En los últimos 20 meses, las limitaciones, ansiedad, miedo y frustración pasaron a ser parte de la cotidianidad de los adultos. El encierro y la falta de contacto con otros niños y con el mundo fuera de casa aumentó los casos de bebés con limitaciones emocionales, motoras, cognitivas y sociales, según Laura Farach pediatra de Kaiser Permanente.