Sí. Luis Suárez. El uruguayo. El actual jugador del Inter de Miami. El ex del FC Barcelona. El único futbolista capaz de levantar una Bota de Oro en la época Messi-Cristiano. El mejor delantero centro de la década anterior. Dicho vulgarmente: el del mordisco.

Luis Alberto Suárez Díaz se vistió de corto con las indumentarias del Atlético de Madrid durante dos temporadas que, para el aficionado atlético, fueron fugaces. Una llegada al club rojiblanco que valió un título de liga y más de una treintena de goles, pero que hay que remontarse varias décadas atrás para comprender el contexto.

  • Llegada al fútbol de élite

En el seno de una familia medianamente empobrecida, Luis nació el 24 de Enero del año 1987 en la ciudad de Salto. Unos años más tarde, aún siendo niño, la familia y él se desplazaron a Montevideo, la capital. Una familia tan futbolera como la suya regaló a Luis seis hermanos, de los cuales cuatro han llegado al fútbol profesional en las ligas de Centroamérica.

Como todo niño, Luis dio sus primeras patadas a un balón por las calles de Uruguay. Consiguió formarse y se incorporó a las categorías inferiores del Club Nacional de Football. A pesar de su debut con apenas trece años en la séptima división del fútbol uruguayo, un pequeño Suárez todavía debía ganarse los galones para su consagración en el fútbol profesional. 

Cinco años después y habiendo superado todas las categorías de las inferiores del club uruguayo, Luis Suárez consiguió el debut en la Copa Libertadores de 2005. Siguiendo los pasos adecuados, fue incluido en la lista del primer equipo para una gira de pretemporada en España, donde consiguió su primer gol en un partido amistoso ante el Sevilla. Su actuación en un torneo de la capital andaluza despertó el interés de muchos equipos, sobre todo, españoles; pero acabó volviendo a Uruguay, donde hizo méritos para mantenerse en el primer equipo hasta el invierno de 2007.

Doce goles, treinta y cinco partidos y dos títulos de liga después, las puertas de Europa se le abrieron a un Luis Suárez veinteañero. El FC Groningen neerlandés se interesó en el uruguayo y decidió contratar por un millón de euros los derechos del delantero. Con apenas seis meses disputados en la Eredivisie, un grande del continente como el Ajax de Ámsterdam decidió invertir más de siete millones de euros para que el uruguayo jugase en sus filas. En ese momento y a la vista de todo el continente, comenzaba la etapa más exitosa de la carrera del ariete uruguayo.

  • Tres temporadas en Holanda

Después de su fichaje por un equipo histórico como el Ajax, llegó una gran etapa exitosa, ambiciosa y, sobre todo, goleadora. Los tantos son el claro resumen de un delantero válido o no válido para el fútbol de élite. Cincuenta goles en sólo las dos primeras temporadas y varias marchas de leyendas y jugadores importantes de la plantilla, provocaron la elección del uruguayo para la capitanía del equipo neerlandés. 

Suárez celebra un gol con el Ajax | Foto: @AFCAjax
Suárez celebra un gol con el Ajax | Foto: @AFCAjax

Como líder absoluto del equipo, llegó una de sus mejores temporadas goleadoras de su etapa en el fútbol de élite. Cuarenta y nueve goles en cuarenta y ocho partidos le sirvieron para entrar de lleno en el olimpo de los grandes arietes de la época. Además y gracias a ellos, consiguió demostrar su virtud anotadora por primera vez en campeonatos europeos y ayudó al conjunto de Ámsterdam a ganar una Copa de los Países Bajos y una Eredivisie.

Tres temporadas desde su fichaje, medio continente se peleaba por el jugador uruguayo. La insistencia no logró desenfocar a Luis Suárez de sus aspiraciones en la Eredivisie y tanto club como jugador hicieron oídos sordos a las ofertas de fichaje. Situación que no se demoró mucho en el tiempo, ya que en un mercado invernal como el de 2011, el delantero acabó siendo contratado para vestir los colores de una de las potencias de la Premier League.

  • Llegada a Anfield

Con los ojos de media Europa mirando hacia el delantero uruguayo, el Ajax de Ámsterdam comenzó negociaciones para vender a su capitán con el Liverpool FC. La primera cantidad ofrecida fue insultante e hizo que los holandeses se lo pensasen más de la cuenta, incluso valorando opciones como ofertas de la Juventus o del Manchester United. Finalmente, el acuerdo llegó y Suárez anotaba su primer gol en la Premier League apenas cinco días después de su llegada. 

El mítico '7' de los ingleses a la espalda, nada podía salir mal. Se avecinaba una de las más fuertes idolatrías producidas en un estadio como Anfield. Las calles de Liverpool se teñían con el color rojo de las camisetas del uruguayo y cada uno de ellos deseaba su retorno a la cima del fútbol europeo. Un retorno que comenzó Luis Suárez pero que terminó años después, sin él en el protagonismo inglés,

Nuevamente, Luis Suárez duró tres temporadas y media con los dueños de Anfield. Una etapa con demasiados altibajos, demasiadas polémicas con sus posteriores reconciliaciones y sin los cientos de goles que se esperaban del uruguayo. Sin embargo, más de ochenta goles en tres cursos completos nunca deberían ser malas cifras, pero para un ariete de su calidad sí lo fueron.

Suárez en Anfield con dos de sus hijos | Foto: @LFC
Suárez en Anfield con dos de sus hijos | Foto: @LFC

Con únicamente una Copa de la Liga en su haber pero habiendo roto muchos récords de la Premier League, e incluso ganando la Bota de Oro de 2014 compartida con Cristiano Ronaldo, el jugador uruguayo viajaba a Brasil para disputar una Copa del Mundo que cambiaría toda su vida y carrera.

  • Mundial 2014 y llegada a España

Durante el desempeño de la Copa del Mundo albergada por Brasil y levantada por una temible Alemania, miles de imágenes y recuerdos quedaron en la retina de los aficionados en la historia de los mundiales. Una de ellas la produjo el futbolista uruguayo, cuando apenas se disputaban los encuentros correspondientes a las fases de grupos.

En un partido que enfrentaba a Italia y a Uruguay, Luis Suárez, en una jugada cuerpo a cuerpo con Chiellini, protagonizó una de las acciones más antideportivas de la historia y, quizá, la imagen total del Mundial 2014. Pese a no ser expulsado pudiendo continuar el partido, los organismos decidieron ejecutar una sanción al '9' uruguayo con prohibición expresa de no disputar ningún encuentro oficial durante los siguientes cuatro meses.

La imagen quedó en la memoria de todo el globo terráqueo y, con la Copa del Mundo a punto de finalizar ya sin Uruguay, el FC Barcelona decidió oficializar su fichaje ante todo pronóstico y arriesgando ese comienzo de temporada donde no podría comenzar la puesta a punto.

Ochenta y un millones de euros no fueron ningún inconveniente para los azulgranas, ni mucho menos para los ingleses que se despedían así de su máxima referencia en la delantera. El uruguayo llegaba a un club plagado de estrellas en el que conseguiría formar parte del mejor tridente ofensivo que ha podido aportar el fútbol a la sociedad.

En su primer curso, habiendo comenzado varios meses después, el Barcelona de Luis Enrique levantaría todos los títulos posibles, ganndo así un triplete histórico para Suárez y el Barça. En la siguiente temporada ya completa, LaLiga tenía un nuevo pichichi en su competición y se llamaba Luis Suárez. El uruguayo conseguía romper el virreinato de Messi y Cristiano Ronaldo y, además, ganaba su segunda Bota de Oro y la única individual.

Suárez celebra un tanto con el Barça | Foto: @FCBarcelona_es
Suárez celebra un tanto con el Barça | Foto: @FCBarcelona_es

Sin embargo, los años restantes no fueron fáciles para el barcelonismo. La marcha de Neymar Jr, varias decepciones en Europa, fichajes alocados con nula rentabilidad y una desgraciada situación económica conllevó al club el planteamiento de vender a muchas de sus mejores armas.

Tras casi doscientos goles del uruguayo en el FC Barcelona, una conversación de Ronald Koeman (entrenador en ese momento) con la que le anunciaba que no iba a contar con él en la siguiente temporada, condenó al delantero.

  • Oportunidad del Atlético

En la vida muchas veces ocurren situaciones que para la gran mayoría, sino todos, son inesperadas. En el verano de 2020, ocurría una de ellas. El planeta Tierra se sumergía en la crisis mundial más grave de las últimas décadas: la pandemia del Covid. Toda la actividad económica y social se frenó por completo y el fútbol no podía ser menos.

Tras haber pasado el peor momento de la crisis sanitaria, empezó la época de desconfinamiento en toda Europa y, a su vez, las grandes ligas volvían a la rutina para finalizar lo ya comenzado. Las inusuales temporadas acabaron, las competiciones europeas se finalizaron en pleno verano, algunos salieron campeones y otros se quedaron por el camino; pero todos los clubes coincidían en grandes pérdidas económicas que iban a afectar a los salarios y fichajes del panorama del fútbol.

Con el mundo en medio de una terrible pandemia y con los clubes en plena crisis económica, sólo una buena noticia podía llegar a las oficinas del Atlético de Madrid. ¡Luis Suárez debía marcharse del Barcelona! El uruguayo, después de su ruptura con la entidad culé, comenzó a prepararse un polémico test de nacionalidad italiana para poder firmar sin el papel de extracomunitario con la Juventus de Turín. El examen fue echado atrás por la poca complejidad del mismo y, cuando estaba siendo investigado, Miguel Ángel Gil Marín se metió entre medias. 

¿Quién, en su sano juicio, podía pensar que el mejor delantero de la década podía recalar en el Estadio Metropolitano? El CEO del Atlético de Madrid llamó a Simeone para comunicarle que Luis Suárez podía ser una opción real. El argentino, como cualquier aficionado atlético, ni se lo pensó y el resto es historia.

A mediados del mes de Septiembre, con las competiciones aún sin comenzar, Suárez llegaba al vestuario rojiblanco a cambio de seis millones de euros. En su primer partido consiguió el debut perfecto: dos goles y una asistencia ante el Granada en tan sólo veinte minutos de juego. A partir de ahí, el Atlético de Madrid enlazó una buena suma de puntos que le llevaron hasta el liderato y le abrieron la posibilidad de convertirse en campeón liguero siete años después.

Suárez, en un entrenamiento con el Atleti | Foto: @Atleti
Suárez, en un entrenamiento con el Atleti | Foto: @Atleti

Luis Suárez fue clave en muchas de las victorias del Atlético durante LaLiga 2020/21. Goles como el del último minuto en Mendizorroza e Ipurúa, decisivos como ante Osasuna o Valladolid o infinitud de dobletes llevaron a los de Simeone a levantar su undécima liga de la mano del delantero uruguayo.

La segunda y última temporada fue bastante menos exitosa pero Suárez, con un rol mucho más ocasional, logró hacer más de una decena de tantos. Gracias a su participación y entrega en las dos temporadas que defendió las rayas rojiblancas, la afición atlética le despidió en su último partido en el Metropolitano con una pancarta con la frase: "Gracias Lucho, por hacernos campeones".

  • Despedida del fútbol de élite

La mejor época del Luis Suárez goleador había llegado a su fin y el uruguayo comenzó a encandenar pequeños contratos en clubes muy significativos para él. El club de sus amores Nacional de Uruguay le abrió sus puertas al igual que el Gremio brasileño en la siguiente temporada, antes de que viajase a la ciudad estadounidense de Miami para defender la vistosa camiseta rosa al lado de sus amigos Messi, Busquets y Jordi Alba y disfrutar de un plácido fin de carrera.