Ojos que no ven barreras

«Perder la vista es una putada pero con el paso del tiempo lo maduras y acabas sacando la parte positiva de todo». Esta es la filosofía de Jota, como es conocido el deportista paralímpico José Luis García Serrano, quien perdió la vista a los 28 años a causa de un glaucoma derivado de una forma de inflamación ocular denominada uveítis. Pese a su talante jovial y abierto, no fue fácil para él pues llegó a pesar 110 kilos por el sedentarismo al que se vio abocado inicialmente y por el tratamiento con corticoides, pero decidió coger las riendas de su vida hallando en el deporte una tabla de salvación.

Actualmente está en plena lucha por la clasificación para los Juegos Paralímpicos de París de este próximo verano, aunque ya cuenta con una participación anterior, en Tokio 2020, donde fue diploma olímpico tras batirse junto a otros compañeros en las pruebas de natación, ciclismo y carrera a pie; además de ser oro en varios campeonatos de España, europeos y del mundo.

"La vida se reirá de tus planes"

De cómo perdió primero la vista en el ojo izquierdo y seis años después en el derecho, de cómo llegó al mundo de la competición y de su realización personal habló en Alicante a un grupo de jóvenes en una charla motivacional titulada «Haz planes, que la vida se reirá de tus planes» en la que contó con detalle cómo tuvo que adaptarse a sus circunstancias dentro de las VIII Jornadas Sanitarias organizada por el centro de Formación Profesional de Cruz Roja. Gracias a estas ponencias, el alumnado conoce en mayor profundidad distintas enfermedades, tratamientos, situaciones personales y vivencias que les dotarán de mejores competencias profesionales y personales para su desempeño laboral en el mundo sanitario.

@jotablindgame

Esto es lo que ocurrió con @jotablindgame, que hizo del deporte uno de los pilares que le ha dado impulso en esta nueva etapa de su vida, en la que se ha licenciado en Fisioterapia (trabaja en una clínica en Madrid) y diplomado en Óptica y Optometría. El triatleta acaparó toda la atención de los asistentes contando cómo superó un trance tan grave hasta encontrarse a sí mismo en una nueva etapa vital en la que conoció a Gloria, la madre de sus dos retoños (el mayor nació antes de tiempo cuando estaba en los Juegos de Tokio) y en la que se ha convertido en deportista de élite recordando su primera llamada a la Federación Española de la especialidad que practica. «Dije soy ciego y quiero hacer triatlón. Se hicieron unos segundos de silencio», recordó sobre aquella frase, tan directa como lo es el propio Jota al contar las cosas. 

Salir del hoyo

«Me pregunta la gente muchas veces cuál sería mi recomendación para alguien que está pasando por un momento complicado o una situación parecida a la mía. Para mí la clave está en no dejar de hacer cosas y en seguir tocando teclas. Para mí los cimientos son el deporte, la base de todo, es una filosofía de vida. Otra parte importante es apoyarte en la gente que tienes cerca», como sus padres y hermanos desde el primer momento en que le dijeron que no volvería a ver.

«Reaccionas cuando la gente de tu alrededor está sufriendo incluso más que tú. Me dije tienes que salir del hoyo. Tiré para adelante y encontré la mejor versión del Jota que llevo dentro»

«Reaccionas cuando la gente de tu alrededor está sufriendo incluso más que tú. Me dije tienes que salir del hoyo. Tiré para adelante y encontré la mejor versión del Jota que llevo dentro».

Una vida que tampoco habría sido la misma sin sus compañeros guías y su perra lazarillo Telos.