecer a propia vida por los demás y también a ayudar a reconducir posibles desviaciones ajenas cuando se trata de hacer lo correcto. Esto es por supuesto compatible con los toques de humor que, aunque contados, son siempre muy eficaces, con simpáticos guiños para los amantes de la saga.

Entre el reparto lo más destacado es la aparición de Hayley Atwell como Grace, una habilidosa ladrona que acaba ganándose al respetable y se convierte en una magnífica compañera de aventuras del mismísimo Tom Cruise. También tiene fuerza Esai Morales, que recupera al retorcido Gabriel, misterioso personaje del pasado de Ethan Hunt. Entre las féminas vuelven a brillar Rebecca Ferguson y Vanessa Kirby, esta última en un formidable doble papel. Y les acompañan magníficamente los miembros del equipo, Simon Pegg y Ving Rhames, este último el único actor junto con Cruise que ha estado presente en todas las películas.