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Es probable que todos sepan que Verónica es la mujer que con su velo secó el rostro ensangrentado de Jesús mientras subía al Gólgota para ser crucificado. Y el rostro de Jesús quedó impreso sobre el velo. No nos lo cuentan los Evangelios, sino la tradición. A pesar de ello esta tradición entró con tanta fuerza como para constituir una estación en el Via Crucis.
El nombre Verónica podría derivar de la unión de las palabras, latina y griega, ‘vera eicon’, es decir verdadera imagen, o ser una distorsión de Bernike o Berenice, a la que hacen referencia los Apócrifos, identificando a esta mujer con la hemorroísa que fue milagrosamente curada por Jesús, y que vivía en Cesarea de Filipo, en Palestina.
La historia del velo de la Verónica, una de las más importantes reliquias de la pasión, como también la más misteriosa, es muy compleja y llena de contradicciones. Algunas teorías sostienen que el velo de la Verónica deba identificarse con el Velo de Camulia, ciudad cercana a Edesa, donde habría sido hallado por una mujer en un pozo y sucesivamente llevado a Cesarea de Capadocia, la ciudad de la hemorroísa Berenice, aunque existe una confusión en las fuentes entre esta Cesarea y Cesarea de Filipo.
Además del velo de la Verónica, existen y han existido también otras imágenes del Sacro Rostro ‘aquerópitas’, es decir, no pintadas por mano humana, siendo la más famosa de ellas el Mandylion de Edesa o del rey Agbar cuyo original desapareció, pero se conservan algunas copias. Según la leyenda el rey cristiano de Edesa (la actual Urfa, en Turquía), Agbar V Ukkama (13-50), gravemente enfermo, envió una carta a Jesús con el ruego de que lo curara. Jesús envió un pañuelo que habría utilizado para secarse el rostro, doblado en cuatro, sobre el cual se habría quedado impresa su imagen, a la vista de la cual el rey se curó inmediatamente. Algunas teorías sostienen que el Mandylion y la Sábana Santa son la misma cosa, ya que al Mandylion (del árabe, tela) también se le llamaba tetradiplon (es decir, doblado en cuatro), y la Sábana Santa estaba doblada en cuatro cuando fue hallada. El Mandylion sirvió de modelo a diferentes otras imágenes llamadas ‘aquerópitas’ que proliferaron en el siglo VIII. Debido a las luchas iconoclastas que afligían la Iglesia cristiana de Oriente, muchas de estas imágenes llegaron a Occidente para poder ser puestas a buen recaudo y evitar una segura destrucción.
En Roma, concretamente, a principios del siglo VIII el papa Juan VII mandó erigir una capilla en San Pedro dedicada a la Verónica para custodiar esta importante imagen. No se sabe exactamente cómo llegó ni de qué imagen se trata, probablemente del Velo de Camulia, pero a partir de ese momento el Vaticano asegura de que se trata del verdadero Velo de la Verónica y se conserva, junto con las más importantes reliquias, en la basílica de San Pedro, en uno de los cuatro pilares que sostienen la cúpula, desde cuyo balcón se expone el quinto domingo de Cuaresma. La imagen nunca ha sido sometida a un examen científico, por lo que no sabemos si efectivamente es el resultado de unas manchas de sangre o si se trata de una imagen pintada.
También existe el ‘Volto Santo’ de Manoppello, un pueblo de la región italiana de los Abruzos, que para muchos es el verdadero Velo de la Verónica, el que se encontraba en San Pedro del Vaticano, basándose en el hecho que fue puesto a buen recaudo cuando Roma fue saqueada en 1527 por los Lansquenetes de Carlos V, habiendo sido llevado secretamente a Manoppello, visto que fue hallado el marco vacío que aún puede verse en el tesoro de la basílica de San Pedro. La Iglesia lo desmiente y sostiene que la reliquia nunca dejó el Vaticano. La imagen de Manoppello fue sometida al examen de un escáner digital que confirmó que en el tejido no hay rastros de pintura.
La historia de la Verónica, o de las Verónicas y de todas las demás imágenes relacionadas con ella es muy complicada y me doy cuenta que en este artículo la estoy tratando de manera muy simple y resumida. Pero no podía hablar de su iconografía sin dar alguna breve información.
De todas las reliquias existentes, ésta es la que ha dejado la mayor huella en el arte, porque probablemente sea la más representada, me refiero al velo con el Santo Rostro, con o sin Verónica o Jesucristo. En la iconografía de todos los tiempos encontramos centenares o tal vez millares (y no exagero) de representaciones. Desde los primeros iconos hasta hoy en día. Veamos algunas.
Verónica – Icono ortodoxo
Robert Campin (1375-1444) , maestro flamenco, Santa Verónica Städelsches Kunstinstitut, Frankfurt
Maestro de la Santa Verónica – 1395-1420 – National Gallery, Londres
Maestro de la Santa Verónica – 1395-1420 – Munich Pinacoteca
Rogier Van der Weyden (1400-1464) – Crucifixión – Kunsthistorisches Museum, Viena
Derick Baegert (1440-1502) – Cristo con la cruz y la Verónica con el sudario – Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid
Hans Memling (1433-1470) – Santa Verónica – National Gallery – Washington
Maestro de Santa Úrsula final siglo XV (1480-1500) – Verónica con el sudario – Bruges, Bélgica. Colección privada
H. Lutzelmann ? – 1485 – Jesús camino del Calvario – Iglesia de San Pedro el Viejo, Estrasburgo, Francia
Giovanni Cariani (1490-1547) – Encuentro de Cristo con Verónica – Musei Civici di Arte e Storia. Pinacoteca Tosio-Martinengo (Brescia)
Giorgio Vasari (1511-1574) Subida al Calvario – Basílica de Santa Cruz, Florencia
Jacopo Pontormo (1494-1557) – Santa Maria Novella – Florencia
Vincenzo Campi (1536-1591) Subida al Calvario – Colegiata de San Bartolomé, Busseto (Parma)
El Greco (1541-1614) – Verónica – Museo de Santa Cruz – Toledo (España)
Bernardo Strozzi (1581-1644) – La Verónica – Museo del Prado – Madrid
Guido Reni (1575-1642) – Santa Verónica – Museo Pushkin – Moscú
Francesco Mochi (1580-1654) – Verónica – Basílica de San Pedro en Vaticano
Mattia Preti (1613-1699)– Santa Verónica con el velo – County Museum of art – Los Angeles
Juan Valdés Leal (1622-1690)– Jesucristo camino del Calvario y la Verónica – Museo del Prado (Madrid)
Giandomenico Tiepolo 1747-49 – Santa Verónica limpia el rostro a Jesús – Iglesia de San Polo, Venecia
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