Una chica modelo
Prefiere interpretar a mujeres de fuerte personalidad, como Juana de Arco, o Alice, su personaje en Resident Evil, una mujer que lleva siempre las riendas de la situación. Le encanta el cine de acción, y casi no recurre a dobles en las secuencias arriesgadas. Ucraniana de nacimiento, Milla Jovovich es una artista polifacética, que además de ejercer como actriz triunfa como modelo y cantante.
Su padre es un médico serbio, y su madre, Gallina Loginova, una conocida actriz teatral rusa. La única hija de ambos, Milla, nació en Kiev, el 17 de diciembre de 1975. Cuando la niña tenía cinco años, el matrimonio emigró a Estados Unidos. A los 11 años, su madre la apunta a clases de interpretación, y Milla es descubierta por un fotógrafo que le ofrece posar como modelo para varias revistas de moda. Pero su madre prefería que se dedicara a la interpretación, por lo que echa mano de sus influencias, y logra que le contraten para las películas The Moon Junction y The Night Train To Kathmandu. A los quince le dan su primer papel protagonista en Regreso al lago azul. Por desgracia, los resultados artísticos y comerciales no fueron buenos, y los papeles que le dieron a continuación no tenían demasiada miga, salvo uno pequeño en Chaplin. Tampoco en el terreno sentimental las cosas iban bien, pues su repentino matrimonio con el actor Shawn Andrews duró menos de un año (debió irse a Sevilla y perdió a su Milla). Desencantada, Milla aparca durante algunos años el cine y las pasarelas, y saca su primer disco como cantante, 'The Divine Comedie'. “Ser actriz es inestable, hoy estás de moda y mañana no, por eso quiero cultivar también la música”, opina la chica.
Volverá al mundo de la moda en 1995, necesitada de dinero, en un amargo momento en que su padre fue condenado a veinte años de prisión por blanquear dinero de la mafia rusa. En 1997 se presenta a un casting, tras una larga temporada sin rodar, y logra ser elegida entre dos mil candidatas para protagonizar El quinto elemento, con Bruce Willis. Tras el rodaje mantuvo un romance con el director de la misma, el francés Luc Besson, con quien contraería matrimonio en 1998. Éste convierte a la actriz en protagonista absoluta de su siguiente trabajo, Juana de Arco, donde el papel de la santa francesa le exige un esfuerzo mucho mayor de lo que está acostumbrada hasta el momento. Y aunque ese mismo año Leelee Sobieski le sacó más tajada al personaje en la versión televisiva, lo cierto es que Jovovich no desentonaba. Y aunque sus trabajos con Luc Besson consagraron a Milla Jovovich, finalmente acabaron divorciándose. Por aquella época la actriz interviene en The Million Dollar Hotel, de Wim Wenders, y en El perdón, de Michael Winterbottom. En Zoolander, parodia del mundo de la moda, la actriz realiza una pequeña intervención.
Un buen día, Milla descubrió que su hermano era un apasionado del videojuego 'Resident Evil'. “Me impresionó que la protagonista fuera una mujer, armada hasta las cejas, que se enfrentaba a los zombies”. Tanto le gustó que decidió investigar si había algún proyecto para llevarlo al cine. Su representante se enteró de que había un guión en marcha. “Cuando lo leí, me encantó, y decidí intentar que me escogieran como protagonista”, explica Milla. Lo que más le interesó del proyecto es que su personaje no era la típica chica de película de acción, “de esas que se limitan a pedir socorro”, sino una mujer dura “que toma las riendas de la situación”.
El público reaccionó a la propuesta, e inmediatamente el director, Paul W.S. Anderson, empezó a escribir una continuación. Milla tuvo que enfrentarse a un rodaje más intenso. “En la primera parte tenía que soltar alguna que otra patada, pero esta vez hemos rodado secuencias de hasta doce minutos de pelea”, comenta la actriz, que tuvo que entrenarse durante cuatro meses para seguir el ritmo. “Era como si tuviera que presentarme a la Olimpiada”. Y puesto que la cinta ha vuelto a triunfar, Milla ha protagonizado otra en la misma línea, Ultravioleta, que también mezcla ciencia ficción y acción.