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Helmut Berger vivió como lo habría hecho un personaje creado por Luchino Visconti, rodeado de excesos, hedonismo, subidas y bajadas. Nacido en 1944 en el seno de una adinerada familia austriaca, se escapó del internado marista siendo un adolescente y se marchó a vivir a Londres. Eran los 60 y con trabajos esporádicos de modelo, actor de poca monta (o de lo que fuera) exprimió la noche de la ciudad al máximo.
Con 20 años conoció a Visconti, que tenía entonces 38 más que él. Inmediatamente se convirtieron en amantes y a partir de ese momento el director guió su carrera, y su vida. Con él trabajó en películas icónicas, convirtiéndose en un mito erótico para hombres y mujeres. Trabajaron juntos en 'Las brujas' (1967), pero el estrellato le llegó con 'La caída de los Dioses' (1969), donde interpretaba a un perverso nazi pederasta que se travestía como Merlene Diatricth y que le valió una nominación al Globo de Oro. Nació entonces un icono del cine europeo de la época, trabajando reiteradamente con el cineasta italiano en 'Luis II de Baviera' (1973) y 'Confidencias' (1974). También rodó con Vittorio de Sica 'El jardín de los Finzi-Contini' (1970), y a las órdenes de Massimo Dellamano en 'El retrato de Dorian Gray' (1970). Formo, además, parte de grandes producciones de Hollywood como 'Miércoles de ceniza', (Larry Pierce, 1973) junto a Elizabeth Taylor, Henry Fonda y Burt Lancaster.
Al mismo tiempo que crecía como estrella, se convirtió en mito de la vida social encadenando excesos con las drogas, borracheras monumentales y escándalos sentimentales, luciendo ya la etiqueta del hombre más guapo del mundo que le colocaban las revistas. Competía en esto con Alain Delon, y en mucho más. Él mismo contaba cómo se había acostado con su entonces pareja, Romy Schneider, y más tarde con su mujer, Nathalie Barthélemy. En su autobiografía, titulada 'Yo Berger' publicada en 1998, reconocía haber tenido relaciones sexuales con decenas de celebridades de la época, entre ellas Rudolf Nureyev, Ursula Andress, Bianca y Mick Jagger o Jerry Hall.
Una vida de excesos
La muerte en 1978 de Luchino Visconti, con quien vivió una prolongada y tormentosa relación, le dejó devastado. Se consideró siempre a sí mismo su viudo y en los siguientes años tuvo intentos de suicidio y una deriva extrema con el alcohol y las drogas que lastraron su carrera de intérprete.
Durante los años 80 colaboró con dos directores españoles: Antoni Ribas en la trilogía 'Victoria!' (1983) y Jesús Franco en 'Los depredadores de la noche' (1988). Más tarde Francis Ford Coppola lo rescató como uno de los corruptos banqueros en 'El Padrino III' (1990) y Bertrand Bonello lo convirtió en 'Saint Laurent' (2014) en la versión más decadente y envejecida del modisto francés. Por aquella época llegó a participar en un reality show de la televisión alemana similar a 'Supervivientes'.
El realizador Albert Serra contó con él para el montaje teatral 'Liberté' que realizó en Berlín en 2018. Al año siguiente formó parte del reparto cuando llevó este texto al cine. 'Libertè' (2019) fue el último trabajo de Helmut Berger. Según dijo su representante al comunicar su fallecimiento, a los 79 años, el actor admitió: "He vivido tres vidas en cuatro idiomas (hablaba alemán, inglés, francés e italiano). No me arrepiento de nada".
Laura es crítica de cine y periodista cultural. La primera vez que fue al cine vio ‘E.T. el extraterrestre’, y eso no se olvida nunca. Ha escrito sobre teatro, música, arte, fotografía, arquitectura y gastronomía en ‘Elle’ y ‘Harper’s Bazaar’. En ‘Fotogramas’ se especializa en lo que podríamos llamar ‘cine de autor’, aunque toca todos los palos.
Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y se especializó en el conflicto en Irlanda del Norte en la Queen University of Belfast. Lo que le llevó a verse ‘Agenda Oculta’ (Ken Loach, 1990), ‘En el nombre del padre’ (Jim Sheridan, 1997), ‘Bloody Sunday’ (Paul Greengrass, 2002) y todas las películas que tuvieran que ver con el IRA.
Viajó a Cuba para estudiar en la EICTV (Escuela Internacional de Cine y Televisión) de San Antonio de los Baños, donde vio mucho cine latinoamericano y bebió demasiados mojitos. También rodó un documental en la isla lleno de personajes maravillosos. Uno de sus primeros trabajos fue en el canal de televisión ‘Cineclassics’, donde coescribió el documental ‘El cine durante la Guerra Civil Española’.
Adora ‘El imperio del sol’ (Steven Spielberg, 1987), ‘Drácula de Bram Stoker’ (Francis Ford Coppola, 1992), ‘Thelma & Louise’ (Ridley Scott, 1992) y ‘La edad de la inocencia’ (Martin Scorsese, 1993). Pero, en general, siente predilección por las películas pequeñas que cuentan historias en las que nadie se fijaría si se las cruzara por la calle. Le gusta ese cine que vive más allá de los márgenes del entretenimiento.
Ha coescrito el libro ‘Cine y Moda’ (Ed. Pigmalion Edypro) y a lo largo de su carrera ha entrevistado a intérpretes y cineastas como Helen Mirren, Al Pacino, Jessica Chastain, Isabelle Huppert, Juliette Binoche, Julianne Moore, Hirokazu Koreeda, Sam Mendes, Jonathan Glazer, Margot Robbie, Ryan Gosling, Jude Law o Hugh Jackman.
