El día más largo

Muchos comentarios, tanto favorables como desfavorables, se han hecho a lo largo de los años sobre las cualidades y defectos de este trabajo, que desde mi punto de vista se encuentra entre los productos interesantes del cine bélico, que sin duda son varios, pero tampoco tantos como para necesitar una vida entera para descubrirlos.

"El día más largo" creo que ha de ser comprendido, ante todo, no como un testimonio de una de las acciones bélicas más importantes de la Segunda Guerra Mundial, sino como un gran homenaje a los vencedores occidentales (que no orientales, es decir, los soviéticos). No es el único de esta especie en historia del cine bélica, pero el Desembarco de Normandía tiene la particularidad de representar el momento del cambio de signo definitivo del conflicto: si los aliados en 1944 ya contaban con la superioridad bélica, el éxito de la invasión había de permitir materializar la liberación de los territorios ocupados y la penetración continental hasta Alemania desde Francia. Un evento que hubo de esperar a que las condiciones armamentísticas de los aliados fueron las idóneas y que frenó o paralizó otras iniciativas bélicas durante más de un año. Pero también fue el mayor despliegue bélico conocido hasta la fecha y el retorno a un país, Francia, que los ingleses debieron abandonar años antes en la dramática evacuación de Dunkerque y al que ahora retornaban con el apoyo masivo de las fuerzas armadas estadounidenses, erigidas en 1944 como los principales protagonistas de la guerra en el Occidente europeo.

El principio del fin de la ocupación alemana de Francia, la magna operación bélica, la definitiva entrada en acción estadounidense... Todo ello es lo que se homenajea, dentro de un clima triunfalista, con un gran despliegue de medios, combinando el espíritu de la comedia y la tragedia y, desde luego, con un discurso patriótico totalmente explícito y de estilo inequívocamente yankee. Así las cosas, surge un retrato de gran calibre, aunque sin duda no una obra maestra puesto que, excepto por su carácter de homenaje y a pesar de la calidad del reparto, está conducida dentro de unos cánones compartidos por multitud de películas sobre la Segunda Guerra Mundial. Sólo la inversión en medios y el objetivo que pretende representar la hace diferente, lo cual no basta para elevarla a los altares, pero sí para que sea un buen trabajo y un film muy recomendable de ver.

Enorme producción estadounidense que relata los acontecimientos de uno de los días más importantes no solo de la II Guerra Mundial, sino en la historia de la humanidad, conocido como el Día D o bien el Día más largo.

El 6 de junio de 1944 más de medio millón de soldados aliados cruzaron el Canal de la Mancha hasta llegar a las costas de Normandía, para iniciar la operación de liberación de Francia para proseguir hasta Alemania. Sin dejar de lado a los grupos de paracaidistas que temprano esa madrugada llegaron a tierra para comenzar el combate.

La película comienza mostrando los días previos a la operación, donde se nos van presentando distintos altos mandos de los ejércitos, así como se van viendo los preparativos que ejecutaron tanto los aliados como las fuerzas del III Reich para hacer frente a la invasión, es así como vamos viendo las dos perspectivas claramente diferenciadas.

El film se toma su tiempo en mostrarnos todo eso, lo cual sirve como antesala para el enorme combate que es mostrado de forma excelsa durante la segunda mitad del metraje de tres horas de duración en total, llena de secuencias enormes, tristes, memorables y hasta graciosas (muy sutilmente) por momentos.

El film busca ser lo más históricamente correcto, y sin duda lo logra, es una obra que ciertamente por momentos se siente muy documentalista, pero esta es una cuestión que personalmente no afecta la percepción de la película, que busca ser lo más fiable y realista posible, de ahí que el valor histórico que tiene un film como este es incalculable.

The Longest Day es una gran película, no solo a nivel de producción sino hasta por el resultado que tiene, que no falla en ningún momento y que logra mantener la atención en todo momento, con un reparto de lujo pero con un personaje principal claramente definido: el día del desembarco, el día de la batalla, el día más largo.

Nota aparte:

Sin duda, dentro de la gran cantidad de aciertos, me parece que el mejor es ver a cada una de las partes involucradas hablar su idioma natural, y no escuchar acentos que suenan hasta forzados.

El día más largo de Ken Annakin, Andrew Marton y Bernhard Wicki es un film bélico de acción histórico que expone el desembarco de Normandía desde varios puntos de vistas y zonas de enfrentamiento. Dirigida con un ritmo vigoroso y con un estilo bélico e histórico que se acopla a los hechos ocurridos tanto antes como durante el combate, es una gran obra que sirve como un eficaz documento histórico para todos aquellos que quieran conocer una de las batallas más conocidas de la historia, apasionando a su paso tanto por sus múltiples escenas bélicas en distintas partes como también por tener uno de los mejores elencos actorales que se han reunido en un mismo film, para deleite de todos los cinéfilos clásicos amantes del género.
La fotografía en blanco y negro está bien cuidada en detalles alusivos que te transportan in situ, gracias a unas imágenes inspiradoras e impactantes en las batallas que cumplen con una labor atractiva y desde luego portentosa. La música es militar y clásica, estimulando al público con sonidos alentadores que son usados solo en determinados momentos para no desviar la atención del público en la acción. Los planos y movimientos de cámara consuman un magnífico trabajo técnico que se centra en la acción mediante el uso de los subjetivos, panorámicos, reconocimiento, avanti, grúas, generales, aéreos, seguimiento, primeros planos, travellings y cámara en mano que culminan un fastuoso trabajo.
Las actuaciones son auténticas y remarcables en uno de los mayores elencos actorales de caras conocidas que ha dado el cine. Interpretan entre muchos otros John Wayne, Robert Mitchum, Henry Fonda, Richard Burton, Sean Connery, Rod Steiger, Robert Ryan, Robert Wagner, Mel Ferrer, Richard Beymer y Gert Fröbe. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones evocadores a militares según el ejército y rango en una excelente labor que junto con los soberbios decorados de exteriores e interiores, te transporta a cada uno de los escenarios de forma sobresaliente. Cabe destacar también, unos efectos visuales competentes y notables para la época que enardecen la violencia, las explosiones y las batallas.
El guion, escrito por Cornelius Ryan y basado en su propia novela, es un fiel retrato del día D desde los dos bandos y distintos sectores para mostrar ampliamente y a grosso modo el desembarco de Normandía, desde su espera previa y retrasos por las condiciones climatológicas hasta la batalla y victoria final, todo en 3 horas del mejor cine bélico para situar al espectador eficazmente el día que cambió la historia y marcó el comienzo del fin de la tiranía nazi. Además, tiene el aliciente de tener en su interior uno de los mejores elencos actorales que ha dado el séptimo arte. Esto se lleva a cabo con una narrativa típica de militares que es clásica y desde luego expresiva para llegar con profundidad al espectador, en una gran labor que acapara la total atención del público.
Concluyendo, la considero una obra inmortal e indispensable en el género bélico por exponer ampliamente el desembarco de Normandía desde muchos puntos de vista y distintas batallas que muestran al público a grosso modo la magnitud de una de las batallas más míticas de la segunda guerra mundial. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, montaje, efectos, planos, movimientos de cámara, vestuarios y narrativa que hacen de El día más largo, un film esencial en el género bélico e histórico para todos los cinéfilos clásicos que les guste además disfrutar de un amplio elenco actoral de caras muy conocidas y respetadas.

Película que fue una fuerte inspiración para Steven Spielberg para su gran obra "Salvar al soldado Ryan", y que nos narra la historia de uno de los momentos cruciales de la II Guerra Mundial.
Su trama nos expone el complejo desembarco de Normandía expuesto desde varios puntos de vista. Y es que la historia nos presenta la preparación y el desarrollo desde la posición de los americanos, los ingleses, los franceses y por supuesto los alemanes.
Hay que reconocer que la película es realmente impresionante para su época en lo que a imágenes se refiere. Y es que los directores realizan una compleja dirección y, uno puede ver escenas donde intervienen miles de extras, con barcos, aviones y explosiones. Y todo ello sin ningún trabajo de efectos especiales. Así que dichas escenas cuentan con un realismo superlativo haciendo que todo parezca rodado en la época.
Es cierto que el dramatismo no acompaña a esas escenas, y es que aunque uno observe muertes y asesinatos; uno nota que falta ese miedo y esa situación crítica. Y es que cuenta con algunas escenas muy brillantemente rodadas, pero que parecen que los soldados americanos llegan a la playa y deben defenderse de unos pocos alemanes a los que hacen frente. No se observa esa complejidad de comienzo de invasión, ya que avanzan a gran velocidad y con pocas víctimas (o por lo menos no se ven).
Este sería el único aspecto negativo que le saco yo a esta película, y que décadas después el señor Spielberg rectificó. El resto, hay que reconocer que se trata de un film formidable con un guión muy interesante y, con una dirección más que brillante.
Un gran elenco forma parte de este reparto coral, en el cual todos realizan un gran trabajo y aportan su enorme talento para que este desembarco sea un gran éxito. Actores como John Wayne, Robert Mitchum, Henry Fonda, Richard Burton, Richard Beymer, Sal Mineo, Sean Connery, Rod Steiger o Peter Lawford son algunas de las increíbles estrellas que se pueden ver.
La fotografía y el montaje también son formidables. Uno puede disfrutar con esas imágenes en un precioso blanco y negro que dan más formato de documental; y que están montadas de una forma que todo lo que uno ve resulta mucho más realista.
En fin, "El día más largo" es sin lugar a dudas una de las películas bélicas imprescindibles de ver. Un film que aunque tenga 3 horas de duración, en ningún momento se hace pesado. Y ello es debido a que está rodada con una precisión muy brillante para su época. Una pena que el dramatismo en algunas escenas es casi imperceptible, y eso es un poco incomprensible cuando uno ve el momento histórico que se narra.

Ken Annakin, Andrew Marton y Bernhard Wicki firman esta cinta épica conmemorativa del histórico desembarco, con todos los medios del mundo a su disposición y extrañamente facturada en blanco y negro. Lógicamente, el punto de vista es siempre el de los vencedores, pero los soldados alemanes no quedan estupidizados como en tantas otras cintas americanas sobre la Segunda Guerra Mundial. En cualquier caso, y dejando para los expertos la fidelidad histórica, que parece mucha, en cuanto a la factura cinematográfica, es impecable. Es de esas superproducciones en que se ve el dinero gastado (porque hay algunas en que, aparte de ser malas, ni siquiera se ve), y está llena de momentos logrados que se quedan en la memoria por los detalles, los actores y la forma en que están hechos.
Hay secuencias enteras de rodaje y montaje admirables, como la de la feroz batalla en el pueblo que tiene un puente y un casino, Ouistreham, que incluye emotivos momentos como el de las monjas enfermeras, y un formidable plano-secuencia general, cámara moviéndose un gran trecho con elegancia desde lo alto, supongo que desde una gigantesca grúa especial o desde un helicóptero sin vibración, porque toda la toma es perfecta, de toda la acción bélica, plano coral largo, medido y sincronizado todo, las amplias carreras con actores o extras reales, las explosiones, las caídas..., supongo que obra de Andrew Marton, ¿o la dirigió Annakin?, una coreografía genial que apenas puedo imaginar cómo se pudo hacer para sincronizar toda esa acción que transmite la sensación de un periodismo especialmente bien filmado, más que de una escena preparada de cine.
Tampoco se puede dejar de mencionar el acierto al escoger a Bernhard Wicki, autor de la magistral "El puente", para dirigir las partes alemanas, y cómo en las escenas británicas, Annakin sabe introducir retazos de conseguido humor que dan adecuado contrapunto.