De origen irlandés e italiano se abrió paso en una década que marcaría la música por mucho tiempo. A 17 años de su muerte, un pequeño recordatorio.
Jueves 26 de agosto de 2021 | 00:00
La noche es mi mundo
A principios de los años ochenta, una camarera con aspiraciones de cantante, alternaba trabajo y estudio en el “American Academy of Dramatic Arts” de Nueva York. Laura Branigan emergió en los pubs dance gay, que la reivindicaron como propia en los años de “la peste rosa”. Con toda la furia de la canción Gloria (originalmente grabada por el italiano Umberto Tozzi en 1979), se mantuvo por semanas en los top ten de los charts estadounidenses. Disco de Oro y Platino fue el nivel de ventas alcanzado; la interpretación vocal de “Gloria” le valió una nominación al Grammy, una de las cuatro que recibiría.
Laura se abrió paso en la música disco de los ochenta y supo mantenerse hasta los noventa con éxitos como “Self Control”, “Spanish Eddie”, entre otros, grabando 7 discos de estudio. Íntima amiga de Michael Bolton, con el cual compuso baladas como “I Found Someone”, reversionado por varios artistas como Cher en el año 1987. Su voz amena y su estética de chica común, ayudó a romper un poco, al menos, el histrionismo de la década que entraba para quedarse en el icono de la música bailable. Además, Laura participó en series televisivas como Chips, Automan y “Kit, el auto fantástico”
Reinventarse y trascender
Luego, en los 90 reeditó varias canciones con notable éxito, profundizando en las baladas: un poco la consigna de la época: suavizar los golpes que el neoliberalismo nos dejaba.
En el nuevo siglo, ya en la adultez de su carrera, prepararía sus mejores performances y realizará un musical en Brodway en homenaje a Janis Joplin, con “Love Janis”, elogiada por la crítica por su profesionalismo y calidad musical.
Laura brillaba en los escenarios, por su gran voz ypor su calidez, mezcla de chica de barrio con gran estrella. Y podía cantar de todo. Hasta se dio el lujo de hacer dupla con Luis Miguel en un tema completamente olvidable, llamado “Sin hablar”.
A principios del año 2000 lanzaría un disco con un remake del éxito de ABBA “The Winner Takes It All”.
El 26 de agosto del 2004, mientras dormía sufrió un derrame cerebral. Cada año sus fans “celebran” ese día recordando sus inolvidables éxitos, que aún hoy no hay fiesta que no disfrute.
