Cuando se casaron, el 18 de noviembre del año 2000, ella tenía 31 años y él 56. Esos 25 años que les han separado, y que muchos vieron como un obstáculo, no han sido nunca un impedimento para un matrimonio que se ha consolidado como uno de los más duraderos de Hollywood. Los protagonistas de esta historia son Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas, que actualmente tienen 51 y 76 años.
Ahora, la actriz ha querido hablar de su relación con el protagonista de El método Kominsky y revelar cuál es el éxito de su matrimonio. “Lo primero de todo es que nos lo seguimos pasando muy bien juntos. Mi marido es 25 años mayor que yo, eso no es ningún secreto. Y ninguna relación sentimental sería normal si no hubiera altibajos. Pero nuestra constante es amarnos y respetarnos. Nunca hemos perdido nuestro sentido del humor y todavía disfrutamos mucho de la compañía que nos hacemos el uno al otro”, ha explicado la artista en una entrevista que ha concedido a WSJ Magazine. No es la primera vez que la actriz menciona que el sentido del humor de su marido es lo que la sigue conquistando a diario.
Los actores junto a sus hijos, Dylan y Carys, en el 2015
"Nunca hemos perdido nuestro sentido del humor y todavía disfrutamos mucho de la compañía que nos hacemos el uno al otro”, ha declarado la actriz británica
La protagonista de películas como La Trampa, Chicago o La máscara del Zorro, ha hablado cómodamente de cómo es la convivencia entre dos estrellas de Hollywood. “La razón por la que mi marido y yo pasamos tanto tiempo juntos es que, a diferencia de la mayoría de las parejas, nunca hemos tenido un trabajo constante con horario de nueve de la mañana a cinco de la tarde. Por ejemplo, yo o estoy trabajando 16 horas al día, o no trabajo nada. Y él igual”, ha explicado.
“Gracias a eso hemos tenido a lo largo de nuestra relación la oportunidad de pasar muchísimas horas estando solos los dos. Y gracias a eso pudimos estar viviendo 12 años en una isla de las Bermudas para criar a nuestros hijos. Si a eso le sumas que respetamos el espacio del otro y que nuestro sentido del humor es eterno, no hace falta explicar nada más”, ha detallado.
Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones en una imagen del principio de su relación, en 1999
Su historia de amor comenzó cuando Michael cayó prendado de Catherine tras su participación en La máscara del Zorro, en 1998. Coincidieron por primera vez en un festival donde ella promocionaba la película y él la abordó con una frase de película: “Sabes que voy a ser el padre de tus hijos, ¿verdad?”. Su fama de seductor y su directa manera de acercarse a la actriz británica, de fuerte carácter, hizo que esta le diera calabazas. Sin embargo, un ramo de flores a modo de disculpa y varias citas después pusieron los cimientos del amor que hasta hoy se profesan. El matrimonio tiene dos hijos, Dylan, de 20 años, y Carys, de 17.
La pareja ha tenido que superar algunos contratiempos como la adicción al sexo y el cáncer de él y la depresión y el trastorno bipolar de ella
Pero no todo ha sido como en una comedia romántica. La pareja ha tenido que superar algunos contratiempos que se han ido encontrando por el camino como la adicción al sexo y el cáncer de él y la depresión y el trastorno bipolar de ella.
Fue en el 2010, cuando el hijo de Kirk Douglas fue diagnosticado de un cáncer de garganta que logró superar pese a su avanzado estado. Una enfermedad que el propio actor aseguró haber desarrollado debido a su afición al sexo oral, aunque tiempo después se retractó y pidió perdón a su esposa por el daño que le había causado con sus declaraciones. El protagonista de Instinto Básico se declaró adicto al sexo tiempo después de que su primera esposa, Diandra Luker, se separara de él debido a sus constantes infidelidades.
La pareja en los premios Emmy del 2019
En el 2011, la actriz ganadora de un Oscar por Chicago reveló que padecía depresión y un trastorno bipolar que le llevó a estar ingresada hasta en dos ocasiones. Más tarde se supo que su diagnóstico había estado propiciado en parte por las polémicas declaraciones del actor.
Durante esos tres años aciagos la pareja tuvo que hacer frente a un gran bache en su relación. Después de una breve separación y mucha terapia de pareja, en el 2014 volvieron con más fuerza. “Tuve la suerte de casarme con mi mejor amigo y hemos estado juntos en las buenas y en las malas”, ha reflexionado ella.