La otra victoria de Xabi Alonso o cómo obrar el milagro de ser la gran sensación de la Bundesliga

Xabi Alonso ya es el nombre de moda en la Bundesliga. El entrenador vasco, que ya ganó su partido más importante a Hacienda, ha hecho del Bayer Leverkusen la gran revelación del campeonato alemán, un equipo que se olvidó de los fantasmas del descenso para luchar por las cotas más altas. En menos de un año, el tolosarra llevó a su equipo de ser el penúltimo de la liga a ser el primero, firmando uno de los mejores arranques de todos los tiempos. Y esto solo acaba de empezar.

El Leverkusen ha ganado todo lo que ha jugado esta temporada, salvo el empate a dos cosechado en el Allianz Arena frente al Bayern de Múnich. El conjunto de Xabi Alonso está jugando alegre, bonito, al ataque y con un fútbol combinativo que está llamando la atención en Alemania y fuera de sus fronteras. Es un equipo joven, pero con las ideas claras y, al mismo tiempo, sobrio para saber leer los partidos. Y buena parte de la responsabilidad es de un Xabi que ha dado con la tecla.

Tras pasar por el banquillo del Infantil del Real Madrid en 2018, Xabi Alonso no dudó en aprovechar la oportunidad que le daba su Real Sociedad: coger las riendas de su filial. Solo necesitó un par de temporadas para subirlo a Segunda División. En su año en el escalón de plata del fútbol español, no consiguió salvar a un equipo plagado de canteranos del descenso, si no es menos cierto que su buena gestión desde la banda no pasó desapercibida para nadie.

De hecho, mucho se especuló con la posibilidad de recalar en el primer equipo del Madrid, algo que por entonces no se dio. Sería antes del Mundial de Qatar cuando el Bayer Leverkusen, en caída libre, apostó por él. Por aquel entonces, el conjunto de la aspirina era penúltimo con solo 5 puntos en 8 jornadas. El fantasma del descenso se asomaba por el BayArena y Xabi Alonso llegaba con la difícil labor de tratar de reconducir el camino del equipo. Poco más hubo que decir.

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Kike Marín

Ya en su primer partido goleó por 4 a 0 y empezó a dar pinceladas de su estilo: juego de posesión, defensa de tres con dos carrileros largos, presión en bloque alto, campo muy abierto, combinaciones constantes y fútbol de ataque. No tardó en volver la alegría al Leverkusen que, en cuestión de meses, pasó de pelear por no bajar de categoría a acabar la temporada en sexta posición. Pero solo era el comienzo de su idilio con el Bayer: todavía estaba lo mejor por venir.

Solo ha necesitado un curso más para demostrar que aquello no fue flor de un día ni fruto de la fortuna. Actualmente, el Leverkusen es líder de la Bundesliga y primero en su grupo de la Europa League, no conoce la derrota en los once partidos oficiales que ha disputado y su estilo de juego está haciendo escuela en Alemania. Tanto que el entrenador español es una de las grandes sensaciones del curso, haciendo verdaderas virguerías con su equipo.

Jugadores de renombre como Granith Xhaka, Exequiel Palacios, Jeremy Frimpong o Patrik Schick se han convertido en la base en torno a la que gira el equipo, donde cuatro futbolistas marcan las diferencias: el artista Florian Wirtz, el goleador Victor Boniface, el todoterreno Jonas Hofmann y, sobre todo, el especialista Alejandro Grimaldo. Este póker de jugadores ha empastado a la perfección en el ideario de Xabi Alonso, siendo los que marcan la diferencia.

Grimaldo y Wirtz, marca de calidad

La explosión de Grimaldo ha sido total en el Leverkusen. Tras dejar el Benfica, está demostrando en el conjunto alemán que es un futbolista clave. Tanto, que Xabi Alonso no entiende cómo aún no ha jugado con España: "De la Fuente ya ha visto a Grimaldo y tiene que tomar una decisión. Nosotros estamos encantados con él y vemos en cada partido que juega que es un lateral izquierdo de primer nivel, con cualidades excepcionales y que puede desempeñarse bien en cualquier posición". Casi nada.

Pero el sello de calidad lo pone un Wirtz que, con solo 20 años, es el gran líder del equipo. Con 5 goles -el último, un verdadero escándalo- y 8 asistencias este curso, ya ha olvidado la grave lesión de rodilla del curso pasado y demuestra que es el futbolista del futuro en Alemania. El técnico vasco ha sabido darle galones y el joven ha respondido a la perfección. Marca las diferencias y demuestra que es la extensión del técnico en el campo. Xabi es la gran sensación. Y no quiere que pare.