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BALONMANO | CAMPEONATO MUNDIAL

Jordi Ribera: “El bronce es para estar satisfecho”

Guardiola asegura que está medalla “tiene un sabor especial”, Cañellas deja caer que su final está cerca, y Odriozola que en el 5-1 “hay que conseguir que no pase nadie”.

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La Selección española de balonmano llega al Aeropuerto de Barajas tras haber conseguido el bronce en el Mundial de Balonmano de Polonia y Suecia.
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Estocolmo-Londres-Madrid. Un viaje cómodo que no lo es tanto “cuando no has dormido tras un domingo de muchas emociones” decía Adriá Figueras en Madrid, cuando aún les faltaba a los Hispanos algún compromiso por cumplir, aunque a media tarde ya tenían libertad total para perderse en la capital para cumplir hoy con la cita en Comité Olímpico donde se espera la presencia del ministro Iceta. “Ahora, a la cama, catorce horas seguidas con la almohada y de un tirón”, decía Dani Dujshebaev, todos con buena cara y satisfechos por el trabajo bien hecho y la recompensa de ganar una medalla más para el balonmano español.

Gedeón Guardiola, el capitán, trece años en la selección, campeón del Mundo y de Europa, bronce olímpico, con la parte más importante de su carrera en Alemania, no esconde que “esta medalla tiene un sabor especial, quizá la más especial de todas las que haya conseguido”, y elogia a Jordi Ribera, al que responsabiliza de los éxitos. Otro de los veteranos, Joan Cañellas, que también lo tiene todo en su palmarés menos el bronce olímpico (por lesión), ya empieza a barruntar su despedida: “Un año más y posiblemente esto se acabe. Una opción es llegar a los Juegos Olímpicos, pero hay que estar en forma para entrar en la selección”, asegura el jugador del Kadetten suizo, que recuerda que él tiene un compromiso inminente con su club “este mismo miércoles”. Joan es uno de los internacionales que puede presumir de haber jugado de todo menos de portero “hasta de extremo en los dos primeros partidos del Mundial 2013″. Y en este, tras ,las dudas iniciales por su lesión, de Cañellas todo son halagos en el equipo.

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Uno de los triunfadores singulares por debutar a lo grande es el vasco de Zumaya Kauldi Odriozola, vital en el avanzado del 5-1: “Ahí me tienes, dando estopa a diestro y siniestro y que no pase nadie, aunque hubo una acción en que me excedí, en la lucha por el bronce, y claro, dos minutos al banquillo”. El exjugador del Bidasoa, ahora en el Nantes, dice que en la selección se lo ha pasado bien, y entre las curiosidades, que habla en vasco “con Garciandia; con Iñaki Peciña no, es el tercero de los guipuzcoanos en el equipo nacional, pero no sabe” y le mira de soslayo.

Todos dan valor al bronce. Y Jordi Ribera, el seleccionador, más: “Siempre queremos ser campeones del Mundo, pero ganar el bronce ya es para estar satisfechos. Íbamos para ser competitivos, y lo hemos sido en los nueve partidos. El primer choque a cara de perro fue ante Eslovenia, que nos jugábamos los preolímpicos, y sí, ahí había muchos nervios porque era crucial. Y luego, pues cada uno de los encuentros, más de los mismo”.

“Este Mundial ha sido muy intenso, y hemos sufrido con las lesiones, de Cañellas, de Tarrafeta, con los problemas físicos de Casado. La suerte que tenemos es que hay jugadores que pueden hacer muchas cosas. Ahí está el caso de Dani Fernández, que ha jugado poco por la estructura de la plantilla; las dos veces que ha tenido minutos se ha llevado el premio MVP. Es para destacarlo”, razona el ponderado seleccionador, con una racha de cinco medallas seguidas, que ahora se toma un respiro “pero el nueve de febrero al CAR de Granada, a trabajar tres semanas con los jóvenes”. Esto no para.