Así de fácil es limpiar espárragos blancos

Normalmente sabemos cómo manejarnos en la cocina con los espárragos trigueros o verdes, que basta con limpiar con agua y quitar el “culo” para tenerlos prestos para hacer cualquier receta, desde un risotto de espárragos, setas y alcachofas hasta un revuelto de espárragos con ajetes y salmón. En cambio, ¿saber limpiar espárragos blancos? Aunque es muy sencillo, no hay tanta gente que sepa cómo hacerlo.

Los espárragos blancos, al menos en contextos urbanos, donde no tenemos cerca la huerta donde se cultivan, se suelen disfrutar en conserva. Afortunadamente, en España tenemos auténticas joyas de este producto, como los que se producen en Navarra. Eso hace que la gran mayoría de personas no sepan cómo limpiar unos espárragos blancos, que ya suelen venir listos en sus botes para el consumo.

Cuando se compran o se tienen frescos en la cocina, los espárragos blancos tienen unas capas exteriores que conviene retirar. Antes de esto, para elegir unos espárragos blancos que prometan, deben ser rectos y tener la yema cerrada y tierna. También es una pista el tallo; que no esté seco es lo que interesa.

Así se limpian los espárragos blancos

Lo único que tienes que hacer con los espárragos blancos para limpiarlos correctamente es apoyarlos en una superficie plana resistente, como una tabla de cocina de toda la vida, de madera o de otro material, y hacerte con un pelador que te resulte cómodo.

Con esta herramienta de cocina puedes dejar perfectos tus espárragos blancos, pelando desde debajo de la yema hasta el final. Lo normal es que la mitad más alejada de la yema tengas que pelarla con alguna pasada más porque suele estar más seca esta zona del espárrago blanco. La yema no se toca.

De hecho, conviene cortar el final del tallo, el “culo” del espárrago. Más o menos, una distancia de dos dedos.

Una vez has cumplido con estos pasos y tienes pelados tus espárragos blancos, solo queda limpiarlos bien antes de cocinarlos. Hazlo con agua fría, no te compliques la vida. Es más, hay quien los sumerge antes de pelarlos durante unos minutos para que se ablanden ligeramente y sea más sencillo pelarlos.

¿Y cómo se cocinan?

Por último, aunque ya los tienes limpios, queda cocinar tus espárragos blancos.

Hay quien se los come crudos laminando el espárrago blanco cortado muy fino, pero la forma más sencilla y eficaz de degustarlos, como nos podemos asegurar de que queden perfectos, es preparando una olla de un tamaño acorde al de los espárragos blancos. Rellena con agua, pon una pizca de sal y, si quieres, otro poco de azúcar.

Una vez el agua empiece a hervir, sumerge los espárragos y deja que se cocinen entre 15 y 20 minutos, dependiendo del tamaño de los espárragos, de su calidad y, también, de cómo de tiernos te gusten.

En cualquier caso, si al pinchar ligeramente con un palillo los espárragos, como hacemos con los bollos, penetran sin oposición, es que los espárragos blancos están listos para comer. Y ya sabes que este producto, si es primera calidad, no necesita ni siquiera acompañamiento, aunque ya sabemos que es difícil resistirse a mojarlos en mayonesa…