Ya se ha dicho mucho sobre el músico de rock Marilyn Manson que apareció en una reunión de oración y oró junto con un par de otras celebridades conocidas. Durante mucho tiempo, ha sido franco sobre el cristianismo. En 2019, le dijo a Larry King: “No soy ateo. Yo creo en la espiritualidad…. Fui a una escuela cristiana porque mis padres querían que tuviera una mejor educación”.

Qué doloroso es que durante décadas haya roto y quemado Biblias en el escenario y haya usado su plataforma masiva para endurecer deliberadamente a las multitudes a la verdad del evangelio.

Por supuesto, después de presentarse en la reunión de oración, hay algunos que lo comparan con Saulo de Tarso. Recuerde, el Apóstol Pablo también fue una vez anticristiano.

Cuando Jesús le dijo a Ananías que fuera a Saulo y orara por él, él objetó.

“ Entonces Ananías respondió: “Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto daño ha hecho a tus santos en Jerusalén. Y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre. (Hechos 9:13-14)

Pero mira lo que le dijo a este hombre que era tan anticristo:

“ Y Ananías se fue y entró en la casa; y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo. (Hechos 9:17)

Él dijo: “Hermano Saulo”.

¿Podría hacer eso con Marilyn Manson? Por supuesto. Si Dios salvó a un miserable como yo, obviamente puede salvar a cualquiera. Si alguien verdaderamente ha nacido de nuevo, llega a ser mi hermano en Cristo.

Pero soy algo cínico por lo que no estamos viendo con Manson. Me encantaría escuchar de él hablando en contra del pecado y advirtiendo de la realidad del Infierno y la necesidad de fe en Jesús. Sin embargo, no estamos viendo eso. Más bien, estamos viendo a un hombre que corre asustado porque el mundo que alguna vez amó lo que él hizo, de repente se está volviendo contra él.

El movimiento Me Too, que había quedado algo enmascarado por el coronavirus, ha salido de detrás de la máscara. Recientemente, más de una docena de mujeres han acusado a Manson de abuso psicológico o sexual. El 14 de noviembre de 2021, Rolling Stone declaró:

“[Manson] ha bromeado a menudo en entrevistas sobre el abuso de mujeres. Durante décadas, los medios de comunicación han amplificado y embellecido su voz, incluida la revista Rolling Stone, que lo colocó en la portada de 1997 con el titular “Simpatía por el diablo”.

En la edición de 1997, Rolling Stone dijo de él: “Manson es uno de los músicos más elocuentes e ingeniosos”.

Ahora, Rolling Stone está lanzando grandes piedras. En el pasado, Manson hizo que la multitud corriera con él para hacer el mal y, por lo tanto, no temía jactarse de su abuso continuo. Incluso habló de un caso gráfico de abuso sexual en su biografía. Al hacer eso, ha cocinado su ganso.

Parece que este hombre va a ir a la cárcel y la puerta se cerrará tan fuerte como el bolso de Fagan. Cualquiera que sea el caso, oren por él. Ore para que él venga bajo el sonido del evangelio bíblico, no el erróneo «Jesús arreglará sus problemas» llamado evangelio que promete que Dios pagará su fianza y lo sacará de la cárcel.

Ore para que admita sus pecados y enfrente la música que le llegan de sus muchas acusadoras. Lo más importante es orar para que humildemente se disculpe con las generaciones a las que ha engañado al alejarlas del evangelio de Jesucristo.

Las Escrituras dicen que Jesús “se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad…” (Tito 2:14).

Si y cuando Marilyn Manson prueba la gracia de Dios, debería ser claramente evidente que ha sido redimido de todo acto inicuo. Eso significa no más mentir, robar, blasfemia, adulterio, pornografía y fornicación. Ver ese fruto, el fruto que Jesús dijo que debemos buscar, me hará disculparme por mi cinismo.

En la actualidad, sin embargo, es un cinismo justificado, basado en una larga lista de celebridades que han demostrado ser falsos conversos. Han hecho profesión de fe, pero no han mostrado ni una pizca de fruto para demostrar que han pasado de muerte a vida. Nada me deleitaría más que estar equivocado.