Marlene tiene 44 años y fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en etapa terminal, después de varios meses de exámenes y citas médicas. Bryan Pérez, su hijo, cuenta que la mujer “ya no puede caminar, no puede comer, no puede ni hablar”. Afirma que, pese a las condiciones de salud de su madre, tiene que abandonar el hospital porque no cuenta con un seguro de cobertura médica y la familia no tiene los recursos suficientes para que pueda permanecer ahí.