Hace 36 años ocurrió un hecho que marcó la vida del actor Ian McKellen, pues en un debate en vivo, el intérprete reveló su homosexualidad.

La historia de Sir Ian McKellen resulta inspiradora, un verdadero manual de cómo vivir libremente, además de demostrar que a los 84 años, es posible tener una existencia honesta con uno mismo y el exterior.

La vida de McKellen dio un drástico giro el 27 de enero de 1988, cuando ocurrió un hito que lo marcó para siempre.

El entonces parco Ian, conocido por interpretar las obras de William Shakespeare como Rey Lear y Ricardo III en los escenarios, llevaba sus asuntos personales sin sobresaltos a sus 49 años.

Sin embargo, el artículo 28 estaba siendo discutido en el gobierno de Margaret Thatcher. En pocas palabras, la medida imponía la prohibición de enseñar sobre la homosexualidad, que en aquel tiempo era tabú en la rígida sociedad británica.

En este sentido, el actor fue invitado al debate organizado por BBC Radio para discutir el proyecto de ley, tildado por la comunidad LGBTQ+ como homofóbico. Sin pie atrás, McKellen vio como parte del colectivo era desplazado de los lugares públicos. En ese instante, Ian confirmó su orientación sexual al público que sintonizaba el debate.

“He sido gay toda mi vida, sólo que no había venido a la televisión a decirlo”, reveló tras ser consultado sobre su aparentemente repentino interés en la discusión. “Y ahora siento la necesidad de hacerlo, porque el gobierno, con esta nueva ley, ha llevado mi sexualidad privada a la arena pública al redactar una ley al respecto, y por eso he sentido que tenía que oponerme a ella, no sólo como actor que teme la censura, sino también como homosexual al que no le gusta el clima de opinión que se está fomentando con esta ley”.

Por este motivo, años después, el actor recordó que el evento marcó un antes y después en su vida. “Suelo utilizar la imagen de un peso qu e ni siquiera sabías que tenías en la espalda. Ese peso cayó, y me sentí mejor físicamente. Había sentido toda mi vida timidez por ser gay, por algo que no podía contar, y ahora podía entrar en una habitación y sentirme orgulloso” , expresó el actor en 2017 para el documental “Tomando partido”, que repasa su carrera.

La infancia de Ian McKellen

McKellen tuvo una infancia difícil. Nacido en Burnley, el 25 de mayo de 1939. Su familia se mudó a Bolton cuando era muy pequeño. Creció en un ambiente que sabía apreciar las artes escénicas, que le servía para canalizar su timidez. Sin embargo, vivió la muerte de su madre Margerie a los 12 años, mientras su padre Denis, falleció a sus 24 años, lo que fue un duro golpe porque nunca supieron sobre su orientación sexual.

A saber, el actor tiene una hermana mayor de nombre Jean, con quien se crió.

El teatro lo cautivó por completo, siendo los espectáculos costumbristas su primer acercamiento a la actuación. También en este espacio, tuvo su primer despertar sexual. En el documental de su vida, indicó sentirse “atraído por los trabajadores con el pelo grasiento y gorro que hacían funcionar la noria y las atracciones de la feria”.

Así fue que en la actuación encontró una forma auténtica para “lidiar con las emociones y expresarme públicamente, algo que no podía hacer en mi vida real”, afirmó sobre sus primeros años en el clóset, porque “actuar es una actividad profundamente humana. En la escuela usaba un acento distinto al de mi casa para encajar”.

Ian McKellen

En esta línea, el intérprete reflexionó sobre cómo actuar se solapa con la experiencia de vivir, afirmando que “las personas siempre actúan. Cuando se levantan por la mañana, eligen el disfraz que se pondrán, el impacto que buscan, qué faceta de su personalidad van a mostrar”, destacó con sutileza.

Sin embargo, durante gran parte de su adultez “había un silencio en todo lo referente a la sexualidad”, siendo este su motivo para no salir del clóset, pues mantener una relación homosexual era ilegal, según las leyes de la época. “Estaba reprimido, me estaba desarrollando de una forma que no era sana, pero actuando conseguía expresarme y lidiar con mis sentimientos. Era un sustituto de mi interés por el sexo”, reflexionó en el documental.

El éxito de la mano de Shakespeare

Con mucha humildad, el artista ha dicho que nunca aprendió una técnica de actuación, pues no asistió a una escuela de teatro. Para McKellen, el método comienza con la lectura del guion, ya que el texto le entrega pistas sobre las motivaciones de sus personajes mientras bosqueja sus historias.

En particular, parte de su arte es pensar cómo se mueven, la ropa que visten, la inflexión de su voz, explicó a Variety.

Por lo mismo, sus colegas han expresado que siempre demostró dotes para las tablas, destacando cuando con 29 años interpretó a Hamlet por primera vez. Hasta el día de hoy es considerada una leyenda del Royal Shakespeare Company por protagonizar ‘Macbeth’ y ‘Romeo y Julieta’.

McKellen interpretó las principales obras de Shakespeare

Mientras tanto, gracias a su interpretación como Salieri en la obra ‘Amadeus’, ganó en 1981 un premio Tony, el máximo galardón de las artes teatrales. Su nombre en Reino Unido resonaba como un eximio actor.

Al respecto, Ian menciona en cada entrevista que su revelación en televisión también le permitió mejorar en su trabajo.“Lo que pasó, según mis amigos, es que no sólo me convertí en una persona más feliz, sino en un mejor actor”, expresó a BBC.

Es más, Mckellen afirmó que desde entonces puede sentir que se libró de un peso que no sabía que llevaba.

Un ingreso tardío al cine

Por coincidencia o no, la declaración del actor británico se produjo justo cuando desde Hollywood lo llamaron para protagonizar “Gods and Monsters”, la cinta dirigida por Bill Condon -que alucinaba con el profesionalismo del intérprete, quien siempre deposita su confianza en directores que manejan una fibra sensible-.

En la trama, la película repasa los últimos días del director James Whale, quien dirigió Frankenstein. En este caso, McKellen interpreta a Whale, que es gay, mientras entabla una amistad con el jardinero Clayton Boone, interpretado por Brendan Fraser.

Así mismo, la ficción es una crítica hacia el sistema de Hollywood y los prejuicios en torno a la homosexualidad.

El esfuerzo le valió estar nominado a mejor actor, pero perdió ante Roberto Benigni, que destacó por su actuación en “La vida es bella”. Si bien la obra generó buenas críticas por el papel de Sir Ian, el éxito en los premios hubiera encumbrado al inglés como el primer actor abiertamente gay en obtener un galardón.

A través de una punzante reflexión, McKellen esgrimió que “ningún gay ha ganado jamás el Oscar; me pregunto si eso es prejuicio o casualidad”, recogió Vanity Fair. De hecho, si bien Marlon Brando y Kevin Spacey fueron ganadores de Oscars, ambos se revelaron bisexual y gay -respectivamente- posteriormente a sus premiaciones.

Magneto y Gandalf: los grandes personajes de Ian McKellen

Pero lo mejor estaba por venir, puesto que a inicios del 2000, el talento de Ian brilló en dos formidables personajes de la cultura pop, Magneto, archienemigo de los X-Men y Gandalf, el Istar de El señor de los anillos de J.R.R. Tolkien.

Sobre todo en el papel del mutante, el inglés expresó su gusto por darle vida en la pantalla. “Magneto es un guerrero político, dolido, terco, alguien a quien vale la pena interpretar. En toda lucha por los derechos civiles hay alguien como él, dispuesto a utilizar la violencia, frente a la actitud del profesor Xavier, que quiere estar orgulloso de quien es pero al mismo tiempo ayudar a la sociedad”, recoge El Diario de Sevilla.

Magneto y Gandalf

En cambio, por el “peregrino gris” de la Tierra Media, el actor aclaró que fue un rol que lo mantiene fascinado porque rodar la saga durante 15 meses es un recuerdo que lo hace sentir “amado”, pues los miembros del elenco formaron una profunda amistad.

Ian McKellen se mantiene activo

En conversación con Variety, el intérprete no dio signos de una pronta jubilación a sus 84 años. “Nunca he estado sin trabajo, pero soy consciente de que en cualquier momento me puede pasar algo que me impida volver a trabajar”, agregó de entrada.

“Pero mientras las rodillas aguanten y la memoria permanezca intacta, ¿por qué no debería seguir adelante? Realmente siento que soy bastante bueno en esto de actuar”, declaró al medio norteamericano.

También como si las décadas no fueran en vano, junto a Patrick Stewart, los artistas comparten una amistad que se remonta desde hace más de 40 años.

Stewart y McKellen

Sin embargo, desde que protagonizaron las películas de los X-Men, su amistad se fortaleció. “En ese tipo de películas, pasas más tiempo sentado en el tráiler que frente a la cámara, así que Ian y yo salimos juntos, tomamos té, y tal vez por la tarde algo un poco más fuerte, y llegamos a conocernos. El encanto de esto fue que descubrimos que teníamos mucho en común”, indicó Stewart en una entrevista para la serie de YouTube, Web’s Most Searched Questions.

La admiración es tal, que ambos comparten icónicos momentos donde se han besado, incluso Ian casó a Patrick, en una ceremonia oficial junto a su esposa, la cantante Sunny Ozell.