10 curiosidades de la dinastía Maldini

La dinastía de Maldini se agiganta en Milán, ya que Cesare, Paolo y Daniel combinados han alcanzado los 1.000 partidos de la Serie A con la camiseta rossoneri en el partido que esta semana perdió el Rossonero con Juventus, 1-3.

El hijo de Paolo Maldini, Daniel, salió del banco en la segunda mitad del Milán-Juventus, haciendo la aparición número 1000 de un miembro de la familia Maldini con la camiseta del Milán en su sexta aparición con el primer equipo.

Cortestía AC Milan

La dinastía comenzó en 1954 con el padre de Paolo, Cesare, quien jugó 347 partidos de la Serie A con los rossoneri y ganó la primera Champions League con un club italiano en 1962, jugando la final en Wembley contra el Benfica.

Paolo, que actualmente es el Director del Área Técnica del club, debutó en la categoría absoluta en Milán el 20 de enero de 1985, cuando solo tenía 16 años.

El ex capitán jugó 647 partidos de la Serie A con el Milan durante su carrera y ganó 26 trofeos, incluidas cinco Champions League. Su camiseta número 3 ha sido retirada por el club.

Esta historia de tres generaciones tiene mucho para dar. Repasemos diez curiosidades, aprovechando este hito milenario nunca visto en el fútbol.

 

1-La raíz no está en Milan

El origen de los Maldini no está en Milán, sino en Trieste. Allí, a escasos diez kilómetros de la frontera con Eslovenia, nació y creció Albino, el patriarca del clan, al mismo tiempo que se descomponía el Imperio austrohúngaro. En ese lugar, distrito de Servola, , se casó con María Vodeb para dedicarse a ser marino. Y también allí, en 1932, nació Cesare, el primogénito del matrimonio y cabeza del clan milanista. Es en esa localidad, con el Triestina, que a los 13 años se inicia “Cesarone” y conoce a Nereo Rocco, padre del catenaccio.

2-Un debut inesperado

En 1985, Cesare Maldini era el asistente del entrenador de Enzo Bearzot en la Italia campeona del mundo y Paolo adolescente. El Milán lo entrenaba el sueco Nils Liedholm, antiguo compañero de equipo de “Il Padrone”.  Sin embargo, le quiso mantener en secreto que había convocado a su hijo para el partido ante el Udinese. Así, el asistente de la selección italiana se enteró por la radio del debut de Paolo con apenas 16 años. La emoción le desbordó.

3-Para nada un “enchufado”

“Yo me di cuenta enseguida de que iba a ser un gran futbolista, pero me quedé callado porque no quería crearle problemas. No quería que la gente pensara que era un enchufado. Recuerdo que mi hija un día durante un partidillo le hizo una foto. La tengo guardada todavía porque fue como un flechazo. El gesto atlético era ya de un jugador veterano y tenía tan solo 11 años. Lo hice debutar en la sub-21 cuando solo tenía 18 años. Era pronto, pero lo intenté. Coincidimos otra vez en la selección en el Mundial de Francia. Hablaba mucho con todos los jugadores, pero con Paolo muy poco, ya lo conocía lo suficiente. No le di todo lo que se merecía porque tenía miedo a que la gente pensara a que lo había enchufado. A él solo le preocupaba una cosa: en el campo no sabía si llamarme míster o papá”, contó Cesare sobre Paolo en una entrevista a “El País” en 2006.

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4-Paolo, el más leal

En 25 años de fidelidad absoluta, conquistó 7 scudettos, 5 Supercopas de Italia, 1 Coppa de Italia, 5 Supercopas de Europa, 1 Mundial de Clubes, 2 Intercontinentales y cinco Champions. Fueron 902 partidos como milanista, con 33 goles. No hay un jugador en el mundo con tanta fidelidad y tantos títulos en un mismo club como él.

5- El “3” debe esperar aún

Tras su retirada, el Milán apartó el dorsal 3 que lucieron tanto Cesare como Paolo con la promesa de que solo un tercer Maldini podrá portar de nuevo la camiseta con ese número. Daniel ha roto con la línea familiar y está lejos de la defensa, pues juega como extremo, media punta o atacante. Por ahora lleva el 27 en la espalda, ya que el “3” como que no va mucho con su posición. Sin embargo, no se descarta que use ese número en algún momento especial.

6-Cesare dirigió una época especial

Fue asistente técnico de Nereo Rocco, de Bearzot campeón del Mundo y como DT del Milán también ganó ligas y una Recopa de Europa. Sin embargo, “Cesarone” recuerda con alegría su etapa de DT de la sub-21 de Italia la cual dirigió durante diez años (1986-1996) y fue la época dorada de Italia, la de los Cannavaro, Nesta, Maldini, Buffon,  Pirlo… Como se dijo más atrás, su preocupación fue la del “enchufe” de Maldini, pero a Paolo calidad le sobraba.

7-Los otros Maldini

Paolo tiene otro hijo, el primogénito, Christian de 24 años. Él sí siguió la línea paterna de ser defensa pero no fue muy destacado: después de formarse en la juvenil del Milan deambuló por varios equipos y ahora está en el Pro-Sesto, de la misma región lombarda, jugando Serie C. Aparte, Paolo tiene tres hermanas que no intentaron jugar al fútbol: Donatella, Valentina y Mónica.

8-Paolo no se pudo retirar como campeón del mundo

Este año, Maldini confesó en un directo de Instagram  que pudo haberse retirado con un grandísimo trofeo, faltante en su estantería. «Cuando en 2006 (el seleccionador, Marcello) Lippi me llamó, le dije que no por respeto a (el anterior seleccionador, Giovanni) Trapattoni, al que ya había dicho que dejaría la selección. Cuando Italia ganó la final en Berlín contra Francia, pensé ‘ok, tengo mala suerte'». A pesar de sus 26 títulos, Maldini lamentó nunca haber ganado un mundial, pues perdió la final de USA 94 por penales ante Brasil.

 

9-Daniel pintaba para defensa

Daniel (no Daniele, ya que su madre es la exmodelo venezolana Adriana Fossa y pidió ese nombre), emocionó a todos en la celebración de la Champions del Milan del 2007. En la fiesta en el campo de San Siro, a sus cinco años le hizo una barrida con sacada de balón inolvidable a Clarence Seedorf que emocionó a todos y se repitió sin parar en los noticieros de Italia. La elegancia recordaba a su padre. Sin embargo, se decantó por los goles.

10-Coronavirus les atacó

En marzo, cuando aún no se conocían las dimensiones del Covid-19, el mundo fútbol se aterrorizó al conocerse que Paolo y su hijo, Daniel, contrajeron Coronavirus. Afortunadamente, como la mayoría de los deportistas, salieron totalmente ilesos del trance.