Analizando la historia del Betis, cada vez que los verdiblancos han disputado competición europea lo han pagado después en la Liga.

Sin embargo, con Manuel Pellegrini, esto parece haber cambiado, definitivamente, ya que después de clasificar al conjunto bético para ir a Europa en su primera campaña (2020-21) en Heliópolis, volvió a meterlo el curso pasado (2021-22), además de ganar la Copa, y en lo que va de la actual 2022-23 lo tiene de nuevo peleando en la zona europea con vistas a intentar jugar la Liga de Campeones. Y eso, con una eliminatoria exigente en octavos de final de la Europa League frente al Manchester United, de lo que se deduce una conclusión: el Betis del Ingeniero no se cae.

Y no se cae por algo que viene siendo fundamental desde que el preparador de Santiago de Chile recalara en el conjunto bético: el espíritu de equipo. En Elche volvió a comprobarse, pues a pesar del 2-0 del marcador en la primera parte el resultado fue bien distinto al final del partido, con un 2-3 con el que el Betis alcanzó los 40 puntos. Una cifra muy buena después de 23 jornadas de Liga, pues los de Pellegrini están a tres puntos del tercero, la Real Sociedad con 43 puntos, y a dos del cuarto, el Atlético de Madrid (42).

Guarismos que muestran cómo los heliopolitanos mantienen viva la ilusión de jugar la Champions el curso venidero mediante la vía liguera, sin obviar tampoco que tienen en estos momentos bien agarrado el quinto puesto, ya que tienen seis puntos de diferencia sobre el sexto, el Rayo (34), y ocho sobre el séptimo (32), el Athletic. Y es que los resultados de la vigésima tercera jornada fueron muy positivos para un Betis que mantiene intacto ese carácter competitivo y esa mentalidad ganadora que trajo Pellegrini hace tres años. Sólo había que ver cómo el chileno, los jugadores de campo y los del banquillo festejaban el tercer gol y la victoria en Elche, con un Rubén Cousillas –segundo de Pellegrini– eufórico al celebrar la victoria con los puños en alto y mirando a la zona del Martínez Valero donde estaba la afición bética.

Una alegría que aliviaba el sufrimiento por el mal inicio del partido, sumando al final tres puntos de enorme valor ante un rival del que Pellegrini ya avisó de su peligro, pese a ir colista, en la previa del que fue su encuentro número 99, en la Liga, dirigiendo al cuadro verdiblanco. Así, tras doblegar al Elche, el balance de Pellegrini con el Betis es el siguiente: 48 victorias, 22 empates y 29 derrotas. Unos números muy buenos que convierten al santiaguino en el entrenador (con más de 60 partidos) con mayor porcentaje (48,5%) de victorias en toda la historia del Betis en la máxima categoría del fútbol nacional.

No es mucho Pellegrini de fijarse en la estadística –así lo comenta muchas veces en sus ruedas de prensa–, pero sus datos en el Betis son excelentes y el próximo domingo ante el Real Madrid alcanzará los cien partidos como técnico verdiblanco en Primera. Un centenario que ya ha dejado un título y dos clasificaciones europeas y con una tercera encarrilada, siendo el gran referente del beticismo en estos momentos por su gran labor en estas dos exitosas campañas, más lo que se lleva ya disputada de la actual. Con algún error cometido, pero siempre con muchos más aciertos en la balanza que hacen que el preparador chileno sea uno de los mejores entrenadores de la entidad verdiblanca.

"El Betis es un equipo que tiene que estar peleando por instancias europeas, lo necesita como institución y va a ser mi principal objetivo, dar ese salto en el apartado deportivo", manifestó el actual entrenador del conjunto heliopolitano en su presentación el 13 de julio de 2020. Casi tres años después, dicho y hecho. Pellegrini, ante un feliz centenario.