El King King es un dulce reconocido de la gastronomía peruana que tiene sus orígenes en el norte de nuestro país. Este gran alfajor elaborado a base de galletas hechas de harina, yema de huevos, margarina y leche; relleno de manjar blanco, dulce de maní o de piña está tan fuertemente relacionado con nuestra cultura que ya ha sido nombrado como “Patrimonio de la Región de Lambayeque” y aunque ahora existe la Asociación de Productores del King Kong y Dulces Típicos de la Ciudad de Lambayeque (APROKLAM), conformada por 11 empresas legales que se dedican a la elaboración de este postre, solo una marca que patentó su receta, ¿qué ocurrió después?
King Kong San Roque es la patente de la receta del dulce que se inscribió en 1943, junto cuando la marca del mismo nombre empezaba a desarrollar otros tamaños y variedades, mezclando sabores según las exigencias de los consumidores. El hecho ocurrió 23 años después de que doña Victoria Mejía de García, fundadora de San Roque, junto a un grupo lambayecanas comenzaron a elaborar el dulce con el fin de proveer de alimentos a un grupo de pobladores de escasos recursos.