Jaime Ibáñez: "Cuanto más nos exponemos, más aprendemos"

Jaime Ibáñez: "Cuanto más nos exponemos, más aprendemos"

Ingeniero de telecomunicaciones que desentraña las señales cerebrales mediante la actividad muscular con un trabajo que ha merecido una financiación de 1,5 millones de euros otorgada por el Consejo Europeo de Investigación

Jaime Ibáñez

Jaime Ibáñez / Miguel Ángel Gracia

El cerebro y su funcionamiento, en gran medida, sigue guardando secretos que suponen un reto de primer orden para la ciencia. Es en ese campo todavía virgen donde explora el investigador del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) Jaime Ibáñez (Castellón de la Plana, 1984). Con sus conocimientos como ingeniero de telecomunicaciones, trata de desentrañar los misterios de las señales cerebrales mediante la actividad muscular. Una investigación que ha sido merecedora de que el Consejo Europeo de Investigación la financie con 1,5 millones de euros.

“Con el desarrollo de las tecnologías para el registro de la actividad eléctrica, a día de hoy tenemos nuevos tipos de sensores que nos permiten registrar desde puntitos muy pequeños esta actividad en distintas partes de nuestro cuerpo, entre ellas, la de los músculos”, explica.

Este científico, nacido en Castellón pero residente en Zaragoza desde los 7 años, especifica que si se colocan muchos de esos puntos de registro en un músculo, “es como si pusiésemos muchos micrófonos y entonces ‘escuchamos’ cuáles son los campos eléctricos que ese músculo genera cuando se está activando”. Algo que permite, mediante las llamadas técnicas de separación de fuentes independientes, “identificar cómo están disparando las neuronas que están activando ese músculo”.

"En la Universidad de Zaragoza Hay grupos muy potentes que tienen una fama internacional brutal"

“Ahí hacemos un paso fundamental, muy importante, porque dejamos de estar trabajando en campos eléctricos que se producen en nuestro cuerpo y pasamos a los trenes de potenciales de acción, que es la unidad básica de comunicación del sistema nervioso”, destaca.

Sobre cómo acabó un ingeniero de comunicaciones abordando el cerebro humano y su comunicación con los músculos, relata que, aunque cuando cursaba la carrera todavía no tenía claro qué iba a investigar, sí que tenía un interés por entender cómo funciona este órgano. Algo paro lo que ve idónea su formación, que trata sobre protocolos de comunicación.

"Aprendizaje brutal"

Unos estudios que comenzó en la Universidad de Zaragoza en 2007, continuó en Madrid, en el CSIC, y que le llevaron a Londres, primero, al University College of London con la prestigiosa beca Marie Curie, y, luego, al Imperial College London, también en la capital inglesa. En esa ciudad estuvo desde 2016 hasta el 2021m una experiencia que recuerda “con cariño” y que también le sirvió para crecer como profesional. “Cuando tienes que salir de tu zona de confort y adaptarte a nuevas dinámicas, hay un periodo de aprendizaje brutal, que es muy importante en la investigación”, resalta.

"Cuando tienes que salir de tu zona de confort y adaptarte a nuevas dinámicas, hay un periodo de aprendizaje brutal"

Ahora, de nuevo en Zaragoza, recuerda que las estadísticas muestran que el campus público arroja “muy buenos resultados para el presupuesto que tiene y la inversión dedicada a la investigación”. “Hay grupos muy potentes que tienen una fama internacional brutal y eso es encomiable”, asevera. Sin embargo, matiza que esto es posible porque “muchas veces es a costa de vivir con unas condiciones de investigación que no son las idóneas”.

Sobre atraer y retener el talento en Aragón, observa que la mayoría de los investigadores que se asientan en el territorio suele deberse a que han estudiado aquí. "Es decir, que les mueve más una motivación por el lugar que el hecho de que tengamos una institución que atraiga a gente”. Por ello, cree que, en la medida de lo posible, conviene “intentar atraer excelencia de otras regiones, especialmente, del extranjero”. “Cuanto más talento traemos de fuera o cuanto más nos exponemos cuando vamos a otros sitio, más aprendemos”, concluye.