Gerard Piqué se despidió del Camp Nou en un Barcelona ganador y líder de España
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      Gerard Piqué se despidió del Camp Nou en un Barcelona ganador y líder de España

      En su último partido en el estadio catalán, el defensor fue capitán y se retiró ovacionado a 7 minutos del final del 2-0 a Almería. El equipo de Xavi le sacó dos puntos a Real Madrid en la cima.

      Gerard Piqué se despidió del Camp Nou en un Barcelona ganador y líder de EspañaAdiós a un símbolo dorado de la historia de Barcelona. Gerard Piqué se despidió del Camp Nou. Foto EFE/Toni Albir
      Redacción Clarín

      A la última función de Gerard Piqué en el Camp Nou asistieron 92.605 espectadores, récord de la temporada en un golpeado Barcelona. La despedida del central catalán de 35 años llegó este 5 de noviembre, dos días después de anunciar su retiro del fútbol. Y se dio con una victoria, 2-0 sobre Almería, en un equipo líder transitorio de la Liga de España y con él como capitán del club que lo formó y al que prometió volver, aunque ya sea desde otro lugar.

      Siete minutos le quedaban a un partido que el equipo de Xavi dominó de principio a fin pese a que solo le pudo poner dos goles de distancia al marcador, cuando el partido se paró y el último cambio del Barsa llegó. Andreas Christensen llevaba un tiempo preparándose para ingresar y regalarle a Piqué la ovación que merecía.

      Cuando el cartel electrónico marcó la salida del "3", Piqué se mostró emocionado por primera vez en la noche. Se sacó la cinta de capitán que su amigo Sergio Busquets le había regalado para esta ocasión especial y saludó a cada uno de sus compañeros que se le acercaron para abrazarlo en el campo.

      Todos son Piqué. El homenaje de sus compañeros al defensor catalán. Foto Josep LAGO / AFPTodos son Piqué. El homenaje de sus compañeros al defensor catalán. Foto Josep LAGO / AFP

      Luego, entonces, levantó los brazos, agradeció al público que llenó el Camp Nou para despedirlo y aplaudió. Afuera lo esperaban Xavi, su excompañero y ahora DT de su etapa final como profesional, y Busquets -quien ya había salido- en el banco de suplentes para rodearlo de afecto.

      Después de unas temporadas complicadas, con problemas institucionales y consecuentes malos resultados en lo deportivo -además de la impensada salida de Lionel Messi-, Piqué se dio el gusto de dejar un Barcelona como líder de la Liga, aunque solo sea por dos puntos (34 contra 32) sobre un Real Madrid que el lunes visitará al Rayo Vallecano.

      La eliminación de la Champions League en la fase de grupos lo había golpeado. Se hablaba más de él afuera de la cancha -por su ruptura con Shakira, la mamá de sus hijos Sasha y Milan, quienes salieron con él a la cancha en su despedida- y adentro no conseguía estabilidad.

      Atrás habían quedado sus 8 titulos de Liga, sus siete titulos de Copa del Rey, sus 6 Supercopas españolas y sus 3 Champions League en 15 temporadas que lo hicieron un símbolo de la época dorada del Barcelona y que lo premiaron este sábado con un homenaje que comenzó con todos sus compañeros llevando una camiseta con el apellido Piqué y el número 3 en el dorsal y la leyenda Sempr3 en el frente.

      Pudo haberse retirado, quizás, como autor de un gol pero a los 6 minutos le cedió a Robert Lewandowski la ejecución de un penal que cobró el VAR por la mano de Kaiky. El polaco, sin embargo, falló, desviándolo cuando quería asegurar la pelota junto al palo izquierdo.

      Sí pudo retirarse con el arco en cero y su misión como defensor cumplida. Porque, después de un dominio abrumador y un injusto 0-0, el segundo tiempo llegó con goles, los de Dembélé a pase de Busquets y el de Frenkie de Jong, quien estuvo atento en la jugada, se salió del offside y se aprovechó del rebote en el remate del recién ingresado Ansu Fati cuando iban 17 minutos.

      "En la vida te das cuenta que a veces amar es dejar marchar", dijo cuando se paró frente a toda la afición en el centro del campo y rompió en llanto.

      "Yo creo que de tanto amor entre el Barça y yo era el momento de de dejarnos un espacio, un poco de aire, y estoy seguro de que en un futuro volveré -afirmó mientras desde las tribunas bajaba el grito de "presidente, presidente"-. Esto no es una despedida, ya lo dije con 16 años cuando me fui al Manchester United y volví. Como me decía mi abuelo, nací aquí y moriré aquí. ¡Visca el Barça!".

      Ahora, del otro lado de la línea de cal, solo el tiempo dirá de qué forma retornará al club que fue su casa.