BARAKALDO: Tena, Pedernales, Torre (Min. 81, Aimar), Artetxe, Borja García, Ekaitz (Min. 81, Pacheco), Buján (Min. 81, Coetezón), Gaztañaga (Min. 46, Huidobro), Orozko, Isuskiza (Min. 57, Laka) y Santiago.

BILBAO ATHLETIC: Gastesi, Rincón, Adama, Eguiluz, Duñabeitia, Jauregizar, Olabarrieta (Min. 75, Palacín), Gerenabarrena (Min. 85, Rego), Izeta (Min. 85, Varela), Ibon Sánchez (Min. 66, Aymane) y Mattheus (Min. 85, Barandalla).

Gol: 0-1: Min. 3; Olabarrieta. 0-2: Min. 39; Izeta. 1-2: Min. 71; Santiago.

Árbitro: Pérez Fernández (Comité castellano-leonés). Expulsó (Min. 63) a Adama Boiro por doble amonestación. Mostró cartulinas amarillas a Olabarrieta, Mattheus, Barandalla, Rego, Gaztañaga, Buján, Ekaitz,

Incidencias: 5 500 espectadores en Lasesarre.  

Dos goles en la primera parte bastaron para que el Bilbao Athletic sentenciara el derbi en la cumbre entre líder y segundo clasificado ante el Barakaldo, poniendo a los cachorros muy cerca ya de su objetivo de conseguir el ascenso directo. La ventaja de los rojiblancos aumenta a ocho puntos sobre los fabriles a falta de seis jornadas para el final de la liga, un colchón bastante generoso a tenor de la trayectoria del filial, en un encuentro en que los de Lezama tuvieron, eso sí, que sudar tinta para poder llevarse los tres puntos. La expulsión, por doble amonestación, de Adama Boiro en la segunda parte, unido al monólogo gualdinegro en ataque en que se convirtió el último tercio del partido, da todavía más valor a la victoria de los de Carlos Gurpegui, que acabaron, además, con dos años de imbatibilidad del Barakaldo en su campo. Los rojiblancos se alzan así como los únicos capaces de vencer, y no una sino dos veces, al Barakaldo en esta Segunda Federación.

Los de Carlos Gurpegi salieron muy metidos, dispuestos a decidir el choque lo antes posible. En la primera jugada de peligro, Adama Boiro ganó línea de fondo por la izquierda y su centro lo cabeceó Olabarrieta a la red. Llegar y besar el santo para quitar a los aficionados las dudas sobre quién manda en este grupo. El gol cayó como un jarro de agua fría sobre un Barakaldo que veía truncadas, al menos de momento, sus esperanzas a las primeras de cambio.

No fue la de este domingo la mejor primera parte de los fabriles, a quienes costó un mundo llegar con claridad al área de Gastesi, bien controlados por una zaga rojiblanca que apenas les dejó margen de maniobra. Un buen pase de Buján dejó solo a Santiago, pero el portero estuvo rápido para evitar el disparo del extremo fabril. Luego, en una falta desde la izquierda, Gastesi salió en falso y el remate de Isuskiza fue desviado por la defensa cuando ya buscaba el gol.

Fue lo más destacable de los de Imanol de la Sota, que vieron cómo los de Lezama seguían dominando. Un disparo de Mattheus escorado a la izquierda se fue muy desviado. A poco para el descanso, un centro de Olabarrieta desde la izquierda lo cabeceó Izeta, nuevamente a placer, para establecer el 0-2 y poner las cosas muy cuesta arriba ya para el Barakaldo.

En la segunda parte cambiaron las cosas radicalmente. Un par de jugadas a balón parado como preámbulo. Orozko cabeceó muy alto un córner desde la izquierda y Duñabeitia hizo lo propio con una falta desde la derecha. A falta de veinte minutos y ya con los cachorros en inferioridad numérica, llegó el gol con el que los fabriles recortaban distancias. Centro goloso de Torre desde la izquierda y cabezazo de Santiago, cruzando por encima de Gastesi. A partir de entonces, los de Imanol de la Sota buscaron el empate de todas las maneras. Borja, tras dejada de cabeza de Ekaitz, lo intentó con una volea que el portero envió a córner. Santiago, con otro disparo desde la frontal, hizo nuevamente al guardameta estirarse para enviar a saque de esquina. Casi al final, una mano providencial del meta evitó el tanto de Cortezón, cabeceando un balón desde la izquierda. Por último, resolvió el intento de gol olímpico por parte de Huidobro desde la izquierda. No hubo manera para los de Imanol de la Sota, que sufrió su primera derrota en Lasesarre en dos años al frente de un Barakaldo que deberá remontar ocho puntos en seis jornadas si quiere lograr el ascenso directo, sin perder de vista a un Logroñés al que tiene ya en el retrovisor a solo tres puntos.