Mira por mí (2021), de Randall Okita

Thriller canadiense de chica joven ciega sola ante el peligro, o casi, que enseguida trae a la memoria dos filmes del mismo corte protagonizados por populares actrices, Sola en la oscuridad de Audrey Hepburn, y Terror ciego de Mia Farrow, en el caso que nos ocupa interpreta el papel principal la poco conocida Skyler Davenport.

Sophie prometía como esquiadora, pero un accidente le privó de la vista, y ahora es una quejica que no se plantea la posibilidad de ser paraolímpica, ni se deja ayudar demasiado por su madre. Acepta trabajos como cuidadora para sacarse un dinerillo, porque inspira lástima, y al mismo tiempo roba de las casas que vigila algún objeto valioso cuya desaparición no es fácil que le atribuyan a ella. Ahora le toca cuidar una casa en el bosque nevado, en medio de la nada. Casi por casualidad conoce a Kelly, asistente de una aplicación de móvil para ciegos, con su cámara se convierte en los ojos de quien le pide ayuda. Acabará necesitándolo cuando unos intrusos irrumpan en la casa con intención de robar el dinero oculto en una caja fuerte.

Más allá de las novedades tecnológicas, el film se pliega a lo que cabe esperar, lo que incluye hacer compartir al espectador la angustia de la protagonista invidente, crear tensión con la idea de una posible colaboración con los ladrones, y jugar con los encuentros con la policía y la lazarillo de la aplicación. Es entretenido, pero está lejos de ser memorable, la dirección de Randall Okita es bastante convencional.