Artículo publicado el 17 de marzo de 2018 y actualizado.
Salió por la mañana temprano a comprar revistas a un local cercano a su casa llamado News Café. Vovió a su casa, metió la llave en la cerradura y cuando estaba a punto de entrar en su enorme y segura mansión, alguien se acercó y le pegó dos tiros. Uno en la frente. Otro en el cuello.
Eran el último número del semanario People y del mensual Vogue. "Buenas noticias para las piernas feas: cómo mejorar lo que la naturaleza te ha dado", se podía leer en la portada mientras descansaba junto a un charco de sangre.
Vogue costaba por aquel entonces únicamente tres.
Vivía en el distrito de Hillcrest, trabajaba en un restaurante California Cuisine y se solía inventar otras personalidades para sorprender a sus amigos. Durante años se insinuó a hombres gays poderosos y hacía creer a la gente que tenía o bien padres millonarios en Filipinas o su propia fábrica en México. Cuando mató a Versace, Cunanan estaba sensiblemente más gordoque antes y había perdido parte del atractivo que los hombres ricos y poderosos podrían haber visto en él. Otras fuentes, como la revista Time, publicaron que por aquel entonces podía haber descubierto que padecía SIDA.
Las autoridades descubrieron que habían coincidido y mantenido una charla en un club gay de San Francisco (donde ambos vivían a principios de los noventa) llamado Colossus. Un artículo en Vanity Fair indicó que Cunanan se lo había encontrado también en el backstage de la ópera (Versace diseñó los trajes de una producción de la ópera de la ciudad) y le aseguró que se conocían de haberse visto en el Lago Como, Italia, donde Versace tenía una casa.
Un amigo de Cunanan dijo al FBI que él no estaba enamorado ni obsesionado con Versace, sino de alguien que formaba parte de su equipo y trabajaba para él. Puede que un novio del diseñador, incluso.
Antes de asesinar a Gianni Versace mató a dos amigos gays en Minnesotta. Esto fue a principios de mayo. Justo después se mudó a Miami para intentar penetrar en el círculo del poderoso diseñador.
El cadáver de Gianni fue descubierto por el chef de la casa, Charles Podesta, por otro empleado y por su amante Antonio D'amico. Existen fotos de ese momento. No son de buen gusto.
El 17 sus restos fueron incinerados. Su hermana Donatella los llevó a la finca familiar de Milán.
Carteles con tres imágenes de Andrew Cunanan e información sobre su comportamiento y apariencia fueron distribuidos por todo el país. En ellos se podía leer "Alias: Andrew Philip De Silva". "Cunanan podría llevar gafas graduadas. Se sabe que cambia de color de pelo y peso. A menudo se presenta como un tipo rico".
Durante aquellos días Andrés Bruguera, hijo de Andrés Pajares, fue detenido durante unas horas por la policía local de Nueva York porque le encontraron parecido físico con Cunanan. "Lo asumí como una película", dijo Bruguera años después. "Andrew Cunanan era el Bin Laden de aquel entonces".
El 24 de julio se celebró un funeral católico en una catedral de Milán. Acudieron la princesaDiana (que moriría poco más de un mes después) , Caroline Bessette Kennedy (que moriría dos años después) , Elton John y su novio David Furnish, Naomi Campbell, Pavarotti, Giorgio Armani, Karl Lagerfeld y Sting.
Usó la misma pistola que había utilizado para acabar con la vida de sus dos primera víctimas. No fue la misma que acabó con la vida de Versace. La autopsia demostró que no padecía SIDA.
El testamento de Gianni Versace dejó a su pareja Antonio D'amico cincuenta millones de liras y el derecho a ocupar cualquier casa del diseñador en el mundo. Pero muchas de ellas pertenecían a la marca. A Donatella nunca le gustó Antonio, ni tan siquiera en vida de su hermano.
En 1996 redactó su testamento debido a un cáncer en un oído. Por eso se lo dejó todo a sus sobrinos, Allegra y Daniel, con los que tenía una relación mucho más estrecha. En 2004, cuando cumplió 18 años, Allegra se hizo con el control del 50% de la empresa.
Tenía un breve cameo en el documental protagonizado por las Spice Girls en pleno auge de su dominación mundial. Tras su muerte y por respeto a la familia, todas sus escenas se quedaron en la sala de montaje.
Versace quedó para la posteridad como alguien capaz, al menos artísticamente, de cenar en palacios y desayunar en tabernas. A la vez que diseñaba el vestuario para montajes de La Scala de Milán hacía lo propio con algunos vestidos lucidos en 'Showgirls', donde la protagonista pronuncia mal su nombre en una escena que es ya un clásico del white trash: "Bonito traje", le dicen. "Lo compré en Versés", responde.
Un biopic televisivo pasado de rosca se estrenó en 2013, llamado House of Versace. Allí se puede oír a Gina Gershon (estrella, precisamente, de Showgirls) pronunciar con acento italiano y disfrazada de Donatella: "Don't blame it on the drugs! I was crazy before drugs!".
En el último desfile de Gianni Versace, Naomi Campbell iba armada con una pistola. Al final de la pasarela, miraba al frente y disparaba .