Las anécdotas de Butragueño en su paso por Celaya. Hoy es su homenaje - ESPN
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Las anécdotas de Butragueño en su paso por Celaya. Hoy es su homenaje

CELAYA -- En el futbol, los jugadores pasan tanto tiempo en entrenamientos, concentraciones y partidos, que llegan a convertirse en una familia y llegan a conocerse no sólo como futbolistas, sino también como personas.

Fueron tres años los que Emilio Butragueño convivió en el Celaya. Tres años de tener una familia mexicana. El ‘Buitre’, que llegaba del Real Madrid mostró su lado más humano y ha dejado grandes recuerdos y gratas anécdotas.

Primero Juan Manuel Álvarez, quien fue su entrenador. Él no creía que a su equipo iba a llegar Emilio Butragueño.

“Los directivos me decían que estaban en España con Emilio y yo decía: “hasta que no esté aquí pueden decir lo que quieran”, esperábamos esos momentos porque a la larga se fue filtrando la noticia de que la directiva del Celaya había contratado a Emilio Butragueño. Para nosotros fue un ¡boom!, desde que llegó se dio a la idea de que iba a trabajar y que no tendría problemas, y hoy si se le pregunta dice “qué tranquilidad tengo en esta ciudad, hago lo que quiero, la ciudad le encantó”.

Luego contó un par de anécdotas más.

“Cuando estábamos aquí no teníamos donde entrenar y una vez nos mandaron a Celanese, llegamos y no había vestidores y dice Emilio: “préstenme un balón”, y se fue a sentar bajo un árbol”.

Otra fue: “Joel Cruz le decía: “¿qué vas a hacer con la ropa?; “llegando a la casa la voy a lavar, la tiendo y la tengo para mañana”. Fue un detallazo porque en los primeros tres meses que estuvo con nosotros no estaba su mujer entonces ropa tampoco tenía. Esas anécdotas para alguien que ha tenido y ha ganado todo hablan muy bien de él, que está bien ubicado, sabe lo que quiere y eso para nosotros fue una cosa espectacular”.

Luego sus compañeros también recordaron momentos con el español. Joel Cruz era uno de los que más bromeaba con Butragueño.

“Mejor hacemos un libro para contar todas las que tengo… tenemos una de cuando fuimos a jugar a León. Emilio no tenía uniforme para jugar y el profesor tuvo que mandar al utilero a comprarle dos camisas de las que venden afuera a 50 pesos, en ese entonces, y con esas jugó y metió dos goles; y como cábala le dijimos que le teníamos que comprar camisas en cada estadio que fuéramos”, recordó Cruz.

Salvador Vaca también llevó a su memoria la imagen de un ‘Buitre’ come frutas.

“Después de cada entrenamiento, cada práctica traía su jitomate bola o su mango ataulfo, una fruta que estuviera súper madura y se batía como niño comiéndola al final de la práctica. Lo disfrutaba, era impresionante la manera en qué se la comía; con aquella humildad como si fuera un niño, un bebé”. José Damasceno ‘Tiba’ recordó que “de repente hacíamos asados y ahí estaba platicándonos sus anécdotas en el Real Madrid”.

En lo que coincidieron todos fue en la gran calidad humana que tuvo Butragueño en el Celaya pese a que venía de uno de los mejores equipos del mundo. Siempre entregado por el bien común.

“Nosotros siempre le decíamos que de media cancha para adelante, que ya no regresara, le decíamos que nosotros hacíamos las cosas, pero no nos hacía caso y siempre iba para atrás. De ese tipo de cosas uno aprende de él. Siempre fue así, no cambia.

“Fueron momentos gratos como persona, como ser humano. Estando con él se aprenden muchas cosas y la enseñanza que nos dejó tanto dentro como fuera de la cancha. Fue fundamental para que haya hecho historias”, comentó ‘Tiba’.

“Nos enseñó muchas cosas, la humildad, el trabajo en equipo, a Emilio lo vamos a recordar siempre, toda la vida. En lo personal tengo consejos que me daba, de ser tranquilo, su misma personalidad lo demuestra y es un gran compañero. Siempre lo vamos a tener en el corazón”, remató Víctor Rodríguez, su excompañero.

Hoy la noche será para él. Reviviendo la final de la temporada 1995-1996 contra el Necaxa, Emilio Butragueño será homenajeado en el estadio Miguel Alemán Valdez.