El paso de Kluivert por el Barcelona: "Se iba el último de las discotecas, se llevó por delante una valla de un parking... Se le taparon muchas cosas"

Patrick Kluivert fue un jugador especial. Para lo bueno y lo malo. Sus seis temporadas en Barcelona dejaron muchos momentos para la historia. Algunos deportivos y otros extradeportivos. En la actualidad es el decimotercer máximo goleador en la historia de la entidad con 123 goles. La pantera holandesa [se le apodaba así por su espigado físico y sus movimientos con instinto depredador dentro del área] ganó una Liga con el Barça la temporada 98/99 y se proclamó campeón de Europa con su Ajax antes de fichar por el conjunto azulgrana.

Cuenta gente que vivió su época en Barcelona que su vida fue un tanto ajetreada. Amante de la noche, en 2001 la Guardia Urbana le hizo un control de alcoholemia y dio positivo. Le multaron y le retiraron el permiso de conducir durante un mes. "Era el último en irse de la discoteca. Se le taparon muchas cosas", explica a Relevo un periodista que vivió de cerca la etapa de Patrick en Barcelona. "Recuerdo un día que salía de un centro comercial y se llevó por delante una valla del parking", añade.

Máximo goleador de la historia de la selección holandesa con 40 tantos en 79 encuentros, Kluivert dejó de ser el entrenador del Adana Demirspor de la Superliga de Turquía a finales de 2023. Su gol ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu en 2004 es uno de los momentos que recuerda con mayor emoción. "Es un Clásico que no olvidaré. Ganamos 1-2 en el Bernabéu. Marqué y luego Ronaldinho le dio una asistencia a Xavi para el gol de la victoria. Ganar ahí siempre es especial, porque hay mucho odio cuando sales del túnel. Te intentan intimidar, pero ganar al Madrid en su casa es la mejor sensación", relata.

En 1995, Kluivert se vio involucrado en un accidente mortal cuando circulaba a más de 100km/h en una vía limitada a 50km/h. Uno de los integrantes del otro coche falleció. Su condena fue leve: apenas tres meses de prisión condicional con un período de prueba de dos años y 240 horas de trabajos de "interés general". Además, le retiraron el carnet de conducir durante 18 meses. Kluivert ni siquiera llegó a pisar la cárcel. Poco después fue acusado de haber atacado sexualmente a una joven junto a tres amigos en Holanda, aunque posteriormente fue absuelto por falta de pruebas.

A raíz de ese atropello, y cuando ya era jugador de Barcelona, Estados Unidos le negó el ingreso al país durante una pretemporada en 2003. Tenía la entrada vetada y tuvo que solicitar un visado especial.

Fue también uno de los protagonistas de la famosa noche del Hotel Hesperia en Madrid la víspera del partido que el Barça perdió en Vallecas ante el Rayo. Cinco jugadores participaron en una fiesta hasta altas horas de la madrugada en el hotel de concentración del equipo. En la habitación 821, tres plantas más arriba donde estaba concentrada la plantilla. Los futbolistas alquilaron una suite de lujo. El Barça intentó tapar sin éxito aquel desmadre. Uno de los implicados fue precisamente Kluivert.

El fichaje de Kluivert por el Barcelona se produjo un año después de la llegada del técnico holandés. Van Gaal apostó por Kluivert, con quien ya coincidió en Ámsterdam ganando una Copa de Europa. Con el paso del tiempo, el propio Van Gaal, en una entrevista en The Sun, reconoció los problemas del jugador con la noche. "Patrick no tiene el entorno más idóneo. Necesita aprender a vivir como un verdadero futbolista profesional y, sinceramente, lleva bastante tiempo con la necesidad de aprenderlo".

En agosto de 2012 Kluivert se unió al equipo técnico de la selección neerlandesa bajo las órdenes de Van Gaal. Estuvo hasta el Mundial de Brasil en 2014. "Le avisé de qué debería de cambiar en su vida. Lo que Kluivert necesita y lo necesitará siempre es un entrenador brutal, como era yo aunque en mi última etapa en el Barça no pude controlarle y los resultados fueron claros", sentenció.

Desde julio de 2019 hasta marzo de 2021 fue el director del fútbol formativo del Barcelona. Josep Maria Bartomeu apostó por su incorporación. "Víctor Valdés le cogió por el cuello cuando entrenaba en el Juvenil. No acabaron muy bien", comenta a este medio una persona presente en esa escena. Varios excompañeros han revelado en entrevistas públicas su desgana en ocasiones. "En la Ciudad Deportiva podía estar 10 días sin recoger el correo. Se le veía poco por las instalaciones", explica uno de los trabajadores de la casa culé. "Se podía pasar semanas sin aparecer", finaliza.

Gente cercana al jugador, y que convivió con él durante su paso por Barcelona, hablan muy bien del Kluivert amigo y futbolista. "Era muy divertido y buena persona. Como jugador era un fenómeno y era muy generoso en el campo. En el vestuario se le quería mucho", reconoce a este medio un exfutbolista culé que compartió vestuario con el neerlandés.

El delantero argentino fue uno de los mejores socios de Kluivert. Coincidieron en Barcelona durante tres temporadas. Tuvieron una relación muy estrecha. En el campo se entendían con una sola mirada. "Con Kluivert me entiendo muy bien. Jugar a su lado es facilísimo. Tiene mucha visión de juego y a mí me viene muy bien que él esté porque se lleva a los defensas fuertes y me deja más espacio para mí", explicó Saviola en su día.

"Es muy bueno, es un gran goleador", dijo Kluivert del pibito. "Con Javier me llevo muy bien y le deseo mucha suerte. El tiene que jugar en el Barcelona, pero es un club muy difícil", añadió. Ambos se marcharon del club la misma temporada, la 2003/2004, aunque Saviola volvió tres años después para jugar en el club azulgrana durante una campaña.

Kluivert siempre estuvo en el punto de mira y cuestionado, pero no por su calidad. Los escándalos le persiguieron no solo durante sus seis temporada como azulgrana sino gran parte de su trayectoria deportiva. El delantero, que también jugó en el Valencia una temporada aunque firmó por tres, tiene un hijo, Shane Kluivert, el '9' del Juvenil B azulgrana.