Los dos últimos partidos han sumido al Athletic en un auténtico baño de realidad. Los leones, que tenían abierta la vía europea a través tanto de Liga como de Copa, se han quedado de la noche a la mañana con un panorama un tanto desolador. A falta de doce jornadas para la conclusión del campeonato; el torneo del KO ya es historia, lo mismo que la Supercopa del próximo año, y el de la regularidad se ha puesto sumamente caro y complicado.
Todo empezó el pasado domingo con la derrota por 4-0 ante el Barça. Marcelino condicionó la alineación del Camp Nou a la visita a Mestalla y su equipo menos habitual sufrió una dura goleada. De haber ganado en la Ciudad Condal, el Athletic se hubiese quedado a dos puntos del equipo de Xavi, cuarto en la tabla. Ahora, a falta de doce jornadas para la conclusión del campeonato, sigue en octava posición a siete puntos de una Real, sexta, que tras caer por goleada en San Mamés ha sumado dos victorias consecutivas y a cinco de un Villarreal, séptimo, que continúa vivo todavía en la Champions.
Lo de Valencia de ayer también resultó un auténtico varapalo para el club bilbaíno. Los leones cayeron por la mínima ante un equipo de Bordalás que supo nadar y guardar la ropa. Los de Marcelino carecieron esta vez de su habitual capacidad de reacción en este tipo de eliminatorias. Fin al sueño de disputar tres finales de Copa consecutivas, fin a la posibilidad de ganar un título y fin a la participación en la próxima Eurocopa. ¿Y ahora qué?