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“Perdonad, que vengo con mala cara porque con mi niña (se refiere a su hija Yanay, de 2 años) no descanso mucho, ¡es maravillosa, pero no para y te quita toda la energía!”, dice Edurne (Madrid, 1985) nada más llegar a nuestro plató para sumergirse en un intenso ‘shooting’. Nadie lo diría, está resplandeciente. Parece que por ella no ha pasado el tiempo desde que, en 2005, ‘Operación Triunfo’ se cruzó en su camino. El concurso fue la catapulta a una fulgurante carrera que alcanzó su cénit en 2015, cuando representó a España en Eurovisión.
“He evolucionado mucho desde entonces: antes era un mar de dudas, ahora tengo las cosas claras y hago lo que quiero con total libertad”, reflexiona. De hecho, compagina la música con su labor como jurado en el programa de televisión 'Got Talent', es embajadora de la firma de joyas Pandora y en otoño lanzará su octavo álbum, en cuya producción y composición está inmersa.
¿Cómo será tu nuevo LP?
Tendrá un sonido un poco más dosmilero. Quería volver a mis inicios, que tantas alegrías me dieron. Hay colaboraciones con artistas como Nía y Yarea.
¿Qué te han aportado?
Todo. Aparte de aprender de ellas, la mezcla de estilos da magia a la música, y poder compartirla con mujeres tan potentes es un regalo.
¿Qué artistas te inspiran?
Me gustan las mujeres empoderadas, con personalidad, como Pink y Beyoncé. También Whitney Houston y Ana Belén.
Tu último ‘single’, ‘Fresas y champán’, se centra en quererse a una misma. ¿Nos sigue costando aún?
Sí, yo he pasado por ello. Las chicas siempre hemos tenido la presión de intentar agradar a los demás y nos hemos olvidado de lo que nos gusta para priorizar lo que les gusta a los otros. Esto a los hombres no se les exige, no se les pide tener que estar delgados, bien peinados… Ni se les juzga tanto. Afortunadamente, nos estamos dando cuenta de que nos tenemos que querer y hacer lo que deseamos, le parezca bien o no al resto. Porque no se puede gustar a todo el mundo.
Mejorar la autoestima no es tarea fácil. Del uno al diez, ¿cómo está ahora la tuya?
Está en el diez. Me siento plena desde que he sido mamá, a pesar de que muchos piensen que ser madre implica que ya no eres joven ni divertida. Te cambia la vida, pero eso no te quita de sentirte 'sexy' y poderosa. A mí, además, me ha hecho valorar las cosas realmente importantes.
¿Como por ejemplo?
El aprovechar los pequeños momentos. La vida pasa demasiado rápido y cuando eres joven no te das cuenta, porque tienes menos responsabilidades (se ríe).
Tu canción está en sintonía con ‘Flowers’ de Miley Cyrus y la última de Shakira. ¿Ha llegado el momento de que las mujeres dejen de llorar por amor?
Yo creo que sí… O al menos, de poner ciertos límites al sufrimiento y decir: “Oye chico, pues si no quieres estar conmigo, peor para ti, porque yo lo valgo”.
Recientemente has salido en defensa de Shakira. ¿Hasta qué punto es importante la sororidad?
Las mujeres nos tenemos que apoyar, pero también es necesario que lo hagan los hombres. Es cosa de todos.
¿Hay sexismo en la música?
Sí, claro, yo he vivido situaciones en las que se me ha dicho: “No vayas con esa falda tan corta” o “¡uy, cuánto escote!”. Aparte, hay mayor cantidad de artistas masculinos que femeninas y lo tienen más fácil que nosotras para actuar en ciertos sitios.
¿Se solucionaría rompiendo los techos de cristal para que hubiese más directivas en la industria?
Por supuesto, faltan más mujeres en altos cargos de los que toman decisiones, porque ellas sí son conscientes del trabajo que hay por hacer.
También has vivido en primera persona el machismo procedente del mundo del fútbol.
Ahí sí que hay cosas que cambiar (se ríe). No soy la única mujer de un futbolista (su novio es David de Gea, portero del Manchester United) a la que se la ha etiquetado como “novia de” o a la que se le ha echado la culpa cuando pierde el equipo de su pareja. Hay que legislar en contra del machismo en el deporte.
Tal como dices en tu sencillo, ¿los golpes te han ayudado a mejorar?
Sí, me han servido para luchar por lo que quiero y tener lo que tengo.
¿Hubo un antes y un después a raíz de tu paso por Eurovisión?
Claramente. Las críticas me hicieron más fuerte. Aprendí a quedarme con las constructivas y a ignorar las destructivas que me hacen daño.
La ‘playlist’ de Edurne
Si quieres saber qué canciones empoderan a la cantante, ¡dale al ‘play’!
Te hemos visto emocionarte en ‘Got Talent’ en diferentes ocasiones. ¿Eres de lágrima fácil?
Mucho, soy muy sensible. Llorar te limpia por dentro.
¿Eso te ha hecho meterte al público en el bolsillo?
No lo sé, siempre me he mostrado tal como soy, muy positiva, cero problemática… No sé interpretar papeles.
Fuiste ganadora de los concursos ‘Tu cara me suena’ y ‘Más que baile’. ¿Eres muy competitiva? Porque a veces la ambición en las mujeres se penaliza…
(Piensa). A ver, sí, pero también muy jugona (me encantan los juegos de mesa) y ambiciosa, en el sentido de hacer bien mi trabajo. Soy muy perfeccionista.
Hablando de juegos, te flipan los Funkos...
Sí, tengo más de 700. Me regalaron uno de Rapunzel, que es una de mis películas favoritas de Disney, y así empecé mi colección. Incluso he conseguido uno mío, otro de David y otro de Yanay (se ríe).
¿Cómo te organizas con tu chico teniendo una hija en común y viviendo separados?
Tengo la suerte de poder compaginar su cuidado con mi trabajo. David y yo lo llevamos muy bien, estamos juntos desde hace doce años. A pesar de ser una relación a distancia, hemos sabido compenetrarnos perfectamente y apoyarnos en nuestras profesiones mutuamente. Además, nos vemos todos los meses.
¿Os habéis planteado en algún momento casaros?
Casarse no tiene por qué implicar pasar por un altar. Te une más tener un hijo que unos papeles. De todos modos, llevo diez años escuchando esta pregunta, así como la de “para cuándo los hijos”. Y nunca he visto que a mi chico le pregunten por esto. Hay mucha presión social hacia las mujeres con estos temas.
¿Qué proyecto soñado te queda por cumplir?
Tengo muchos sueños, pero el principal a corto plazo es irme a Latinoamérica con mi música, porque sé que hay mucha gente allí a la que le encantaría que fuera.
Maquillaje y peluquería: Lucía Vilamalla para Guerlain. Asistente de fotografía: Pedro Martínez. Asistente de estilismo: Daniela Urrutia. Producción: Marta Sánchez.
Redactora jefe de COSMOPOLITAN, Ana M. Jiménez es experta en sexo y relaciones de pareja, temas de los que lleva escribiendo desde hace dos décadas. En su agenda figuran los nombres de los sexólogos más reputados (una vez uno le dijo que su tema sobre el orgasmo femenino era digno de una tesis doctoral, ojo al dato). Y en su ‘portfolio’ abundan los artículos sobre nuevas técnicas sexuales, las posturas más placenteras o lo último en juguetes eróticos (por supuesto, los prueba antes, profesionalidad ante todo). Los entendidos piensan que se le da bastante bien, tanto que cuando trabajaba en la revista ‘Quo’ recibió el primer Premio Periodístico Daphne por un reportaje sobre anticonceptivos. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, su trayectoria profesional ha estado ligada a cabeceras como ‘Elle’, ‘Ragazza’ y ‘Elle Decor’ antes de llegar a COSMOPOLITAN, donde también crea contenidos sobre viajes, gastronomía y libros. Si ya lo estabas pensando, te lo confirmamos: su especialidad son los pequeños (y grandes) placeres de la vida. Quédate con su nombre si buscas información sobre cuestiones amorosas, ideas para hacer una escapada o los nuevos restaurantes de moda.
