El empresario Flavio Briatore ha enfrentado a los pizzeros con productos en sus restaurantes de lujo que alcanzan los 114 euros, cuando en Italia tienen claro que la pizza es del pueblo.
El empresario italiano Flavio Briatore acaba de montar un buen revuelo entre horneros tradicionales al cuestionar la calidad de sus platos y defender los que �l ofrece en sus restaurantes de lujo, mucho m�s caros. Pero en N�poles, cuna de la pizza, tienen claro que la pizza es del pueblo.
En el centro de la pol�mica est� su cadena Crazy Pizza, que cuenta con locales de lujo en Italia, Londres, M�naco, Arabia Saud� y est� a las puerta de abrir otro en Catar. En sus restaurantes, la pizza est� lejos de ser ese manjar barato del pubelo.
Por ejemplo, la cl�sica Margherita, que suele costar entre 5 y 8 euros, en su restaurante vale 15 euros. Una pizza con jam�n cocido se vende por 29 euros, otra con trufa por 49 euros, la r�stica con pimiento, berenjena y calabac�n cuesta 22 euros y la de jam�n Pata Negra, la m�s exclusiva de todas, alcanza los 65 euros.
Pero en el caso de que sus clientes quieren agregar extra como virutas de trufa negra, el precio aumenta en 49 euros. La factura de la pizza se elevar�a as� hasta 114 euros.
El magnate ha atacado a los pizzeros que criticaban los altos precios de sus restaurantes: "Sois unos envidiosos, os adoro porque me hac�is una publicidad buen�sima. Yo soy un genio y vosotros no, esa es la diferencia".
"Hablamos de un producto que pueden comer j�venes, obreros, parados... es popular, no un lujo. Una pizza buena puede costar 7 u 8 euros. Con 60 euros come una familia", explica a EfeGino Sorbillo, due�o del hist�rico restaurante napolitano que lleva su apellido. Los precios de Briatore han indignado a los "pizzaioli" de la capital de este plato estrella, N�poles, cuyo arte culinario fue reconocido en 2017 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Briatore ha respondido a la controversia alegando que en sus restaurantes "parten de un razonamiento muy simple: incluir en la pizza los mejores ingredientes imaginables que se encuentran en el mercado". Adem�s, ha arremetido contra los pizzeros tradicionales: "Te dan un ladrillo de pan con un charco de tomate en el medio... Yo pedir�a a estos muchachos que explicaran c�mo logran vender una pizza a 4 o 5 euros", plante�.
"En Italia, cuando tienes �xito encuentras siempre rabia, no piensan que cuanto m�s triunfas, m�s impuestos pagas y m�s empleo creas. Italia es un pa�s rencoroso, celoso y lleno de envidiosos", atac�. En N�poles, los cocineros m�s emblem�ticos insisten en que una buena pizza puede tambi�n ser barata, tal es as� que sirvi� de sustento incluso en los fam�licos a�os de la Segunda Guerra Mundial.
Como respuesta, el restaurante de Sorbillo, cabeza de un emporio m�s all� de las fronteras italianas, ha vendido estos d�as su pizza Margarita a 4 euros y ha organizado una conferencia para hablar de este producto "s�perecon�mico, sano y genuino".
El presidente de la Asociaci�n Verace Pizza (AVPN), Antonio Pace, critic� a Briatore por obviar que la verdadera pizza napolitana sigue "reglas precisas establecidas en una disciplina culinaria, en los ingredientes, en los tiempos, dimensiones y en su preparaci�n".
A modo de desaf�o, invit� al magnate de la F�rmula 1 a participar en las pr�ximas Olimpiadas de la Pizza para abordar "un debate sereno y amistoso" sobre este plato amado en todo el mundo.
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