Garabandal, el pueblo del silencio

Hace escasos días, se conocía la noticia del fallecimiento de Mari Loli Mazón, una de las jóvenes videntes de Garabandal. Su recuerdo y memoria siguen estando muy presentes entre los habitantes del pueblo cántabro.

Hubo un tiempo en el que San Sebastián de Garabandal se convirtió en el punto de atención de las miradas de muchos especialistas. Profesionales que dirigieron sus estudios hacia esta pequeña localidad del norte de España y contemplaron los mensajes religiosos que cuatro muchachas de corta edad ofrecieron al resto del mundo.

Han pasado los años y aunque Garabandal ha ido modificando su constitución, el pueblo sigue conservando el halo de misticismo que ya le hiciera famoso en los años sesenta. Una espiritualidad que sigue respirándose a día de hoy, y que se debe a las experiencias vividas por las cuatro protagonistas de las supuestas apariciones.

Mari Cruz, Jacinta, Mari Loli y Conchita. Así se llamaban las jóvenes que, entre 1961 y 1965, transformaron Garabandal en centro de culto y peregrinación. Trances, levitaciones, visiones... Hasta en más de 2.000 ocasiones, las niñas de Garabandal presentaron este tipo de manifestaciones durante el desarrollo de sus conversaciones divinas. Síntomas que provocaron el fervor de sus creyentes y la extrañeza entre los más filosóficos.

Desde entonces, han sido muchas las visitas que la aldea ha seguido recibiendo. Sin embargo, en la actualidad, el llamado "pueblo del silencio" ha ido creciendo y vive inmerso en la tranquilidad y en la creencia de que los mensajes de la Vírgen no tardarán mucho tiempo en producirse.

La humanidad debe cambiar

Dolor y redención. Las oraciones de las niñas hablaban sobre la llegada del fin del mundo, "la Señal". Un momento del que sólo los creyentes se salvarían y tras el que la humanidad comenzaría una nueva vida. Un nuevo rumbo , marcado por la bondad de los hombres. Advertencias de las que desconocemos sus fechas, pero que podrían ser desveladas por Conchita González, en un tiempo no muy lejano.

¿Cómo fue posible entonces que cuatro muchachas, sin relación parentesca entre ellas, presenciaran la aparición de la Vírgen? ¿Cómo fueron capaces de arrastrar a miles de seguidores fuera de las fronteras españolas? ¿Cuándo conoceremos el milagro?

Amables y acogedores, los habitantes de Garabandal siguen todavía reticentes a contestar a muchas de estas preguntas. Enigmas que hoy, trataremos de desentrañar, aquí,en Milenio 3.