Jordi Cruyff: "Mi padre no tomaba decisiones previsibles, siempre iba a la contra"

Jordi Cruyff: "Mi padre no tomaba decisiones previsibles, siempre iba a la contra"

Entrevista 

Jordi Cruyff reveló muchos rasgos particulares de la personalidad de su padre

AME3082. QUITO (ECUADOR), 17/07/2020.- Fotografía fechada el 18 de enero de 2020 del entrenador de la selección de fútbol de Ecuador, Jordy Cruyff, durante una entrevista con Efe, en el aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito (Ecuador). El técnico hispano-holandés Jordi Cruyff ha decidido repensearse su futuro al frente de la selección ecuatoriana a raíz de la crisis institucional y financiera que aqueja a la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y, sobre todo, tras la reciente renuncia del director deportivo, Antonio Cordón. EFE/ José Jácome /Archivo

Jordi Cruyff atendió a La Vanguardia

José Jácome / EFE

A principios de los 80, cuando la familia Cruyff volvió a Holanda, después del periplo norteamericano, también volvieron a pasar los veranos en El Montanyà (Osona). Fue entonces cuando nos hicimos muy buenos amigos Jordi y yo. Tendríamos alrededor de 10 años y nos pasábamos el día arriba y abajo, siempre con la pelota en los pies. I eso que Danny hacía seguir a toda la familia un estricto horario holandés: no se levantaban nunca más tarde de las ocho de la mañana y cenaban siempre a las siete y media de la tarde, con el sol aún bien radiante arriba... Aprovecho que aún ronda por Barcelona, antes de que se vaya, solo Dios sabe dónde, para recordar a su padre.

La comparativa

“Yo soy como el 99,9% de los jugadores, mortal. Mi padre era del 0,1”

Ya entiendo que, siendo su hijo, es difícil, pero ¿cuál es el primer recuerdo que tienes de Johan Cruyff?

Vaya pregunta, cabrón. ¡Menos mal que me he pedido un refresco…!

¡Ja, ja, ja!

Mira, no se por qué, y sin entrar en nada concreto, lo primero que me viene a la cabeza son imágenes en que estamos juntos… No estoy viéndole jugar un partido, sino que se trata de una escena más bien familiar… Está, pues no sé, enseñándome algún movimiento, en el césped…

No se llama suficientemente la atención sobre el hecho que naciste producto de una cesárea, antes de tiempo, para que tu padre pudiera jugar a la semana siguiente el famoso clásico del 0-5 en el Bernabéu, obedeciendo las instrucciones de Rinus Michels…

…¡y del Barça! Yo siempre hago la bromita: ¡Voy a denunciar al Barça porque me sacaron antes de hora de la panza de mi madre, y lo hicieron por un partido de fútbol! Claro, a Rinus ya no puedo. ¡Tengo que denunciar al Barça!

¡Ja, ja, ja!

No lo debería decir, porque invalido la denuncia, pero al final valió la pena, por lo que significó el partido. No solo por el resultado, que también, sino por el golpe encima de la mesa. “¡Podemos ganar donde queramos!”. Espectacular. Y Rinus Michels, eso no se dice, también eligió la fecha de mi nacimiento con ojo: el 9 de febrero era el día de su propio cumpleaños… Imagínate: ¡Doble denuncia!

Nueve meses después de ese partido nacieron muchísimos catalanes…

Provocó alegría, sí, y a raíz de esto también está la anécdota de mi nombre, Johan Jordi. Todavía no sé si mi padre me lo puso por rebeldía o porque le gustaba… Como era un documento holandés, con un nombre extranjero, aquí no podían hacer nada (a la vuelta de Holanda, Johan Cruyff topó con la resistencia del registro civil español para inscribir Jordi, como nombre de pila, en catalán). Creo que mi padre quería Johan y mi madre… ¡Menos mal!

Claro, vaya carga llamarte como tu padre…

Johan es un nombre de otra generación. En Holanda ya no hay tantos, pero con lo de Jordi salió el elemento rebelde… Incluso su fichaje por el Barça tiene este elemento. En una votación, los jugadores del Ajax le habían quitado la capitanía, la directiva lo quería vender al Madrid y él se negó: “Donde voy, lo decido yo”.

¿Y tú por qué crees que escoge el Barça? Con su cartel podía haber ido a cualquier otro gran club…

Sí, pero un rebelde siempre busca sitios diferentes, especiales… No tomaba decisiones previsibles. Si en el cine había una cola de cien personas para ver una película y al lado otra de cinco, en lugar de escoger la de cien, lo normal, escogía la de cinco… No se cómo funcionaba su cerebro, pero siempre iba a la contra…

Imagino que al principio debías pensar que esto era lo normal, hasta que te diste cuenta que el peculiar era tu padre… Porque también está lo de su optimismo inquebrantable…

Alucinante. La verdad es que tardas mucho en darte cuenta de según que cosas. Mi padre tenía una capacidad… Me acuerdo de partidos en que palmaba, un tres cero en contra y la prensa dándole tortas por todos lados y entonces lo oías entrar en casa. Cerraba la puerta y se acabó, el estrés del futbol se quedaba fuera. Nunca lo vi nervioso. Y mira que el fútbol son nervios puros y duros. Es una cualidad que no he vuelto a ver en nadie más… Yo mismo, soy incapaz, cuando pierdo me vuelvo insoportable. Necesito 24 horas para resetear el sistema. A él nunca lo vi mal. Nunca. Ni cuando perdió la final de Atenas. Vino a casa como si nada, como si fuera otra persona. Me parecía alucinante.

¿Y de dónde crees que le venía, esta cualidad?

Personalidad, capacidad de superación… También hay que tener en cuenta que perdió a su padre siendo muy joven (a los 12 años), que su madre (después de tener que traspasar la tienda de verduras de la que vivían) limpiaba los vestuarios, que para un hijo que juega ahí puede ser complicado… Sí, capacidad de superación… Mi padre, a mis hermanas y a mí, nos obligaba a estudiar como un animal. Perdona si salto de un tema a otro. Si sacaba malas notas, directamente me quitaba del fútbol dos semanas… Y yo le hacía todas las triquiñuelas: “No puedo ir al cole, papa, que me duele la barriga…”. “Bueno, tranquilo”, me soltaba, “tampoco vas al entreno de la tarde…”. En dos minutos ya estaba cambiado y en el coche…

¡Ja, ja, ja!

Alguna vez le dije: ¿cómo nos presionas tanto, si no terminaste el colegio? Claro, eres joven y haces preguntas estúpidas… Siendo un driblador, creo que siempre tuvo muy presente que si te metían una patada y te torcían el tobillo se te terminaba la carrera… Los médicos de hoy en día no existían. Entonces era “adiós muy buenas”. Y él sin el futbol habría estado jodido… Él y su familia. Siempre lo tuvo claro: “He tenido suerte en la vida. Pero esta suerte no es para todos. Hay que tener un plan B”. Sus valores estaban muy anclados en su propia experiencia. Lo notabas en la manera de educarnos. Cuando algún día con 16 años le pedía un extra, para jugar al futbolín o comer algo al salir del cole, me decía “sí, sí, pero primero tienes que lavar el coche”. No te daba nada sin más. Te lo tenías que ganar. Y luego está, sobre todo, lo de tratar extra bien a la gente que más lo necesita. Esto era muy característico de su manera de ser. Si por lo que fuera tenía que visitar a la reina de Holanda, se pasaba quince minutos con ella y luego media hora con la de la limpieza… Siempre se asociaba con la dificultad y se rebelaba contra las autoridades.

De la época de tu padre como jugador del Barça no debes recordar prácticamente nada…

Lo más antiguo que recuerdo de él como jugador, y un poquito, ya es en Estados Unidos. Pero lo que conservo mejor en la memoria es cuando vuelve a debutar con el Ajax (diciembre de 1981), Mucha gente lo criticaba. Pero en ese partido mete un golazo, el cabrón, un golazo… Y la gente, de golpe, “¡Ostras, ni viejo ni leches!”. Y también después, cuando se va. Yo era canterano en el Ajax y él se va al Feyenoord… (al gran enemigo del Ajax)

Sí, en su última temporada como jugador, la 83-84…

¡Otra rebeldía! Y (cuando se enfrentan al Ajax) pierden 8-2. Yo estaba en el Estadio Olímpico del Ajax. Jugaban Van Basten y todo ese grupo… Mi padre pierde 8-2. Aunque yo jugara en el Ajax, iba a favor de mi padre, claro, por encima de todo. Todos mis compañeros querían que ganara el Ajax y no me pusieron ni una mala cara. Pero claro, te sientes humillado. Es tu padre… Pobre tío… Lo pasé mal. 8 a 2 no es un resultado normal. Pero luego terminó la temporada ganando el doblete con el Feyenoord…

Increíble. Más adelante, cuando ya vuelve al Ajax como entrenador, tu sigues en las categorías inferiores del Ajax. ¿Jugabais de manera parecida a como luego Johan haría jugar al Barça?

No me acuerdo. Pero cada cual tiene su visión de lo que Johan Cruyff significa para ellos. Para los más jóvenes es un personaje del videojuego. Para la gente mayor es un símbolo casi político. Y para otros, como entrenador, pues fue un loco hasta que se convirtió en un genio. Porque al principio lo trataban de loco y después como un genio. La gente tiene una memoria muy selectiva de las cosas. Utilizan el cruyffismo…

Para lo que les conviene… ¿Cómo recuerdas la vuelta a Barcelona?

Yo tenía un agravante. En el último año en el Ajax yo había estado jugando bien. El día que de repente mi padre se pelea con la directiva del Ajax y se va, yo estaba en el campo de entrenamiento. Cuando me entero de lo que ha pasado, … Para mi fue duro. Con doce o trece años… Tu padre… Recuerdo que lloré…

¡Claro!

Salimos juntos de las instalaciones. Y recuerdo que cuando nos dirigíamos hacia el coche, andando por el parking, mi padre me dijo “sonríe”. Y yo “papa, para qué voy a sonreír, si estoy súper triste”. “Sonríe”, me dijo. “Nunca enseñes tristeza a la gente que quiere ver tristeza. Tu sonríe”. Hostia. Y hay una foto…

Sí, la recuerdo…

…en la que vamos andando uno al lado del otro y nos estamos riendo: Hollywood total…

¡Ja, ja, ja!

Cuando me dijo de venir al Barça, claro, yo no quería. Parecía que me estaban empezando a salir bien las cosas en el Ajax. Pero qué le vas a hacer, tienes trece años, súbete al coche y para Barcelona. Me costó mucho, porque aquí los chicos de catorce o quince años ya son mini hombres. En Holanda, a esa edad, seguimos siendo niños. Hay fotos de la época en donde todos me sacan un palmo. Pero luego a los diecisiete años les saqué yo un palmo a ellos…

¿Y a nivel táctico?

Claro, veías las diferencias… Sobre todo en el medio campo, también con el tema de los extremos. Pero la clave era en el medio campo, que no era simétrico…

¿Lo dices por el rombo, no?

Sí, muchas veces, cuando Koeman o Xavi han jugado con un 3-4-3, ha habido gente que les ha dicho “No, el Barça es 4-3-3”. No es verdad. Mi padre jugaba con un 3-4-3. Cuando el equipo rival jugaba con dos delanteros, mi padre ponía tres defensas. Y si jugaban con tres, ponía cuatro, y si jugaban con uno, ponía dos. Se adaptaba a algunas características del rival, pero no para defenderse, sino para atacar…

El compromiso es atacar…

¡Claro! A mí me hace gracia, porque en los últimos años a menudo me cuentan cuál es el ADN de mi padre… A ver señores, que el que se pasó la vida provocando, discutiendo, debatiendo con el señor Cruyff fui yo… Porque a mi padre le provocaba, muchas veces, hablando en la cocina. ¡Ahora ya lo puedo decir: su debilidad era Sergio Busquets!

Le encantaba…

Sí. Estaba enamorado, porque Busquets es un maestro de los ángulos… Con el pie es buenísimo. Pero hay mucha gente con buen pie. Lo que tiene, gracias a su dominio de los ángulos, es que en dos toques puede hacer lo que el resto necesita hacer en tres. Ese aspecto le encantaba, que es lo que también tenía Pep… Los jugadores con dominio de los ángulos son jugadores con un sexto sentido. Otro nivel… Y yo, claro, le decía: “¡Increíble! Otra vez ha jugado Busi y no ha jugado Yayá Touré…!”. Y yo lo hacía…

Nunca le vi nervioso, es una cualidad que no he visto en nadie más”

Para picarle…

Porque sabía que en un minuto me llevaba una bronca y tendría que salir corriendo de la cocina… Todavía tenía puntos de vista muy fuertes, y cuando querías tocarle un poco la moral ya sabías donde picar… A mí me encanta Busi. Pero lo utilizaba para hacerle hervir la sangre. ¡Y picaba siempre!

¿Cómo recordaban tus padres su paso previo por el Barça, como un episodio feliz en la vida profesional de un deportista?

No, fue algo más… A mí a veces me pasa, cuando me cruzo con una persona mayor y ves que te reconoce: la gente todavía se emociona. ¿Sabes lo que esto produce en un hijo? Cuando alguien mayor se emociona contándome lo qué ha significado la figura de mi padre en su vida personal… Hostia, es… Ya no es eso de “que buen futbolista era tu padre”. Es a nivel humano…

Tu padre no solo hizo del Barça un club más grande…

Sí, ganador, optimista. Intentar ser protagonista. Yo voy a jugar, que se adapten ellos, domino yo. Es lo que el intentó aportar, porque era su carácter…

No solo nos acostumbró a ganar, sino como me decía Pep el otro día, a la belleza…

A cómo hay que ganar… Mi padre era así… Lo recuerdo un día jugando en el jardín, con mi hijo, su nieto, haciendo cuatro toques. Le dejaba ganar, no sé, cinco cero… Y a la media parte lo apartó a un lado y le empezó a explicar cómo lo tenía que hacer: “cuando chutes, tienes que poner el brazo así, y luego tienes que…”. Y mi hijo, que aún era muy pequeño, le dijo “pero qué me cuentas, si te estoy ganando cinco cero!”

Vertical

PASEANDO CON SU MUJER, DANNY COSTER, POR LAS RAMBLAS #@#CRUYFF, JOHAN - RETRATOS Y FAMILIA

NOINFORMADO / Otras Fuentes

¡Ja, ja, ja!

Ja, ja! Y mi padre me mira, nos reímos, y claro, en la segunda parte le metió diez para luego explicarle cómo tenía que hacerlo.

¡Ja, ja, ja! Educa más perder que ganar…

La cara que puso, cuando mi hijo le dijo eso, fue buenísima. Era un gran abuelo. Un cachondo, le gustaba reírse y que lo picaran. Aun tenía energía para todo, trabajo, polémicas, porque en el Barça siempre tienes gente a favor y en contra, y eso te come la energía, pero mi padre llegaba a casa y desconectaba… Y se lo agradezco, porque nunca nos trajo el estrés a casa, ni a mis hermanas ni a mí…

En casa tal vez no, pero tu sufriste la presión de ser hijo de Johan Cruyff…

Sí, porque a la gente en España le gusta comparar, el morbo… No seamos cabrones. Mi padre era un inmortal. Yo soy como el 99,9% de los jugadores, mortal: venimos, jugamos, nos vamos y que pase el siguiente. Mi padre era del 0,1% restante, con el que no te puedes comparar. Ni yo ni casi nadie. Fue difícil. Cuando hacías algo bien te lo exageraban, que tampoco conviene, y luego cuando lo hacías mal, ni te cuento. Siempre en los extremos. Pero bueno, luego vas abriendo tu camino en la vida y se supera. A veces también me pregunto, ¿por qué me he ido a trabajar a todos estos sitios tan raros? (a parte de en España e Inglaterra, Jordi ha trabajado en Ucrania, Israel, Malta, Ecuador, China…)

¿Tienes la tentación de volver a entrenar en España?

No lo sé. Antes de volver al Barça, llevaba muchos años en el extranjero, viviendo muy lejos, sin ver a mis hijos… En China tenía el mejor contrato de mi vida, realmente. Pero cuando hace dos años te llama el Barça, pues vienes… Pero por otros motivos. Es algo emocional. Ya llevaban años llamando, también con la antigua directiva. Pero por timing no era el momento. Al final el destino es quién decide el camino de tu vida.

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