La Libertad guiando al pueblo es un homenaje a las jornadas del 27, 28 y 29 de julio de 1830, conocidas como las "Tres Gloriosas". Se trata de tres días de furia revolucionaria en París que sacudieron los cimientos de la ciudad y obligaron a los Borbones –por tercera vez y en esta ocasión definitivamente– a abandonar el trono francés. Mucho menos conocidas que la Revolución Francesa que había acabado con el Antiguo Régimen en 1789, las Trois Glorieuses apuntalaron los nuevos aires políticos surgidos cuatro décadas antes pusieron definitivamente en manos de los ciudadanos la soberanía sobre su nación.
Pero además inspiraron este icono de la pintura romántica. Frente al orden y la pulcritud del neoclasicismo, Eugène Delacroix opone una pintura caótica y pasional en la que rinde homenaje al pueblo "noble, hermoso y grande" que se levantó contra la tiranía ese caluroso mes de julio 41 años después de la toma de La Bastilla.