Perfiles

Karl Lagerfeld: vida y obra del diseñador más emblemático de todos los tiempos

Hacemos un resumen de su vida y sus momentos más trascendentales en la industria.
Karl Lagerfeld
Karl Lagerfeld

Junto a la palabra inmortal en el diccionario hay una foto de Karl Lagerfeld. Se ha ganado a pulso tal reconocimiento. A sus 84 años, el Kaiser es ese hombre todoterreno capaz de estar al frente de Chanel y Fendi mientras hace sus labores y costumbres con su propia marca homónima. Y ni el paso del tiempo le hacen bajarse de la burra, o de la pasarela mejor dicho, para nombrar un sucesor. De ahí que los más ávidos luchen por ser su Obi Wan de la aguja, pero dicen que la inglesa Clare Waight Keller será su heredera.

Es de los últimos grandes maestros del dedal que quedan a día de hoy, piensa morir en el taller o en el paseíllo final de cualquiera de sus desfiles. Con doce colecciones al año a sus espaldas siempre ha creído que nadie puede llegar a ese nivel sin que se le muevan todas las pestañas. Y es que la falsa modestia no va con el. Conoce la majestuosidad de su firma y lo explota hasta limites insospechados. Pero vayamos a sus inicios para entender al icono alemán de la moda.

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Karl Otto Lagerfeld, nacido en 1933 en el seno de una familia acomodada alemana, no tardo mucho en coger un folio un lápiz y ponerse a dibujar. Con tan solo 12 años ya estaba en París estudiando diseño y rodeándose de lo más selecto de la alta costura. A los 16 años ya estaba a las ordenes de Pierre Balmain. De ahí su excelencia con todo tipo de pieles.

Referente de estilo para alta burguesía francesa de aquel momento, lo que le alzaría a los olimpos llegando a ganar el primer premio del concurso del Secretariado Internacional de la Lana, antes entregado a Yves Saint Laurent. A partir de este galardón se vio capacitado para trabajar como freelance para diferentes firmas hasta que Chloé puso sus miras en Herr Lagerfeld, donde entró en 1963 y permaneció durante 20 años. Y en 1965 se inició en el diseño de colecciones de piel para los hermanos Fendi, exigentes como pocos hay. En 1975 sin despeinarse lanzó su propia compañía, Parfums Lagerfeld, la cual ampliaría a textil en 1984. Pero no podemos entender la obra de Karl sin mentar a Coco Chanel, su ejemplo a seguir. Y en 1983 como si de un niño esperando los regalos de reyes consiguió hacerse con los mandos de la firma francesa dotando a esta de una elegancia y buen gusto dignos de su predecesora. Resucitó una firma que estaba abocada a desaparecer.

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El Kaiser, prefiere mirar a ser mirado, por lo que es imposible no verle con sus impertérritas gafas de sol y su pelo recogido en una coleta de caballo. Con esa imagen de tempano de hielo ha conseguido destacar en otros campos como la fotografía o la ilustración llegando a difuminar todas sus dotes en una sola. Es artista se mire por donde se mire e inspira a otros con el fin de elevar la grandiosidad del arte en general.

A tal escala llega su genio y figura que ha sido capaz de transformar la manera de hacer desfiles. Se ha alejado de las bases asentadas de cómo debe ser un desfile y sus localizaciones han sido de lo más variopintas. Desde un supermercado, pasando por un aeropuerto hasta llegar a un casino. Y claro eso solo lo puede hacer la cabeza pensante del rey de la alta costura del siglo XXI.

Pero bajo esa fachada de hombre reservado también hemos podido ver que es carne de polémica, donde se mueve como pez en el agua. Llamó vulgar a Meryl Streep, gorda a Adele y fea a Pippa Middleton sin hacer un leve aspaviento. E incluso ha llegado a arremeter con el movimiento_#metoo_, obviamente el no podía tener los labios sellados.

Hombre transgresor donde los haya se ha ganado a pulso el calificativo de inmortal. El mito de Lagerfeld no caerá en el olvido.

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