IO

IO - Análisis

La nueva película de ciencia ficción de Netflix nos tienta con su premisa post-apocalíptica pero termina aburriendo hasta a las abejas, que se suicidan en masa.

Crítica de IO de Netflix

Netflix ha repetido esta fórmula en varias ocasiones y lo hace porque sabe que funciona. Las películas de ciencia ficción complejas, profundas, plagadas de largas conversaciones, temas transcendentales sobre el ser humano y su existencia e imágenes evocadoras y carentes de escenas de acción o efectos especiales (es decir, baratas) se multiplican en su catálogo. Después, solo hay que ponerle un título con una sola palabra, con pocas letras, y destacarla bien arriba en tus búsquedas. Si ya has visto The Cloverfield Paradox, Aniquilación, Extinción, Cargo o Mute, estás perdido, vas a tenerla destacada hasta que la veas.



En esta ocasión, IO vuelve a explotar el género post-apocalíptico con algunas sutiles diferencias que la hacen algo interesante a priori. La premisa es prometedora, comienza con cierto misterio en torno a la historia de su protagonista que nos hace prestar algo de atención, pero su ritmo pausado y sus personajes completamente planos hacen que el interés y las ganas de seguir despiertos vayan descendiendo a niveles alarmantes antes incluso de llegar al a mitad de la película.

Dirigida por Jonathan Helpert, IO nos presenta a la científico Sam Walden (Margaret Qualley) que sobrevive todavía en una Tierra devastada tras una catástrofe que ha hecho que gran parte de los habitantes hayan abandonado el planeta en un éxodo masivo. La contaminación producida por los humanos ha convertido la atmósfera de la Tierra en venenosa, reduciendo el poco aire respirable a las grandes alturas. Una gran parte de la población mundial (y la mayoría de los animales) han muerto. Y la mayoría de los humanos supervivientes partieron en grandes naves hacia IO, la luna de Júpiter, donde una enorme estación espacial extrae la energía geotérmica del satélite joviano para poder subsistir.

Vemos que Sam, al igual que su padre, optó por quedarse en la Tierra, decidida a encontrar una manera de salvar el planeta moribundo. Y es que está convencida de que algunos seres vivos se adaptarán, y el planeta por sí solo volverá producir y proteger la vida. Sin embargo, el tiempo no está de su parte. Sus experimentos no avanzan y las últimas lanzaderas con destino IO están a punto de partir, y con ellas la última oportunidad de abandonar la Tierra.



Así, vemos cómo Sam hace incursiones en 'la zona', protegida con una máscara y cargada de tanques de oxígeno que tienen que cambiarse cada poco tiempo si quiere sobrevivir. Pero, una vez metidos en faena, descubrimos que los experimentos de Sam y el futuro del planeta moribundo no van a ser el tema fundamental en torno al que girará la película. Las relaciones personales, la necesidad de contacto humano y el amor se abrirán paso para ocupar casi todo el espacio. Pero de una forma lenta, pausada y tediosa. Incluso la aparición de un inesperado visitante llamado Micah (Anthony Mackie) no aportará demasiada novedad o chispa a la situación.

Ambos personajes están un tanto vacíos y, aunque sus interpretaciones no están mal, no nos trasmiten casi nada. Están casi tan muertos como el planeta en el que habitan y, aunque hay una cuenta atrás sobre sus cabezas que les apremia a prepararlo todo para la evacuación, se comportan como si tuvieran horchata en las venas. No hay prisa, hombre. Siempre podemos preparar una ensalada, leer tranquilamente un libro o visitar un abandonado museo de arte mientras el mundo entero agoniza.

La película renuncia a presentar escenas peligrosas y, mucho menos, algún momento de acción. El momento más tenso es cuando a uno de los protagonistas se les acaba la botella de oxigeno y tarda un segundo y medio en cambiarla por una llena. Imposible no contener la respiración todo ese rato.

 


Pero lo peor es que no se profundiza en casi ningún tema, las explicaciones a las más grandes preguntas del film se quedan sin completar, las conversaciones entre los personajes no son suficientes para saciar la curiosidad del espectador por obtener algunas respuestas. Toda la trama transcurre en un ritmo de interés medio-bajo que no consigue levantarse ni en el giro final (completamente previsible, por otra parte).

Pros

  • La premisa es interesante
  • Tiene algún momento álgido

Contras

  • Es muy lenta y muy densa
  • Los personajes son planos
  • No responde a las expectativas
  • El final es tan previsible

El veredicto

Una película pasable, con algunas ideas interesantes pero que se queda a medio camino de casi todo. Su ritmo lento y su falta de profundidad para cerrar las tramas hace que sea un poco frustrante. Además de lenta y aburrida en muchos tramos. Quiere terminar con un giro sorprendente, que intentan envolver con un cierto halo de trascendencia, pero.... spoiler: no lo consigue.

En este artículo

IO

Crítica de IO de Netflix

5
Mediocre
IO nos presenta la lucha de una científico que se ha quedado en una Tierra que se ha convertido en venenosa, para intentar salvarla mientras el resto de la humanidad ha optado por el éxodo masivo hacia IO, la luna de Júpiter.
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