El dolor de Juanfran por el descenso del Deportivo: "Seedorf no se sabía nuestros nombres"

Juanfran acaba de anunciar su retirada, contada en exclusiva por Relevo en un primer capítulo más general, para en este segundo profundizar en su paso por el Deportivo, el club que marcó su carrera, donde más años jugó, disfrutó y sufrió. Cuatro temporadas, un fichaje frustrado por el Barça y un final que aún le escuece, en lo colectivo y en lo individual, el descenso y una salida obligada y diferida, porque se marchó cedido para regresar… y nunca volvió a enfundarse la blanquiazul.

El ya ex jugador, que llegó a ser capitán deportivista, repasa en primera persona sus distintos momentos en La Coruña, donde aterrizó al final de mercado de 2014 y de donde se fue en 2018, en principio para volver después del descenso, pero el Dépor no ascendió y su regreso fue inviable.

"Tras un año en el Betis, se desciende y yo me iba al Watford, en el último día de mercado. Cuando tengo todo firmado me voy para casa, pero a la media hora me llaman y me dicen que el tránsfer no ha entrado, que en Inglaterra cierra a las 6 y que han mandado los papeles a las seis y media. Entonces me tengo que dar la vuelta, correr para las oficinas y ver qué solución encontramos. Y tengo la suerte de que aparece el Deportivo. Me había llamado unos días antes Víctor Fernández, que me quería y lo teníamos ahí. Yo quería ir a la Championship y en ese momento el Watford me parecía un proyecto súper atractivo. Cuando no se puede me ofrecen ir al Dépor y conseguimos hacer una cesión por un año. Al curso siguiente, lo mismo. Al final yo hubiera hecho mi carrera entera en el Deportivo".

"El Deportivo para mí me lo dio todo. Solo tengo buenos recuerdos. Me parece una tierra espectacular para vivir, para comer, para el día a día. Mi hija nació allí y también empecé realmente el camino con mi mujer, porque solo llevaba un año con ella. Cuando llegué nos independizamos completamente de todo porque en Sevilla vivíamos cerca de la familia de ella y allí empezamos nuestro camino. Es más, el momento de los más difíciles de mi carrera es cuando me dicen que me tengo que ir. Me molestó. Debo reconocer que cuando me dicen que me tengo que ir del Deportivo me molesta. Además me parecía ridículo el por qué me decían que me tenía que ir. Yo nunca jamás lo entenderé. Me transmitieron que me fuera porque era un jugador de Primera y para Segunda no valía. Y yo no me lo creía. Tenía ofertas de Primera y yo le decía que quería jugar en Segunda con el contrato de Segunda, que se debía bajar 50%. Yo lo asumía todo. Pero en el fútbol hay gente que tiene sus ideas y la idea era esa. Y al final creo que fuimos 13 jugadores que nos quedamos en Primera, la plantilla del Deportivo es que tenía un nivel altísimo el año que descendió. La mejor que había vivido yo en La Coruña".

"Yo estaba increíble (enero de 2017). Y se lesionó Alex Vidal en Mendizorroza. Y era el momento, como le pasa a Braithwaite al año siguiente, y como le pasa a otros jugadores que llega al momento. Y cuando está todo hecho, el presidente del Barcelona lo echó para atrás. ¿Que cómo lo encajo? Aunque el Barcelona me quería y yo quería ir, me estaba quedando en un sitio en el que tanto yo como mi familia estábamos felices. Era mi ciudad. Estaba muy, muy bien, en el mejor momento de mi carrera. Iba a ser capitán el año siguiente. Era supervalorado por los empleados, por el club. Lo llevé muy bien. No lo sentía como un fracaso, sino como una anécdota muy curiosa".

"Como ya me he retirado, ya me da igual. Yo jugué ese año 35 partidos. Y volviendo del último viaje, que jugamos en Valencia, en el aeropuerto me coge el director deportivo [Carmelo del Pozo] que había firmado en ese momento en el Deportivo. Primero había ido por detrás a mis representantes a decirles que no contaban conmigo. Y se lo eché en cara. Le dije 'soy capitán, lo mínimo es que vengas a mí y me digas, oye, que no cuento contigo. No tienes que ir a mis representantes, que soy una persona con la que puedes dialogar'. Y sentado ahí en la silla esperando para embarcar me dice que no, que no cuenta conmigo, que él cree que soy un jugador de Primera y que para Segunda, 'pues no me vales'. Y yo tengo claro que en los sitios tienes que estar cuando te quieren. Y si el que va a hacer la plantilla no te quiere, va a venir un entrenador que lo va a fichar él y vas a tener problemas. No soy una persona para estar en un sitio que no me quieran y tomo la decisión de irme. Económicamente el club le interesaba que me fuera".

"Yo me voy cedido con el pensamiento de poder volver. Tenía Turquía, pero me llamó Pellegrino y me fui al Leganés. Fue muy buena temporada. Y yo pensaba que el Deportivo iba a subir en un año. Había una plantilla muy válida y tuvimos la mala suerte de que en Mallorca pues les remontaron la eliminatoria. Cuando volví al verano siguiente económicamente no me podía quedar. Creo que a Pedro Mosquera incluso le despiden porque no le pueden pagar. Yo le digo 'mira, yo no voy a ser un problema, voy a encontrar una solución'. Y me voy a Turquía".

"Es una temporada (17-18) que tenemos la mejor plantilla que yo había tenido en Coruña, espectacular, en todos los aspectos. Adrián López, Lucas Pérez, Florin Andone, Carles Gil, Fede Cartabia, que era el mejor regateador de Primera, Emre Çolak, Guillerme, Celso Borges, Fabian Schar, que el otro día le metió un gol al PSG con el Newcastle, un Sidney que volaba, Fernando Navarro, campeón de una Eurocopa con experiencia, que te daba un plus enorme en los partidos, lo teníamos todo.

Cuando lo tienes todo, la gente de fuera, que no sabe lo que es la dificultad que tiene hacer un buen año en Primera, cree que hay que anunciar que el Deportivo tiene que entrar en Europa. Y desde ese momento todo se complica, porque a la sexta, séptima, octava jornada, estando fuera del descenso, echan al entrenador (Pepe Mel), porque las perspectivas eran de Europa, y desde ese momento, todos fueron malas decisiones.

En diciembre, echan al director deportivo (Richard Barral). Has empezado la temporada con un entrenador, un director deportivo y un proyecto de Europa, pero en diciembre ya no te queda ni entrenador ni director deportivo. Subes al del filial (Cristóbal), y a los cuatro días, cuando no te va bien, lo echas, cuando es un entrenador que era súper válido para sacar esa situación adelante. Cristóbal estaba empezando a sacar provecho de Fede Valverde, que teníamos a Fede Valverde, por favor, teníamos un equipazo. Y se decide que hay que echar por la borda todo el trabajo de los meses anteriores, que ya veníamos con él, y cuando lo echan, yo sé que se nos complica".

"Y traes a Clarence Seedorf, que es una persona increíble, pero no se conocía los nombres de los jugadores. Y recuerdo que nos la estábamos jugando con el Levante y encadena 5 ó 6 victorias seguidas, a Morales le empezó a salir de todo, y ya se nos puso imposible. Fue una pena, porque se murió un proyecto que apuntaba muy alto, pero que las bases las tiraste".

"Era una cosa que estaba muy asumida, descendimos con 10-12 puntos de diferencia. No hay un trauma, es una cosa que sabes que va a llegar, y cuando llega ya lo tienes muy asumido, y ya llevas muchos días pasándolo mal, sin dormir, levantándote a las 5 de la mañana con ansiedad, a pasear a los perros. Yo soy una persona que la ansiedad le afecta. Se me pone el puño en el pecho cuando tengo fracasos como ese. Era un proyecto que si le hubieras dado un poco de continuidad, y lo que tenías en Primera lo hubieras mantenido en Segunda, hubieras subido. Pero se decidió que lo de Primera era para Primera, que había que fichar jugadores de Segunda, que yo no lo entiendo, porque el que juega en Segunda de titular, puede jugar en Primera".