Una montaña rusa llamada FC Barcelona - VAVEL España

Una montaña rusa llamada FC Barcelona

El diario de un culé: de la euforia a la decepción en 24 horas.

Una montaña rusa llamada FC Barcelona
El Dragon Khan, en Portaventura con los colores azulgranas./mundoxdescubrir
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Por Marc Güibas Corominas

Dicen que el hombre es el único que tropieza dos veces con la misma piedra. Los culers debemos ser especiales porque tropezamos cada temporada y en la siguiente nos volvemos a ilusionar. Será el sentimiento azulgrana, algo difícil de comprender. Ganamos un partido y creemos que podemos ganar la Champions y perdemos otro y somos el peor equipo del mundo.

La ilusión

Como diría el nuevo disco de Oques Grasses: "de la il·lusió vivim". Y es que es así, la ilusión es una parte fundamental de la persona. El objetivo del FC Barcelona era salvar la temporada. De golpe, al pasar contra el Napoli se fue creando una burbuja de euforia y valentía, que todos nos íbamos a comer el mundo. La universidad repleta de camisetas azulgranas, unas más clásicas, otras más actuales. Había algo en el ambiente. Cruzabas miradas de complicidad que auguraban un: "Este año sí". Hacías quinielas sobre las alineaciones, porras con tus amigos e incluso te atrevías a decir que si ganábamos ya estábamos en la final. 

El partido

Llegaba el martes y quedabas con tus amigos o lo veías en casa con tu familia. Camiseta del Barça, unas pizzas y a disfrutar. Con el gol de Raphinha se desataba la euforia, ya que no te habías planteado dicho escenario. En el minuto 30', todo cambió. Una desafortunada acción de Araújo, central vital en la ida en París, nos dejaba con uno menos. No te lo podías creer e intentabas culpar al árbitro de una expulsión totalmente merecida. El mundo se te venía encima, sabías que ibas a encajar, pero encima veías que cambiaban a tu estrella, Lamine Yamal, para poner a un central. Cambio acertado de Xavi, que no iba a quitar a Raphinha después de la eliminatoria que estaba haciendo. Tus ojos no sabían lo que estaban viendo. El Barça defendiendo en su área, sin tener la posesión. Cuando el cansancio llegó, el PSG nos atropelló. La sensación de impotencia nos atravesaba por dentro porque sabíamos que los culers, no nos merecíamos eso.

Decepción

Ya había acabado el partido y no podías dormir. Todos esos TikTok's que te habían salido de un FC Barcelona épico que iba a ganar la Sexta, se convertían en "volveremos". Estabas triste, decepcionado, apagado. No te lo podías creer. Las lágrimas de Lamine, Cubarsí y Raphinha eran las tuyas. Además, un jugador que habías dado de comer durante siete años, con muchas lesiones, te marcaba en la ida y la vuelta y se iba riendo del campo, de la ciudad, de Barcelona. 

Aceptación

A la mañana siguiente te levantas pensando lo que el equipo había dejado escapar, pero soltabas un: "Bueno, es lo que hay", y seguías con tu rutina. Por la noche, jugaba tu máximo rival contra el mejor entrenador de tu historia. Pensabas que al menos no serías el único desgraciado, pero sí, el Madrid lo volvió a hacer. Tampoco te lo podías creer.

Semana dura

Y terminas analizando una semana en la que te ha eliminado el PSG. Un equipo que te fichó a Neymar y se llevó gratis a Messi. Te marcó Démbéle en la ida y la vuelta, celebrando ambos goles. Su entrenador, Luis Enrique, aquel que saltó al campo con el 6-1 de Sergi Roberto, ahora saltaba por los goles de Mbappé, el próximo fichaje del Real Madrid y seguramente el mejor jugador del mundo. El domingo hay un clásico. Los blancos llegarán con un día menos de descanso y una prórroga. Además, de estar clasificados para las Semifinales de la Champions League. 

Sentimiento culer

Ser del Barça es muy difícil. Hace 9 años que no ganas la competición más importante, pero cada año te sigues ilusionando. El Barça es ese amigo de toda la vida que se apunta a todos los planes sin tener un duro. Eso sí, ser culer es lo más bonito del mundo. Algún día nos van a devolver lo que merecemos.