Cuando todo hacía indicar que la noche de este domingo iba a acabar en una gran fiesta blanca, llegó Marcos Llorente y arruinó todos los planes a los de Carlo Ancelotti. El mediocentro marcó en el minuto 93 para poner las tablas en el marcador y rescatar un punto de oro en uno de los campos más difíciles.
Tras esto, el madrileño levantó los brazos, señalando al cielo con los dos dedos índice, tal y como se puede ver en las imágenes. Un gesto que tenía un emotivo significado, tal y como el propio Llorente desvelaba al término del encuentro en la zona mixta.
"Un gol especial, bonito, porque falleció el padre de mi mujer hace unas semanas y quería dedicárselo a él y a la familia. Estaba deseando meterlo para hacerlo", explica el centrocampista a los periodistas. Y no pudo salirle más redondo porque, precisamente ayer, era el Día Mundial contra el Cáncer, la enfermedad que se llevó al hombre. De hecho, tanto jugadores, como cuerpos técnicos y árbitros, lucieron una especie de brazaletes verde fosforito.
Las palabras de Paddy:
"Deciros que sonreiré y me reiré siempre en su nombre, lucharé como él nos has enseñado y su luz saldrá cada día para guiarnos, acompañarnos, vernos y hacernos brillar desde su sol de Leo, las estrellas y cada rayito como nosotros sabemos. Él es mi cielo, mi guía, siempre le he tenido ahí y eso se que no va a cambiar. Voy a crecer, disfrutar y amar de su mano, con todo el agradecimiento y paz que él me ha enseñado", escribió la 'influencer' el pasado 24 de enero a través de su cuenta de Instagram.