Grandes rivalidades: la épica batalla de Girardelli y Zurbriggen en los 80

Grandes rivalidades: la épica batalla de Girardelli y Zurbriggen en los 80

Entre 1984 y 1991 Marc Girardelli (de Luxemburgo) y la leyenda suiza Pirmin Zurbriggen dominaron la gira de la Copa del Mundo de esquí, poéticamente conocida como el Circo Blanco, ganando todos los Globos de Cristal masculinos del momento.

6 minPor Michele Weiss
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(Archivio 3Tre)

La intensa rivalidad entre Marc Girardelli y Pirmin Zurbriggen alteró el curso del esquí alpino. Ambos dominaron la gira de la Copa del Mundo de esquí de la FIS en la década de los años 1980. El llamado Circo Blanco, como se conoce informalmente a esta competición, nunca volvió a ser el mismo...

Una rivalidad épica sin precedentes

Antes de la llegada de la sensación austriaca Marcel Hirscher, quien se convirtió en el único esquiador en ganar ocho Globos de Cristal consecutivos entre 2012 y 2019, la Copa del Mundo masculina tuvo varios dueños. El título estuvo dividido entre las rachas ganadoras de grandes esquiadores como el italiano Gustavo Thoeni, el sueco Ingemar Stenmark y el norteamericano Phil Mahrer.

Los tres dominaron el circuito alpino de la década de 1970 durante varias temporadas seguidas (tres para Stenmark y Mahre, cuatro para Thoeni con una pausa de un año entre las victorias tres y cuatro).

Esto nos lleva a lo que sucedió a continuación en los 1980. Una rivalidad legendaria nació a principios de década y, entre 1984 y 1991, Marc Girardelli y Pirmin Zurbriggen convirtieron la competición anual en una cosa de dos.

El austriaco Marc Girardelli, de nacionalidad luxemburguesa, y el suizo Pirmin Zurbriggen disfrutaron de una especie de dominio exclusivo nunca visto la Copa del Mundo. Los dos deportistas, ambos nacidos en 1963, se dividieron todos los títulos, incluidas nueve Copas del Mundo (cinco para el luxemburgués, cuatro para el suizo) y 14 títulos de disciplina (ocho a seis a favor de Zurbriggen).

También compartieron ocho títulos del Campeonato del Mundo (cuatro cada uno) terminando en el podio 21 veces (12 a nueve para Girardelli) con un asombroso número de carreras ganadas entre ellos en la Copa del Mundo, llegando a 86 (46 a 40 inclinándose hacia Girardelli).

La única discordancia en esta era de dominio sin precedentes se dio en el escenario olímpico. Girardelli sólo consiguió dos medallas de plata, mientras que Zurbriggen consiguió una de oro en descenso en Calgary en 1988 y un bronce en el eslalon gigante ese mismo año.

Para el resto de los esquiadores de la época, solo quedó la mala suerte de haber coincidido con Girardelli y Zurbriggen.

Pirmin Zurbriggen durante la Copa del Mundo de 1987.
Pirmin Zurbriggen durante la Copa del Mundo de 1987. (2014 Getty Images)

“El suizo más famoso desde Guillermo Tell”

Esta broma la inició Girardelli, el más extrovertido de los dos con diferencia. Zurbriggen, que provenía del Valais en el sur de Suiza, raramente hablaba fuera del podio o de la competición.

"Creo que Pirmin (Zurbrigge) es el suizo más famoso desde Guillermo Tell", dijo Girardelli, cuya carrera estuvo marcada por una férrea determinación en conseguir la victoria a cualquier precio.

Una vez expulsado de la Federación Austriaca por desacuerdos en los métodos de entrenamiento, Girardelli, natural de Lustenau, comenzó a entrenar por su cuenta antes de decidir cambiar su lealtad a la federación luxemburguesa. Fueron años duros en los que solo se tuvo a sí mismo y a su ambición.

Aunque, por encima del suizo, el adversario más difícil y doloroso de Girardelli fueron las lesiones.

Sufrió casi veinte lesiones serias a lo largo de su carrera. Pero no le impidieron ganar todo lo que se le puso por delante y, al menos en parte, arruinar las ambiciones de su adversario Zurbriggen, que ganó su primer Mundial en 1984, siendo el segundo de la historia para Suiza desde que lo lograse por primera vez el legendario Peter Lüscher.

Todoterrenos forjados en competición

La rivalidad se desató definitivamente en el Campeonato del Mundo de 1985 en Bormio, donde el estridente Girardelli hizo todo lo posible para socavar el gran momento de la nueva sensación alpina en las pistas, Zurbriggen, dueño, en ese momento, del Globo de Cristal.

En Valtellina, el suizo Zurbriggen ganó las carreras de descenso y combinadas y terminó segundo en el eslalon gigante, una carrera en la que venció al luxemburgués Girardelli, que ganó la plata en el eslalon.

El mayor éxito de Girardelli se produjo en la Copa del Mundo, donde ganó once veces en varias especialidades, y se llevó la única Copa del Mundo de eslalon gigante de su carrera y el segundo Globo de eslalon.

Estos dos grandes todoterrenos, quizás los más grandes en la historia del esquí, nacieron del calor de la competición directa. Zurbriggen destacó en el eslalon gigante y en velocidad, mientras que Girardelli, que era fuerte en el eslalon al principio de su carrera, se convirtió en un sublime esquiador alpino más adelante, incluso llegó a ganar las dos icónicas etapas del Circo Blanco (Kitzbühel y Wengen).

Competición de ida y vuelta en el Circo Blanco

Decidido a recuperar la corona, Zurbriggen, siempre con un fuerte apetito de revancha, volvió a dominar la competición general dos años seguidos de 1987 a 1988. Hecho que se dio, en gran parte, gracias a la desagradable caída que sufrió Girardelli en Laax, evento que comprometió su rendimiento general.

Estos fueron los años dorados para Zurbriggen, ya que, en el lapso de dos temporadas, acumuló 25 podios, destacando su único oro olímpico obtenido en descenso en Calgary 1988, donde venció a su compatriota Peter Mueller en un famoso duelo suizo. Girardelli, por otro lado, no estuvo a la altura de las expectativas en esos Juegos Olímpicos canadienses. No pasó del noveno puesto en descenso y vigésimo en el eslalon gigante, terminando fuera del Super-G.

Sin embargo, en 1988/89 Girardelli firmó su verdadera obra maestra cuando, en enero, ganó seis veces en nueve días en todas las disciplinas, poniendo prácticamente ambas manos en el Globo.

La temporada siguiente vivió el último éxito de Zurbriggen en la Copa. Con nueve podios (seis victorias, incluidas dos carreras clásicas más: el descenso de Saslong en Gardena y, por tercera vez, la carrera combinada de Hahnenkamm en Kitzbühel) ganó su cuarto y último Globo de la general.

Marc Girardelli, de Luxemburgo, en acción durante el evento de eslalon gigante en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1992.
Marc Girardelli, de Luxemburgo, en acción durante el evento de eslalon gigante en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1992.

Girardelli persigue su preciada medalla

El 12 de diciembre de 1989 en el Kandahar Banchetta-Sestriere en Italia, Girardelli tuvo una terrible caída durante el Super-G y sufrió una lesión en el riñón provocándole una fuerte hemorragia interna.

Su temporada había terminado. Pero no fue el final de su carrera. De ninguna manera.

En 1990/91, Girardelli, huérfano de su amigo y rival ya retirado Zurbriggen, resistió el firme desafío de un joven Alberto Tomba, para reclamar su cuarta Copa del Mundo.

E impulsado por la incesante motivación de ganar la elusiva medalla de oro olímpica, Girardelli, por aquel entonces un veterano experimentado, permaneció activo en el Circo Blanco durante otras seis temporadas.

Falló de nuevo en su intento por ganar el preciado metal en Albertville 1992 y en Lillehammer en 1994, pero logró la increíble victoria de un quinto Globo de Cristal en 1993, un récord que se mantuvo hasta la llegada del llamado 'Caníbal' austríaco, Marcel. Hirscher.

Pirmin Zurbriggen, de Suiza, levanta sus esquíes tras la prueba de descenso de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1988.
Pirmin Zurbriggen, de Suiza, levanta sus esquíes tras la prueba de descenso de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1988.

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