Luis Enrique Martínez, entrenador del PSG, rival del Barça en Champions League el miércoles, volvió a comparecer ante los medios antes de enfrentarse en París al Clermont en Liga. El técnico asturiano no pudo evitar hablar del Barça, un club que lleva en el corazón y del que fue jugador y entrenador. El entrenador del PSG recordó que “el pasado y el futuro no cuentan, lo que vale es el presente” y insistió que "París ahora es mi casa". Lucho, con esta frase, volvió a dejar abierta la posibilidad de regresar al banquillo culé en un futuro. Ahora bien, puntualizó que "quiero dar el máximo para el club que decidió confiar en mí, el objetivo es dar el cien por cien. Pero soy de Gijón, de Asturias, medio catalán y español".
Sobre la situación de su equipo, Luis Enrique reconoció que "estamos preparados, estamos donde queríamos estar. No hay motivo para no ser optimista, pero hay que ser realista. Es ahora cuando las cosas difíciles empiezan", contestó en clave eliminatoria de Champions League frente al Barça.
Al más puro estilo Luis Enrique, el técnico asturiano recordó que "en la escuela, las notas no se dan hasta junio. Pinta bien, pero se puede torcer en cualquier momento. A medida que jugamos competiciones como las que tenemos en mente, la diferencia entre ganar y perder es muy pequeñita".
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Antes de enfrentarse al Barça, el PSG debe jugar ante el colista de la Ligue 1, el Clermont. "En estos duelos, a veces es difícil motivar a los jugadores", señaló el entrenador, quien indicó que buscará que su equipo sea "agresivo y ambicioso" para dar un paso adelante "y ganar la liga, que todavía no se ha ganado".
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