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John Locke - Enciclopedia de la Historia del Mundo
John Locke (1632-1704) fue un filósofo inglés que sentó las bases de la Ilustración europea. Locke creía que cada rama del gobierno debía tener poderes separados, que la libertad debía protegerse de la interferencia del Estado y que este debía proteger la propiedad privada de sus ciudadanos. Estas ideas influyeron enormemente en los padres fundadores de Estados Unidos. Locke también propuso una nueva teoría de la adquisición de conocimiento basada enteramente en la experiencia y la reflexión.
Vida temprana
John Locke nació el 29 de agosto de 1632 en Wrington, en el condado de Somerset, Inglaterra, en el seno de una modesta familia puritana de comerciantes. En los agitados tiempos de las guerras civiles inglesas (1642-1651), el padre de John había luchado en el ejército de los parlamentarios, quienes vencieron y abolieron la monarquía. John fue educado en la Westminster School, en aquel entonces la mejor escuela de Inglaterra. En 1652 se matriculó en la Universidad de Oxford. Su padre deseaba que ingresara en la Iglesia pero John prefirió con mucho estudiar medicina aunque mantuvo durante toda su vida el interés por los asuntos eclesiásticos, Otras áreas de conocimiento que despertaron el interés de Locke fueron la meteorología (llevaba un meticuloso diario meteorológico) y experimentos prácticos como el uso de bombas de aire con el célebre científico Robert Boyle (1627-1691). Locke se convirtió en miembro de la Royal Society de Londres en 1668.
La gran oportunidad de Locke llegó en 1667, cuando se convirtió en médico personal y secretario de Anthony Ashley Cooper, que más tarde sería conde de Shaftesbury. La política del conde influiría en el pensamiento de Locke, ya que Shaftesbury creía firmemente en la restauración del catolicismo como religión principal de Inglaterra y en que los poderes de la monarquía tenían que estar controlados por el Parlamento. Locke residió en Londres y permaneció con el conde hasta 1683. También pasó un tiempo en Francia entre 1675 y 1679, donde estudió las obras de filósofos como René Descartes (1596-1650).
Isaiah Berlin ofrece el siguiente resumen del carácter de Locke:
Era un hombre de carácter apacible, tímido y amable, muy querido y estimado, sin enemigos, y dotado de una asombrosa capacidad para absorber e interpretar en un lenguaje sencillo algunas de las ideas originales y revolucionarias en las que su época era singularmente rica. (30)
Realidad política y exilio
Locke participó activamente en la política inglesa, pero la restauración de la monarquía en 1660 puso fin al reinado cada vez menos democrático de Oliver Cromwell (1599-1658) y su sucesor, Richard Cromwell.Carlos II de Inglaterra (que reinó de 1660-1685) se convirtió en el nuevo monarca y continuó así la estirpe de los Estuardo. Locke participó en el establecimiento formal del Imperio británico en Norteamérica. El 24 de marzo de 1663, Carlos concedió las tierras de "Carolina", en Norteamérica, a ocho nobles. La constitución de la colonia fue redactada por Locke, aunque era de una naturaleza sorprendentemente feudal.
EL SISTEMA POLÍTICO DE LOCKE SE BASA EN SU CONFIANZA EN LA CAPACIDAD DE LA HUMANIDAD PARA TRABAJAR UNIDA EN POS DE un objetivo común.
La política anti-Estuardo de Locke y su estrecha relación con el conde de Shaftesbury, quien fue acusado de traición y encarcelado en la Torre de Londres, le obligaron a autoexiliarse entre 1683 y 1689 en los Países Bajos. No perdió el tiempo y dedicó gran parte de este periodo a escribir las obras que consagrarían su nombre como uno de los filósofos más destacados del siglo XVII. Regresó a Inglaterra tras la Revolución gloriosa de 1688, en la que el protestante Guillermo de Orange (1650-1702) invadió Inglaterra, pero luego ocupó pacíficamente el trono del católico Jacobo II de Inglaterra (que reinó de 1685-1688). A partir de 1689, Locke se dedicó a publicar sus obras de filosofía política, al tiempo que proseguía su carrera política formando parte de varias comisiones.
Ensayos sobre el gobierno civil
Locke publicó Dos ensayos sobre el gobierno civil en 1689. El segundo ensayo se convirtió en "un texto clave en el desarrollo del liberalismo moderno, [y aunque escrito años antes] justificó la Revolución gloriosa argumentando que la legitimidad política dependía del consentimiento de los gobernados y abogaba por el derecho a la resistencia" (Chisick, 260). Los ensayos exponen la creencia de que los individuos son más importantes que instituciones como la monarquía absoluta y la Iglesia. La libertad individual debería protegerse de una autoridad colectiva despótica. En su Segundo ensayo sobre el gobierno civil, Locke presenta la idea de una separación de poderes del gobierno en tres partes distintas, a saber: un poder ejecutivo (como por ejemplo un monarca que haga cumplir la ley), un poder legislativo (o sea, el parlamento cuya mayoría fuera de origen popular y que decidiera sobre las leyes compuesto por una cámara alta y una baja) y un poder judicial independiente (que castigaría a quienes infringieran las leyes). Asimismo, propuso la existencia de un poder federativo que se ocuparía de la política exterior. El filósofo francés Montesquieu (1689-1757) desarrollaría esta idea de separación de poderes en varios órganos de gobierno en su obra El espíritu de las leyes, publicada en 1748. La separación de Locke es un poco menos rígida, ya que insiste en que el ejecutivo mantenga lo que él llama una "prerrogativa", es decir, que pueda actuar como le parezca en los casos en que el legislativo e incluso las leyes deban ser ignoradas si está en juego el bien común del pueblo.
El sistema político de Locke se basa en su confianza en la capacidad de la humanidad para trabajar unida por un objetivo común. Sostiene que, incluso en un estado de naturaleza, la humanidad acata la ley universal de que "nadie debe perjudicar a otro en su vida, salud, libertad o posesiones" (citado en Popkin, 77). Se necesita un aparato estatal o político en los casos en que estos derechos han sido vulnerados por otros individuos o por otra sociedad. Por eso se necesitan leyes y un poder judicial que las haga cumplir. Si ese aparato político va más allá de la función de proteger la libertad individual y el bien común, digamos, por ejemplo, cuando un monarca despótico no respeta las leyes o es corrupto, entonces el pueblo tiene todo el derecho a derrocar a ese monarca, ya que este ha roto el contrato social; en efecto, el monarca ha faltado a sus responsabilidades y ha declarado el estado de guerra contra sus propios ciudadanos.
Influencia en las Trece Colonias
Locke creía que el "pueblo" debía gobernar por la sencilla razón de que es mucho menos probable que esto acabe en un gobierno autoritario y despótico que un gobierno gobernado únicamente por un monarca o una pequeña élite. En un sistema democrático también debe haber controles que garanticen la protección de la libertad individual de todos. Además, este gobierno sería elegido por el pueblo para protegerle, por lo que debe servirle a él y no a sí mismo. Las ideas de Locke en este ámbito (y las de otros filósofos) fueron asumidas por los padres fundadores de Estados Unidos a finales de la década de 1780, como explica el filósofo y académico R. H. Popkin:
Un estudio minucioso de la Declaración de Independencia y de la Constitución estadounidense revela que ambos documentos están repletos de frases como "Todos los hombres son creados iguales", "Vida, libertad y búsqueda de la felicidad", "Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas", etc., que están tomadas casi literalmente del Segundo Ensayo. (77)
Además, las opiniones de Locke sobre los derechos del ciudadano influyeron en otro importante documento estadounidense, la Declaración de Derechos. Como Thomas Jefferson señaló en una ocasión: "en cuanto a los principios generales de la libertad y los derechos del hombre... las doctrinas de Locke... y de Sidney [político y escritor británico]... pueden considerarse como las generalmente aprobadas por nuestros conciudadanos" (Gottlieb, 113-4). Locke propuso que todos los ciudadanos poseen ciertos derechos y que no es asunto del Gobierno interferir en ellos.
LOCKE SUGIERE QUE LOS CIUDADANOS TIENEN DERECHO A REBELARSE CONTRA LO QUE CONSIDERAN UN GOBIERNO AUTORITARIO.
El derecho más importante para Locke era el derecho a la propiedad privada. El Estado no debería interferir en este aspecto, ya que Locke consideraba que la propiedad era en realidad una parte de ese individuo, puesto que (en la mayoría de los casos) había trabajado para conseguirla. La inversión del trabajo, que convierte entonces la propiedad común (o de nadie) en propiedad de un individuo, fue una idea que permitió a Locke justificar la confiscación de tierras por parte de los colonos a los indígenas, ya que consideraba que estos últimos no habían desarrollado adecuadamente sus tierras. Atacar, reducir o eliminar la propiedad de una persona era lo mismo que agredir a esa persona, razón por la que Locke también incluye el derecho a la vida y a la libertad dentro del término más amplio de "propiedad". Locke va aún más lejos y afirma que, dado que estos derechos no son otorgados por ninguna sociedad, tampoco pueden ser arrebatados por una sociedad. Una consecuencia de los derechos naturales universales de Locke es que todas las personas son iguales ante la ley. Si un gobierno no protege la "propiedad" privada individual, entonces los poderes que le han sido otorgados por el pueblo deben ser retirados hasta que pueda formarse un gobierno nuevo y mejor. En resumen, las ideas de Locke de que los ciudadanos tienen derecho a rebelarse contra lo que consideran un gobierno autoritario calaron hondo en la población de las Trece Colonias, que veían a Jorge III de Gran Bretaña (que reinó de 1760-1820) precisamente como ese gobernante despótico.
Críticas de la filosofía política de Locke
Los críticos de Locke han argumentado que no es posible saber si los seres humanos tenían los derechos naturales que él describe antes de que existieran las sociedades. En otras palabras, Locke se limita a decir que los seres humanos anteriores a las sociedades deberían haberlos tenido, lo cual es una opinión y no un hecho. Una segunda crítica es que Locke permite que la mayoría gobierne pero no ofrece ninguna protección a la minoría. Esta falta de protección hará que cierta parte de la ciudadanía no esté mejor en una democracia de lo que estaría bajo un déspota.
Otra crítica es: ¿qué hacer cuando ciertos derechos de "propiedad" entran en conflicto con el bien común? Por ejemplo, algunos podrían argumentar que proteger el derecho de un individuo a poseer un arma peligrosa no contribuye a proteger el bien de las personas que viven a su alrededor. Una posible solución al problema es considerar que algunos derechos no son absolutos, sino que dependen de circunstancias particulares. Por ejemplo, una sociedad puede decidir que un individuo diagnosticado como demente no puede poseer un arma peligrosa. Sin embargo, graduar los derechos de esta manera solo crea más preguntas sobre dónde debe trazarse la línea, y el resultado práctico es que la libertad de un individuo claramente no es absoluta cuando vive en una sociedad.
En su Ensayo sobre el entendimiento humano, Locke expone más ideas sobre cómo las personas pueden vivir y aprender juntas. De hecho, durante su vida, fue esta obra, más que sus ensayos sobre el gobierno, la que le granjeó una reputación internacional como filósofo con algo que decir. Locke propone que los seres humanos son intrínsecamente egoístas, pero que la aplicación del autocontrol y la razón garantiza que también persigan el bien común porque la naturaleza humana está predispuesta al bien.
En el ensayo, Locke también discute cómo deberíamos mejorar nuestro conocimiento al no creer en cosas que no pueden ser comprobadas por los sentidos; en esto, se vio influido por la obra de Francis Bacon (1561-1626). Este planteamiento fundamental del nuevo método científico limitó en realidad el conocimiento, ya que los pensadores empezaron a excluir ciertas cosas por considerarlas sencillamente incognoscibles, al no poder comprobarse empíricamente su veracidad. Para Locke, no hay ideas innatas, ya que el cerebro humano de un bebé es un papel en blanco, todo lo que sabemos lo aprendemos utilizando nuestros sentidos, la experiencia y la reflexión. Además, el "argumento de Locke de que el conocimiento entra en nuestras mentes a través de nuestros sentidos y que estas sensaciones se combinan en nuestras mentes en ideas complejas se convertiría en la base de la psicología del siglo XVIII" (Burns, 173).
Locke propuso que fuéramos escépticos ante lo que otros dicen que es verdad y aprendiéramos a pensar por nosotros mismos. En su valoración del trabajo de los académicos, Locke afirma que a menudo se trata de "galimatías erudito", ya que estos desean "cubrir su ignorancia con una curiosa e inexplicable red de palabras desconcertantes" (Gottlieb, 121). Una idea alentadora que ha servido de consuelo a los estudiantes de filosofía desde entonces.
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Sin embargo, aquí también hubo algunas críticas: ¿cómo explicamos las ideas que tenemos que no se basan en los sentidos y la experiencia? Ideas que sencillamente no existen en la realidad, como las sirenas y los unicornios. Locke responde a esta crítica dividiendo el conocimiento en dos grupos basados en lo que él llama cualidades primarias y secundarias. En nuestro caso de un unicornio, un cerebro humano puede experimentar la introducción de datos sobre cualidades primarias como el tamaño, la forma y los cuernos normales de los animales ya existentes, y el cerebro puede entonces crear cualidades secundarias combinando las primarias de una forma totalmente nueva para crear un animal que no existe. Otra crítica es que si el conocimiento se basa en la experiencia y luego se forma en la mente, ¿cómo sabemos lo que es real y lo que no? En otras palabras, ¿cómo sabemos que existe algo fuera de nuestra mente? Locke argumentaba que podemos comparar nuestras ideas con las de otras personas e inspeccionar las similitudes y diferencias utilizando nuestra razón, pero para algunos, ésta es una definición demasiado vaga de lo que es y lo que no es conocimiento.
Es importante señalar que las opiniones de Locke sobre la importancia del empirismo no significaban que negara la fe espiritual. Escribió: "sabemos más ciertamente que hay un DIOS a que hay cualquier otra cosa fuera de nosotros mismos" (Ensayo, iv, 10). En resumen, para Locke, los seres humanos tienen la capacidad de adquirir conocimientos porque Dios les ha dado esa capacidad, una creencia que lo clasifica como una figura anterior a la Ilustración. La tarea de filósofos y científicos, según Locke, es encontrar la mejor manera de maximizar esa capacidad otorgada por Dios.
En resumen, las ideas de Locke sobre el conocimiento tuvieron tres consecuencias duraderas para los pensadores que le siguieron y para las sociedades en general. La primera fue que, si el conocimiento no es innato, entonces todos los seres humanos deben ser iguales porque todos empiezan desde cero. En segundo lugar, si el conocimiento y las normas de comportamiento se adquieren a través del entorno, entonces debería haber tolerancia hacia las diferentes visiones del mundo, ya que nadie tiene la culpa de sus creencias; todo el mundo es simplemente el producto de su entorno. En tercer lugar, la sociedad, y en particular los gobernantes, tienen la responsabilidad de crear un entorno que fomente un buen comportamiento moral. Los seres humanos no nacen con un código moral, por lo que deben adquirirlo a través de la experiencia de pasar por el sistema de educación que reciben y vivir día a día en el estado en el que viven.
Este nuevo planteamiento de la adquisición de conocimientos parecía como si la religión y la ciencia (quizá mejor llamada filosofía natural en esta primera época de la Revolución Científica) estuvieran reñidas, pero Locke siguió defendiendo el lugar del cristianismo protestante en la sociedad en general en otras dos obras: Pensamientos sobre la educación y La razonabilidad del cristianismo, publicadas en 1693 y 1695 respectivamente. Entre 1689 y 1692, Locke publicó otra obra importante, sus Cartas sobre la tolerancia. En ellas aboga por la tolerancia de las opiniones religiosas, ya que éstas no tienen nada que ver con el papel de cada uno como ciudadano. Curiosamente, Locke no extiende esta tolerancia a los católicos porque considera que no pueden jurar lealtad a un Estado concreto porque su máxima autoridad en la tierra es el papa.
Locke hace hincapié en la importancia de la razón, y este "énfasis en la razón por encima de la fe y su rechazo de algunas doctrinas teológicas tradicionales como innecesarias para un creyente también resultaron atractivos para muchos escritores de la Ilustración" (Yolton, 302). Las principales obras de Locke se tradujeron al francés y al alemán, lo que hizo que su reputación se extendiera por toda Europa como uno de los principales pensadores de la época.
Principales obras de John Locke
Las obras más importantes del filósofo John Locke son:
Ensayo sobre el entendimiento humano (1689)
Primer ensayo sobre el gobierno civil (1689)
Segundo ensayo sobre el gobierno civil (1689)
Cartas sobre la tolerancia (1689-92)
Pensamientos sobre la educación (1693)
La razonabilidad del cristianismo (1695)
La conducta del entendimiento (1706)
Muerte y legado
A partir de 1691, Locke, que nunca se casó, vivió en Oates, la casa de Essex de su amiga, la casada lady Damaris Masham (1658-1708). El historiador A. Gottlieb señala que la pareja había mantenido una correspondencia regular desde 1681 y comenta: "Parece por las cartas que Locke y Damaris estaban enamorados el uno del otro, aunque nunca al mismo tiempo" (153).
Locke continuó en la política activa y fungió como secretario del Consejo de Comercio. En 1697, las recomendaciones de Locke para tratar con los pobres y los desempleados eran realmente duras, ya que creía que la pobreza estaba causada principalmente por lo que él llamaba "libertinaje", muy especialmente por el consumo excesivo de alcohol.
John Locke murió en Oates el 28 de octubre de 1704. Su obra ejerció una influencia duradera en la filosofía política, empezando por los pensadores de la Ilustración, que desarrollaron las ideas de Locke sobre los límites del poder estatal y la libertad individual basándose en una nueva visión de la naturaleza humana y la adquisición de conocimientos. Como hemos visto, Estados Unidos ha basado sus sistemas jurídicos y políticos en muchas de las ideas de Locke, algo que también han hecho muchas otras democracias.
John Locke es un filosofo ingles del siglo XVII conocido por su defensa de la libertad individual y de los derechos de propiedad de los ciudadanos. Locke ideó una separación de los poderes gubernamentales y enfatizó el derecho de la ciudadanía a derrocar a un gobernante despótico. Todas estas ideas influyeron en los padres fundadores de los Estados Unidos.
¿Cuáles eran las tres creencias de John Locke?
John Locke tenía tres creencias políticas: todos los ciudadanos tienen los mismos derechos, estos derechos deben estar protegidos por el Estado y los ciudadanos pueden rebelarse contra un mal gobierno.
¿Cuál es la teoría de los derechos naturales de John Locke?
La teoría de los derechos naturales de John Locke argumenta que las personas ya tenían ciertos derechos como la libertad, la propiedad y la felicidad mucho antes de que existieran las sociedades y los gobiernos. Por lo tanto, los gobiernos deben proteger estos derechos ya que es la razón por la que fueron creados.
Bibliografía
Berlin, Isaiah. The Age of Enlightenment. Oxford University Press, 1979
Soy un joven graduado de inglés y ruso. Me encanta la historia, el arte y la filosofía. A través de la traducción puedo ayudar a acceder al conocimiento para entender mejor el mundo y tomar buenas decisiones.
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.
Cartwright, M. (2023, noviembre 21). John Locke [John Locke].
(L. M. C. González, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20857/john-locke/
Estilo Chicago
Cartwright, Mark. "John Locke."
Traducido por Luis Mario Caso González. World History Encyclopedia. Última modificación noviembre 21, 2023.
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20857/john-locke/.
Estilo MLA
Cartwright, Mark. "John Locke."
Traducido por Luis Mario Caso González. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 21 nov 2023. Web. 10 oct 2024.
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Escrito por Mark Cartwright, publicado el 21 noviembre 2023. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.