El que no arriesga, no gana, e Imanol ha hecho su apuesta | Relevo
OPINIÓN

El que no arriesga, no gana, e Imanol ha hecho su apuesta

Imanol Alguacil felicita a Igor Zubeldia, en el momento de la sustitución. /Afp
Imanol Alguacil felicita a Igor Zubeldia, en el momento de la sustitución. Afp

"He salido del campo emocionado y orgulloso". Imanol Alguacil no dejaba de dar las gracias por la despedida que le había brindado la afición de la Real Sociedad a su equipo después de caer eliminado en los octavos de final de la Champions League a manos de un PSG intratable. El conjunto parisino ofreció su mejor versión en el Reale Arena ante la que nada pudo hacer el equipo blanquiazul, que, eso sí, dice adiós, con la cabeza muy alta. Es lo que se le pedía, dar un paso adelante en Europa, una especie de golpe encima de la mesa, y lo ha dado. Vaya que si lo ha hecho. El santuario blanquiazul vivió en el día de ayer una auténtica fiesta. La ocasión lo merecía.

Fueron 39.336 los espectadores que se acercaron hasta Anoeta para intentar llevar en volandas a los suyos en lo que es la mejor entrada en la historia del Estadio desde que éste se remodelara. La asistencia en este partido de Champions ante el campeón francés superó las registradas en los dos últimos derbis, que eran las mejores marcas hasta ahora: los 38.342 de la campaña 2022/23 y los 38.229 del presente curso. Incluso batió el registro del duelo entre La Rochelle y el Burdeos, encuentro del Top 14, que en junio del año pasado estableció una nueva plusmarca que llevó al estadio al límite de su capacidad, con 39.314 espectadores. Lo que ayer se vivió en el Reale Arena fue una auténtica locura. 

Muchos de los que se acercaron hasta el campo de Amara, pese a lo complicado de la misión, lo hicieron pensando que la remontada podía ser posible. "Un gol rápido y cuidado", fantaseaban en las horas previas a la contienda. Y es precisamente eso lo más importante que ha conseguido este equipo, que la afición confíe a pies juntillas en este grupo de jugadores pese a que su rendimiento ahora mismo no está siendo el mejor. De hecho, está a años luz de serlo. No hubo que esperar mucho tiempo para darse cuenta de ello. Solo 15 minutos. Ahí emergió la figura de Kylian Mbappé  y todas las ilusiones saltaron por los aires. Fue el principio del fin. Ahí la Real Sociedad comenzó a decir adiós a una Liga de Campeones histórica pese a que la eliminación a manos del PSG puede dejar un poso de decepción.

Y es que si echamos la vista atrás en el tiempo, a la última participación de la Real en la máxima competición internacional a nivel de clubs, lo realizado por el equipo de Imanol Alguacil roza la proeza. Por aquel entonces, con Jagoba en el banquillo y una plantilla de futbolistas de la talla de Antoine Griezmann, Carlos Vela, Xabi Prieto, Claudio Bravo, Imanol Agirretxe y compañía, el objetivo no era otro que disfrutar de aquella competición. "Aquella Champions nos vino muy grande", reconoció a Relevo uno de los integrantes de aquel plantel como Carlos Martínez en una entrevista a Relevo. Diez años después, la Real Sociedad ha tuteado, incluso ha pasado por encima, a grandes de Europa como el Inter de Milán, Benfica, Salzburgo o al propio PSG, aunque solo fuera por una hora y que no le sirviera de mucho. Pero el equipo blanquiazul, como requerían sus gestores, ha dejado su impronta en el Viejo Continente.

Atrás quedan los fiascos protagonizados en la Europa League y que en su día certificaron que a este equipo le venía grande Europa. Derrotas que escocieron mucho como ese 0-4 encajado frente al Manchester United en los dieciseisavos de final, o el 1-3 encajado en Anoeta ante un Leipzig que bailó a su antojo al equipo entrenado por Imanol Alguacil. Sin olvidar, claro está, la eliminatoria de octavos de final frente a la Roma del año pasado donde sin hacer nada del otro mundo, el equipo de Mourinho, minimizó al máximo a una Real que fue incapaz de marcarle ni un solo gol en los dos partidos jugados. Eso forma ya parte del pasado y esta Real, esta vez sí, ha demostrado que sabe competir en Europa. No solo eso, sino que sabe ganar, que no se conforma con menos, y que quiere pasar por encima de su oponente. Y no le importa la entidad del rival que esté enfrente. Todos y cada uno de los técnicos de los equipos a los que se ha enfrentado en esta edición de la Champions League han hablado maravillas del equipo entrenado por Imanol Alguacil. Lo hicieron Filippo Inzaghi, Roger Schmidt, que llegó a decir que la Real tenía "flow", Gerhard Struber y por último, Luis Enrique, que augura "un futuro espléndido" al club blanquiazul.

La peor racha como local tras tres meses sin ganar en casa

Ahora bien, todo ese buen hacer ha caído en saco roto por la eliminación y también porque esta Real está a años luz de la que consiguió maravillar en Europa. No hay que olvidar que con la derrota frente al PSG, la Real Sociedad ha batido el récord histórico de partidos consecutivos sin ganar en Anoeta. Estaba en siete, en la 03/04, precisamente cuando de la mano de Raynald Denoueix, el equipo tuvo que compaginar Liga y Champions League. Aquel campeonato, por cierto, terminó como el rosario de la aurora. Ahora ya son ocho los partidos que acumula el equipo blanquiazul sin saborear las mieles del triunfo y eso es un problema que hay que comenzar a solventar lo antes posible si se quiere certificar una nueva presencia en Europa la temporada que viene. Queda por ver la manera en la que Imanol Alguacil logra motivar a un grupo de jugadores muy cansado y lastrado por toda una serie de problemas físicos que parece no tener fin. El oriotarra se agarra al segundo tiempo jugado por la Real frente al PSG en la que ya, con todo perdido, fue capaz de generar hasta cinco ocasiones claras de gol. No sé si es el mejor asidero.

Nadie puede negar que la eliminatoria frente al PSG ha cogido a contrapié a la Real, que ha llegado a la misma en un estado de forma preocupante, con muchos de sus jugadores, algunos de ellos piezas importantes en el sistema de juego txuri urdin, sin estar al 100%, mermados físicamente, y eso es un lastre si se quiere competir ante uno de los equipos más en forma de la competición. Nadie sabe qué hubiera pasado en una eliminatoria con la Real ofreciendo su mejor versión. Es ciencia ficción. La apuesta del míster, la de ir con todo a por las tres competiciones en juego, ha pasado factura. Le pese a quien le pese. El míster no se arrepiente de la decisión tomada. Dicen que el tiempo quita y te la da la razón. También que el futuro es de valientes. E Imanol Alguacil ha demostrado que lo es.

Sadiq Umar, en un entrenamiento reciente en Zubieta.  Real Sociedad
Sadiq Umar, en un entrenamiento reciente en Zubieta. Real Sociedad

La patata caliente de Sadiq Umar

Por cierto, llamativo cuanto menos que en uno de los partidos más importantes de la temporada, con la necesidad de marcar al menos tres goles, no jugara ni un solo minuto Sadiq Umar, delantero por el que en su día se hizo la mayor inversión económica en la histórica de la institución y al que se le firmó un contrato por cinco temporadas. Alguacil, en cambio, en ese tramo final apostó un André Silva, un futbolista que está cedido y que no continuará en Donostia. La del nigeriano es una patata caliente que deberá solucionar el club y en un espacio corto de tiempo porque la Real necesita más que nunca de sus goles. De los suyos, de los de André Silva, de los de Becker, de los de Oyarzabal, de los de Kubo…