Empate sin goles y sin apenas ocasiones en el Nuevo Mirandilla. El Athletic fue incapaz de pasar por encima de un Cádiz que supo entender a la perfección el mensaje de Pellegrino, su nuevo entrenador. Los amarillos supieron apretar atrás y crear la suficiente inquietud arriba para maniatar a un equipo bilbaíno incapaz de rematar entre los tres palos de la portería defendida por un dubitativo Ledesma.
El desenlace del choque, cierto es, pudo ser otro a nada que el árbitro del encuentro, o en su defecto el del VAR, hubiese reparado en un tan claro como innecesario penalti de Fali sobre Nico Williams en el tiempo de prolongación. Cierto es que las protestas de los leones tampoco resultaron lo suficientemente encendidas y llamativas para que los jueces del partido reparasen en la misma. Mucha tecnología, pero si a los que tienen que ver las infracciones les falla la vista...
No haría bien el conjunto bilbaíno, en cualquier caso, en escudarse en esta acción para justificar este pobre encuentro. El equipo gaditano supo aferrarse al plan trazado en la pizarra por su nuevo míster. Se trataba por encima de todo de que el Athletic no pudiese jugar como le gusta y de estar atentos arriba para aprovechar cualquier aproximación ante el marco de Unai Simón. El portero alavés, de hecho, evitó males mayores antes del descanso.
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La rotación masiva llevada a cabo por Valverde no surgió el efecto buscado. El equipo bilbaíno nunca dio a su fútbol la velocidad que le gusta, aunque en ello, lógicamente, también tuvo mucho que ver el planteamiento y la ejecución del mismo de los locales. Adu Ares antes del descanso y Nico Williams en la recta final del choque fueron los únicos rojiblancos que dieron sensación de poder hacer daño. El resto lo intentó, pero con más pena que gloria.
Los bilbaínos culminan estas dos salidas ligueras consecutivas con un bagaje de un punto sobre seis, un solo gol en contra y ninguno a favor. El Barça, eso sí, hincó la rodilla en San Mamés entre uno y otro desplazamiento.
Siete cambios
Pellegrino sólo presentó dos cambios en su once: Iza por Zaldua y Sobrino por Sergi Guardiola. Valverde, en cambio, introdujo siete. La vuelta de Yeray en detrimento de Paredes fue la más llamativa.
La igualdad imperó a lo largo de un peleado y aburrido primer tiempo. Alcaraz, con un tiro de falta bien desviado por Unai Simón, y Alejo fueron los primeros en disponer de ocasiones de gol. Las visitantes llegaron con la firma de Adu Ares, pero en ninguno de sus dos intentos puso en peligro a Ledesma. El primer tiempo sólo dio para otro tiro de Sobrino bien resuelto por el portero rojiblanco.
Valverde, visto el panorama, optó por tirar de banquillo en el inicio del segundo periodo. Triple cambio para dar entrada simultánea a Yuri, Jauregizar y Sancet. El Athletic dio un paso hacia delante, pero el Cádiz supo sufrir atrás y aprovechó el aliento de su afición para mantenerse firme. Nico Williams, con Adu Ares lesionado, y Guruzeta vinieron a reforzar la apuesta ofensiva del Athletic.
La insistencia bilbaína a nivel atacante fue bien controlada por la defensa local con protesta final incluida por la ya comentada acción de Fali sobre Nico Williams en el tiempo de prolongación dentro del área gaditana de la que ni el árbitro ni el VAR quisieron saber nada.
Cádiz: Ledesma; Iza, Fali, Chust, Pires; Alejo, Alcaraz, Escalante, Robert Navarro (Brian Ocampo, m. 79); Sobrino (Sergi Guardiola, m. 73) y Chris Ramos (Álex Fernández, m. 85).
Athletic: Unai Simón; De Marcos, Yeray, Vivian, Lekue (Yuri, m. 52); Ander Herrera, Vesga (Sancet, m. 52); ,Iñaki Williams, Unai Gómez (Jauregizar, m. 52), Adu Ares (Nico Williams, m. 61); y Villalibre (Guruzeta, m. 70).
Árbitro: Busquets Ferrer (Comité Balear). Amonestó con cartulinas amarillas a Vesga (m. 23), Lekue (m. 45+1), Alcaraz (m. 47), Fali (m. 73), Alejo (m. 78) y Escalante (m. 89).
Incidencias: Partido de la jornada 22 de Primera División, disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante 18.839 espectadores.