Todos los detalles del 'sí' Bielsa a Uruguay

Todos los detalles del 'sí' Bielsa a Uruguay

NUEVO SELECCIONADOR

El preparador argentino entrenará su tercera selección después de dirigir a Argentina y Chile

Marcelo Bielsa, durante su etapa como técnico del Leeds United

Marcelo Bielsa, durante su etapa como técnico del Leeds United

Getty Images

Un largo proceso de varios meses ha llegado a su fin: el DT argentino Marcelo Bielsa confirmó a los dirigentes de la Federación Uruguaya que acepta en todos sus términos los contratos que le fueron enviados por parte de la dirigencia charrúa, el suyo propio y el de sus 6 colaboradores, y ahora sólo resta el trámite formal de las firmas respectivas para que se convierta en el entrenador de la celeste desde aquí hasta el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá. Claro está, primero hay que clasificar.

Ahora, con el acuerdo sellado en todos sus detalles, luego que el acuerdo macro se cerró hace casi un mes, hay que echar la vista atrás y rebobinar toda la historia.

¿Cómo se inició el “romance” entre la celeste y Bielsa?

Quizás el momento razonable para fijar el inicio es setiembre del año pasado. Con Uruguay ya clasificado, la celeste concentró en Austria para los dos últimos partidos amistosos antes de Qatar.

Allí, en Viena, la dirigencia uruguaya planteó al DT Diego Alonso su continuidad a posteriori del Mundial 2022. La respuesta evasiva del entrenador, que en su cabeza tenía el proyecto de vida de ligarse a un equipo europeo a partir del 2023, obligó a abrir la cabeza a los dirigentes.

El presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol , Ignacio Alonso, el “padre” de la criatura en la contratación de Marcelo Bielsa, arrancó a pensar en un plan “B”.

Bielsa suele vivir parte del año en Montevideo, pasea por la Rambla con habitualidad, interactua con la sociedad uruguaya, y de alguna manera se ha familiarizado con la “uruguayez”.

A propósito, la “Rambla” en Uruguay es paralela al mar, a diferencia de Barcelona, y se convierte en una franja costera de 15 km que engalana la ciudad.

La trayectoria del entrenador, su prestigio, y su cercanía con Montevideo , lo pusieron en la mira del presidente de la Federación Uruguaya. Además, sin ningún otro entrenador uruguayo que lo sedujera, un técnico extranjero para la selección uruguaya empezaba a ser una idea firme para trabajarla en un futuro próximo.

A fines de octubre pasado, el Nacional uruguayo procuraba nuevo DT. En medio de muchas gestiones y tanteos que se realizaron , un allegado a la dirigencia del equipo charrúa, se encontró con Marcelo Bielsa en un lugar de Punta Carretas, el barrio en el cuál se aloja habitualmente el argentino.

Cuándo le consultó a Bielsa por una eventual posibilidad de convertirse en técnico de Nacional, la respuesta fue terminante: "Técnico en el fútbol uruguayo ? Noooooo !!! Ayer vi la final del campeonato (Nacional ante Liverpool ) y tuve que apagar la televisión. Me aburrí"

La anécdota llegó a oídos de Ignacio Alonso. Tomó nota y la dejó ahí. Se venía el Mundial de Qatar y el foco estaba en otro lado. Uruguay quedó eliminado en primera fase en el Mundial, después de empatar con Corea del Sur, perder ante Portugal y vencer a Ghana en el tercer partido. La victoria de Corea en los descuentos y de atrás ante los portugueses, que ya estaban clasificados, mandó a casa a los celestes en forma temprana, después de haber llegado a semifinales, cuartos y octavos en los tres Mundiales anteriores.

En Doha mismo, la noche de la eliminación, hasta la madrugada, otra vez se reunieron los dirigentes uruguayos con el técnico Diego Alonso y volvieron a reiterarle la intención de firmar su continuidad por los próximos cuatro años. Y otra vez, se encontraron con respuestas evasivas del entrenador.

Uruguay , alumbrando diciembre, no tenía técnico porque el contrato de Diego Alonso había finalizado, y no estaba claro el futuro.

La cabeza del presidente Ignacio Alonso empezó a trabajar, tan febril como silenciosa. Y la idea de Marcelo Bielsa fue fermentando.

El primero de enero un periodista deportivo, en el marco de sus averiguaciones habituales, se conectó con el presidente de la AUF, y como un deseo personal, le expresó a Ignacio Alonso: "Traigan a Bielsa. Me encanta como técnico".

La respuesta del dirigente charrúa fue cortita, pero dejó una puerta abierta. Unos días después, el miércoles 11 enero, en José Ignacio, el paradisíaco balneario de la costa uruguaya a pocos kilómetros de la famosa Punta del Este, se concretó la última reunión entre el técnico Diego Alonso, con el presidente Ignacio Alonso, el vice Gastón Tealdi, y Jorge Casales, otro de los integrantes del Comité Ejecutivo de la Federación Uruguaya.

Conversaron, evaluaron la actuación en el Mundial, hicieron autocrítica, y por primera vez el entrenador manifestó su voluntad de continuar como conductor de la selección charrúa por los próximos cuatros años.

El apretón de manos en el final empujaba la chance que Diego Alonso continuara como DT hasta el Mundial 2026, pero sujeto a algunas condiciones.

La primera: la reunión había sido secreta y no debía trascender. Pero fue filtrada a la prensa desde el entorno del técnico. La segunda: había que sanar las heridas del Mundial con la eliminación en primera fase, explicar a la opinión pública que había sucedido, y aportar fundamentos de algunas decisiones, como por ejemplo la convocatoria del azulgrana Ronald Araújo.

Era necesario que el DT saliera a la prensa, para que su voz llegara a la gente. Además, la Federación Uruguaya estaba en pleno proceso eleccionario, con feroces críticas desde la oposición para el presidente Ignacio Alonso, y el “frente” del Mundial no podían absorverlo únicamente los dirigentes.

Pero Diego Alonso no habló. Mantuvo un estricto silencio hasta hoy. Su última aparición pública fue en la conferencia de prensa post Ghana, el 2 de diciembre pasado.

Y el presidente Ignacio Alonso, en lo más profundo de su ser, se sintió dolido. Y aquella idea de Marcelo Bielsa comenzaría a ganar terreno …

Primeras reuniones con Bielsa

Primero una infidencia, que ahora se puede contar.

El viernes 13 enero, cerca del mediodía, en un contacto informal de este periodista con el presidente Ignacio Alonso, quedó colgada una frase del dirigente, que luego cobraría total vigencia.

- Nacho, la pregunta del millón: si no es Diego Alonso, quién puede ser el técnico??

- Yo me tengo fe para convencer a Bielsa …!!!!

En febrero empezó el plan Bielsa.

En Porto Alegre, sur de Brasil, dónde está viviendo actualmente el técnico, se dio la primera reunión. Participó Jorge Casales, dirigente, y Jorge Giordano, coordinador de selecciones nacionales en Uruguay.

Giordano tiene una vieja relación con Bielsa pues convivió durante un mes con los entrenamientos de la selección chilena en el Complejo Pinto Durán de Santiago de Chile, en lo previo al Mundial de Sudáfrica 2010, en épocas en que el argentino dirigía a la selección trasandina.

Febrero tuvo dos reuniones con Bielsa. Ambas exploratorias, pero se percibía el interés del técnico de acercarse a la selección uruguaya.

Paralelamente , se informaba que el argentino había desechado la posibilidad de dirigir a los combinados de México y Estados Unidos, de la misma manera que había descartado al Everton de la Premier.

Una anécdota de estas reuniones de febrero. Obviamente secretas y con máxima precaución para que no trascendiera. Pero , casualidades hay siempre. Jorge Giordano, de la Federación Uruguaya, se cruzó en el lobby del hotel en el cuál se desarrollaría la reunión con el padre del jugador uruguayo del Gremio de Porto Alegre, Felipe Carballo, actual compañero de Luis Suárez en dicho club y potencial integrante de un plantel charrúa.

— Cómo le va, Jorge, que andá haciendo por Porto Alegre ??

— No, no, nada ….. En escala de un vuelo, nomás …

El secreto estuvo a punto de quebrarse por una de esas casualidades inesperadas. Es que el mundo es chico ..

1ERO DE MARZO: CARA A CARA PRESIDENTE Y BIELSA

A fines de febrero el presidente de la Federación Uruguaya, Ignacio Alonso viajó hacia Guatemala, al Congreso de CONCACAF, que reeligió a Victor Montagliani, y de allí a Paris, para la premiación de The Best, que consagró a Lio Messi.

A su regreso, hizo escala en Porto Alegre.

El miércoles 1 de abril en el Hotel Deville, en las afueras de la ciudad del sur de Brasil, el mismo hotel en el que se alojó Uruguay durante la Copa América 2019, el presidente de la Federación Uruguaya se sumó a Jorge Casales y Jorge Giordano, para una tercera reunión con Marcelo Bielsa.

Por primera vez se veían cara a cara el presidente de la AUF y el técnico argentino.

Fue una reunión absolutamente fructífera, y si bien quedaba mucho camino por avanzar, podría afirmarse que el “afectio societatis” de la “sociedad” entre el entrenador argentina y la selección uruguaya quedó sellada aquella jornada.

Bielsa manifestó su interés en dirigir a Uruguay y los dirigentes le expresaron su deseo que fuera el conductor hasta el Mundial 2026.

Y como siempre hay una casualidad, vale una anécdota de aquella ocasión.

Antes de la reunión, el presidente de la AUF hizo un “rastrillaje” del lugar de la reunión, que por ser público podía tener algún visitante que rompiera el secreto que se pretendía.

No había nadie que provocara preocupación.

Y entonces comenzó la reunión.

Pero a los cinco minutos, sucedió lo inesperado:

— Marcelo, no se de vuelta. Quédese así , quieto, le manifestó el presidente Ignacio Alonso.

Es que por la puerta central del hotel, y en dirección al restaurante dónde se desarrollaba el diálogo con Bielsa, había ingresado el actual embajador de Argentina

en Brasil y ex vicepresidente de aquel país . Daniel Scioli, con una comitiva que superaba las diez personas.

Cualquiera, pero cualquiera de ellos, que divisara aún de lejos al entrenador argentino, lo hubiera reconocido inmediatamente

Y adios secreto.

Pero Bielsa se quedó quieto, la comitiva siguió de largo, y nadie se percató de lo que estaba sucediendo aquel día en Porto Alegre.

MARZO DE AVANCES

Durante marzo prosiguieron los contactos entre Uruguay y el técnico argentino. Y se avanzó, miéntras paralelamente el presidente Ignacio Alonso declaraba públicamente que “ Diego Alonso es mi candidato”.

Pero Marcelo Bielsa estaba cada vez más cerca, y naturalmente se empezó a hablar de números. La Federación Uruguaya sabía que no podía siquiera acercarse a las ofertas que el DT había recibido desde Estados Unidos y México, pero era consciente que debería subir su presupuesto anual en entrenador nacional si pretendía contratar a Bielsa.

Todo fue realizado en secreto, y aunque se manejaba en la prensa uruguaya que podía llegar un entrenador extranjero, la realidad es que la reserva entre Ignacio Alonso, Casales y Giordano había funcionado a la perfección. Llevaban casi dos meses de negociaciones y nada se había filtrado.

FILTRACIÓN Y ACUERDO

Hasta que el miércoles 29 de marzo, desde el entorno del entrenador, y desde Buenos Aires, saltó la noticia.

“ Bielsa está cerca de dirigir a Uruguay”, se informó, y se confirmó inmediatamente en Montevideo.

Las negociaciones estaban avanzadas, pero aún no se había llegado a un acuerdo.

Con la exposición pública de la noticia, los tiempos se aceleraron.

En plena Semana Santa, el jueves 6 abril llegó el acuerdo macro entre Ignacio Alonso y Marcelo Bielsa. Faltaba afinar detalles y redactar contratos, pero ya nada torcería el rumbo.

El acuerdo llegó sobre la base de 8 millones de dólares líquidos ( aproximadamente 7.200,000 euros ) para todo el cuerpo técnico por todo el período.

El cuerpo técnico es Marcelo Bielsa y sus seis colaboradores, entre ellos dos mujeres.

El período es desde ahora hasta el final del Mundial 2026.

LA HORA DE LOS ABOGADOS

A partir del lunes 10 abril comenzó el tiempo de bajar a tierra y escribir en papel todo lo acordado. Había que escribir siete contratos.

En esta función tuvo especial participación el vice de la Federación Uruguaya, Gastón Tealdi, y Pablo Durán, quién es Secretario General del Nacional uruguayo, pero que en la ocasión actuó en su carácter de abogado laboralista de larga data.

El proceso no fue sencillo pues se partió de contratos con un formato distinto y previstos para la realidad de Inglaterra, y hubo que adaptarlos a la realidad de Uruguay y Sudamerica.

Paralelamente se trabajaba en el seno de la Federación Uruguaya en aspectos legales y tributarios, para definir con precisión y sin riesgo de contingencias ni reclamos, el costo total de la contratación de Marcelo Bielsa y sus colaboradores.

En definitiva, por el cuatrienio, desde el 2023 hasta el 2026, la AUF tendrá una erogación total aproximada de 12.200.000 euros.

FINAL FELIZ

Y ahora Mayo. Y ya está.

Marcelo Bielsa, el rosarino, el de la tierra de Messi, de gran Alberto Olmedo, de Fito Paez, de Fontanarrosa, el hijo dilecto de Newell, como Lio, ha dado su ok.

Será el entrenador celeste en las Clasificatorias Sudamericanas, que comienzan el 7 setiembre para Uruguay ante justamente Chile, la anterior selección que dirigió el DT.

Pero la meta está puesta en la Copa América de Estados Unidos 2024, en cuyo historial Uruguay comparte con Argentina el primer lugar en títulos. Quince para cada uno.

Y naturalmente, la segunda gran meta es el Mundial 2026, con la nueva generación, la de los Ronald Araujo, Fede Valverde, Darwin Nuñez, Rodrigo Bentancur.

Llegará seguramente la próxima semana a Montevideo. Tendrá presentación con conferencia de prensa con cerca de 300 periodistas , muchos de ellos extranjeros.

Debutará en junio, en el Estadio Centenario. El 14 la celeste jugará ante Nicaragua y el martes 20 se encontrará con Cuba.

El próximo 21 de mayo estará la primera lista de reservados, y aunque la fecha FIFA es entre el 12 y el 20 junio, dependiendo de la disponibilidad y del final de cada una de las Ligas, algunos futbolistas podrían estar antes a las órdenes de Marcelo Bielsa en el Complejo Celeste.

Y ya está. Aquí acaban las palabras. La historia se traslada a la cancha, que es dónde realmente importa hablar. Bielsa y Uruguay llegaron a un acuerdo. Y que todo sea para bien, como solía decir el genial humorista y filósofo de la vida, Wimpi.

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