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Legado
Valorado en miles de euros

Las nietas de do�a Concha Piquer subastan en Par�s parte de las hist�ricas joyas que dej� la artista

Concha M�rquez Piquer con uno de los collares que hered� de su madre y que ha sido subastado.
Concha M�rquez Piquer con uno de los collares que hered� de su madre y que ha sido subastado.GTRES
Actualizado

El brilli-brilli del mundo del espect�culo no ser�a tal a no ser por las joyas que sus luminarias bautizaban a su antojo. Ah� est�n "la pista de patinaje" de Elizabeth Taylor, un solitario de 29,4 quilates que le regal� su tercer marido Mike Todd; el "babero" y "el faro" de Sara Montiel, un impresionante collar de esmeraldas de Brasil y un anillo de dos brillantes de m�s de siete quilates cada uno y "la pandereta", el soberbio colgante de brillantes de do�a Concha Piquer.

Sotheby's ha vuelto a ser un marem�gnum de alhajas con la subasta de parte del tesoro de la diva coplera do�a Concha Piquer, quien leg� todo su poder�o a su �nica hija, Concha M�rquez Piquer. Este mi�rcoles pasado, la sucursal de Par�s golpe� el mazo para que coleccionistas y fan�ticos de la canci�n espa�ola puedan lucir un pedacito de historia. Conchita e Iris, las nietas de "la m�s grande" -con permiso de la Jurado- decidieron deshacerse de un 30% de la colecci�n porque son conscientes de que por el tipo de vida que llevan no lucen este tipo de piezas. As� lo confes� Iris a Informalia.

Para saber m�s

El precio de salida m�s bajo fue de 4.000 euros. Al cierre de esta edici�n una de las joyas m�s caras fue un solitario con un diamante talla esmeralda de 10.71 quilates rodeado por otros m�s peque�os de talla baguette montados en platino que alcanz� los 82.550 euros; un reloj de viaje de esmalte, sard�nice y diamantes de Cartier se vendi� por 25.400 euros y otro reloj de pulsera de la maison francesa en oro amarillo, con la corona engastada con un zafiro cabuj�n y correa de piel por 7.620 euros.

Entre las piezas m�s simb�licas se encontraba un collar de siete vueltas de perlas cultivadas con un broche de diamantes y con cierre de diamantes y zafiros con el que fueron inmortalizadas en innumerables ocasiones ambas cantantes y que se adjudic� por 11.430 euros. Hay que constatar que la famosa "pandereta", como no pod�a ser menos, a�n permanece en manos de las herederas a buen recaudo en la caja fuerte de un banco.

El dineral que gan� la Piquer a ambos lados del Atl�ntico lo invirti� en joyas, propiedades inmobiliarias, fincas

Por motivos personales y profesionales Conchita tuvo que quedarse en Madrid, pero su hermana ha estado unos d�as en la Ciudad de la Luz para supervisar todo el proceso de la venta. A diferencia de otras notables figuras del espect�culo patrio como Marujita D�az o la propia Montiel que tras su fallecimiento la madrile�a joyer�a Molina Cuevas vendi� o subast� parte de sus pertenencias, las herederas de la Piquer han subido el escalaf�n.

La p�gina web de la casa de subastas presenta a do�a Concha como el s�mbolo de "la libertad y la emancipaci�n femenina de los a�os 20, con un coraz�n dividido entre el amor, la pasi�n y el dolor. Su voz era capaz de expresar toda una gama de emociones, reflejando sus propias experiencias y las de las mujeres de su �poca".

El dineral que gan� la Piquer a ambos lados del Atl�ntico lo invirti� en joyas, propiedades inmobiliarias, fincas. Nada mal para una mujer que durante su infancia robaba patatas y cebollas en Benicalap para alimentar a su madre y sus hermanas tras el fallecimiento de su padre a causa de la cirrosis. El milagro de su voz la llev� con 13 a�os a Nueva York porque el maestro Penella quiso que actuara en la opereta El gato mont�s en el Park Theatre que el magnate William Randolph Hearst hab�a comprado para proyectar las pel�culas de su amante, Marion Davies.

La primera

En la ciudad de los rascacielos se qued� cinco a�os. Los hermanos Schubert, propietarios de una cincuentena de teatros, la contrataron para deleite de Broadway. En aquella �poca no hablaba ni castellano ni ingl�s. Cantaba en valenciano. En los momentos aciagos se refugiaba en la lectura de su compatriota Blasco Ib��ez para ahuyentar la soledad. Perspicaz y todo un prodigio, aprendi� a hablar y escribir en espa�ol e ingl�s por su propia cuenta. Aquel sufrimiento por hallarse tan lejos de su patria lo mitigaba al actuar con los m�s grandes de la �poca como Fred Astaire, Cole Porter o Al Johnson.

Uno de los hitos en la trayectoria art�stica de do�a Concha que pocas veces se ha tenido en cuenta es que fue la primera actriz del mundo en protagonizar una pel�cula sonora, From far Seville (1923). Durante los 11 minutos de metraje, a sus 17 a�os demostr� su destreza cantando una jota aragonesa, una copla andaluza y un fado portugu�s cuyo sonido e imagen quedaron sincronizados con el sistema Phonofilm. Curiosamente, ser�a Al Johnson quien alcanzar�a la posteridad por El cantor de jazz (1927), que siempre se ha considerado como el primer filme sonoro.