El periplo de Gennaro Gattuso en el banquillo del Valencia CF termin� de forma abrupta este lunes cuando, despu�s de una larga reuni�n en la Ciudad Deportiva de Paterna, el club anunci� su marcha "de mutuo acuerdo" del �ltimo t�cnico apadrinado por Peter Lim. En un comunicado, la entidad de Mestalla ha agradecido a Gattuso "su compromiso y trabajo" en estos meses y ha anunciado que, una vez m�s, 'Voro' Gonz�lez dirigir� el entrenamiento del martes y es muy probable que se siente en el banquillo del Bernab�u el pr�ximo jueves. En el club no descartan ni que acabe la temporada.
El Valencia se ha derrumbado en apenas dos semanas, pero ya daba s�ntomas preocupantes. Lleg� al par�n del Mundial con una �ltima victoria ante el Betis (3-0) y 19 puntos, ocho sobre los puestos de descenso. Es cierto que no se acercaba con contundencia a las plazas europeas y que en el c�sped mostraba una inconsistencia que hac�a presagiar que su lugar estar�a en la mitad de la tabla. Fuera de casa s�lo sumaba una victoria por las cuatro en Mestalla, de donde se han llevado puntos el Mallorca o el Elche.
Sin embargo, el regreso a la competici�n fue calamitoso. El Valencia �nicamente ha ara�ado un punto con un empate ante el Almer�a, y ha sido derrotado por Villarreal, C�diz y Valladolid. A los n�meros le han acompa�ado malas sensaciones. La derrota ante los gaditanos sumi� a Gattuso en una honda prepocupaci�n que le llev� incluso a renunciar a su estilo, a su 4-3-3 para fortelecer al equipo con cuatro centrocampistas, un sistema en el que siempre ha reconocido no creer. Le sirvi� para llevar al Real Madrid a los penaltis en la semifinal de la Supercopa y para seguir avanzando en la Copa del Rey. No funcion� m�s, como tampoco el juego menos elaborado y m�s directo.
A Gattuso se le acababan las ideas y el equipo no reaccionaba. "No tengo otra direcci�n en la que ir. Cambiarlo todo al 100% es dif�cil para m�. Hoy hemos tocado fondo", confes� el italiano tras eliminaci�n de la Copa del Rey ante un Athletic demasiado superior en Mestalla (1-3). Su tono ya llevaba varios partidos muy alejado de la energ�a que exhibi� a su llegada al club.
Meriton lo deja sin refuerzos
"No es mi estilo irme a la primera dificultad. Tengo mucho respeto por el equipo", dijo aquella noche en las entra�as de Mestalla que, por primera vez, silb� a su equipo esta temporada.
La esperanza que manten�a el calabr�s es que Peter Lim cumpliera con su palabra de reforzar el equipo en el mercado de enero. A 30 de enero esa posibilidad es remota y ha desencadenado la confesi�n del entrenador a la presidenta, Layhoon Chan, de que no tiene energ�a para sacar adelante la tarea. La idea con la que la c�pula del club acudi� a la largu�sima reuni�n fue la transmitida por Lim: confianza en el t�cnico italiano hasta final de temporada.
Pero las palabras no se traduc�an en hecho. Lim no ha reforzado a un entrenador con el que se ha reunido tres veces desde que lleg� al banquillo, dos en Singapur y otra telem�tica antes de viajar a la Supercopa. No lo ha hecho como �l le ped�a, con jugadores para apuntalar su estilo y cubrir las bajas por lesi�n. Eso le ha costado a Gattuso su credibilidad y al club 11 puntos y puede que tambi�n una semifinal de Copa.
Irascibilidad ante la prensa
Ni estar representado por Jorge Mendes, ni haber sido reclamado por el Valencia en abril del pasado a�o, con Bordal�s a�n en el banquillo, ni haber ejercido de respetuoso portavoz de la propiedad ha salvado a Gattuso del destino de todos los entrenadores elegidos antes y despu�s del par�ntesis que supuso en la historia de Meriton la etapa de Marcelino Garc�a Toral en el c�sped y Mateu Alemany en los despachos.
El efecto Gattuso, con un contrato hasta 2024 y la encomienda de revalorizar a un equipo joven en un proyecto de futuro, le ha durado al empresario singapur�s apenas seis meses.
El desgaste al que se ha visto sometida la figura del entrenador se ha visto acrecentado en las �ltimas horas por sus gestos de irascibilidad ante la prensa, porque no tiene respuestas a qu� le pasa el equipo y por qu� el propietario no respond�a a su petici�n de auxilio, e incluso con errores anecd�ticos como abrazarse a hinchas radicales de extrema derecha al regreso a Valencia despu�s de la derrota en Valladolid.
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