Manuel Ruiz de Lopera, durante un acto.

Manuel Ruiz de Lopera, durante un acto.

Fútbol

Lopera, el hombre que cambió la historia del Betis: una Copa, Joaquín y fichajes millonarios

El que fuese presidente del conjunto verdiblanco ha fallecido tras varios días ingresado en la UCI por una diverticulitis.

24 marzo, 2024 00:47

Manuel Ruiz de Lopera era uno de esos hombres del fútbol antiguo, un peculiar personaje que traspasaba más allá de los terrenos de juego y un completo devoto que trasmitió su fervor al Real Betis Balompié durante años. El que fuese presidente del conjunto verdiblanco ha fallecido este sábado a los 79 años en su domicilio, diez días después de ser dado de alta, y con él se va parte de la historia del club andaluz.

'Don Manué', como así era conocido, entró en la directiva del Betis allá por 1991 a través del presidente de aquel entonces, Hugo Galera. A partir de ahí, estuvo casi dos décadas estrechamente relacionado con el club, incluidos sus amores y desamores, tras hacerse con el poder total de la entidad. Se marchó en 2010 fruto del hartazgo de los aficionados con su gestión, aunque él siempre siguió mirando de reojo la actualidad del equipo de su corazón.

Fue uno de los presidentes más conocidos del fútbol español y revitalizó al Betis hasta tal punto de ganar un título tras décadas de sequía. El conjunto verdiblanco ganó la Copa del Rey en 2005 y lo clasificó para la Champions League, lo que hizo pasar a la historia del club como uno de los mandatarios más icónicos de la entidad.

Manuel Ruiz de Lopera en una imagen reciente.

Manuel Ruiz de Lopera en una imagen reciente. Raúl Caro EFE

Eso sí, el éxito no fue del todo continuado y acabó con el Betis descendiendo varias temporadas más tarde a Segunda División, dando lugar a una crisis de grandes magnitudes que tenía en él a uno de los principales artífices y que terminaría con el club entrando en concurso de acreedores poco después. Tocó las mieles de la gloria, pero también sintió en sus carnes el ardiente fuego de la cruda realidad.

Pero además de éxitos en los terrenos de juego, Lopera también protagonizó numerosas polémicas. Una de ellas involucró a uno de sus jugadores franquicia como Joaquín. Ante su negativa a venderlo a donde quería irse el futbolista, el por aquel entonces presidente decidió cederlo al Albacete a modo de escarnio. Eso sí, esa operación nunca llegó a fraguarse y finalmente terminó con el ídolo del beticismo en las filas del Valencia.

Tanto fue su poder en el Betis que rebautizó el Estadio Benito Villamarín y lo proclamó como Estadio Manuel Ruiz de Lopera en el año 2000. Una demostración del querer y de la alta estima que se profanaba a sí mismo, una obra que terminó empañada por la mala gestión de sus últimos días en la institución y que acabó regresando a su nombre original por aclamación de sus socios en 2010.

Fichajes millonarios

Manuel Ruiz de Lopera convirtió al Betis en uno de los clubes con más clubes músculo financiero del fútbol español, y casi del mundo. Por difícil que parezca, con él desde los despachos, el conjunto verdiblanco fue capaz de hacerse con varios de los futbolistas más importantes del momento a cambio de sumas astronómicas de dinero.

Suyos fueron algunas de las firmas más relevantes de la historia del club. Entre los grandes fichajes que realizó se encuentran algunos tan recordados como Finidi, Alfonso o Jarni. Sin duda alguna, el más recordado de todos es el del brasileño Denilson, que se convirtió en el más caro de aquella época.

Fue en julio de 1998 cuando se hizo la presentación oficial del talentoso centrocampista brasileño, casi un año más tarde de su firma. Llegó al Betis a cambio de 5.000 millones de pesetas, alrededor de 35 millones de euros en la actualidad. Una firma astronómica que le hizo arrebatárselo a clubes tan importantes como Juventus o Barcelona.

Denilson, junto a Lopera en su presentación como jugador del Betis

Denilson, junto a Lopera en su presentación como jugador del Betis

"Si nos lo quieren quitar, tendrán que cerrar un banco", exclamó exultante Lopera el día de su presentación. Era su joya de la corona, un fichaje que colocó al club entre los mejores del mundo gracias a la espectacular cantidad de dinero invertida en un futbolista que llegaba de ser referencia en Brasil y pieza importante en el Mundial de 1998.

Lo curioso de ese desembolso es que Denilson nunca llegó a cumplir las expectativas sobre el césped. Una inversión que nunca conseguiría recuperar, pero que se convirtió en el fichaje más caro de la historia por un corto periodo de tiempo, algo de lo que muy pocos pueden presumir, y Lopera fue uno de ellos.

A esos nombres también hay que añadirle otros como el de Ricardo Oliveira, Edu o Marcos Assunçao. Todos ellos relevantes y con cierta parte de historia en el Real Betis. Unas inversiones que le ayudaron a convertir a su Betis en el 'Eurobetis', con el que se pudo pasear por Europa y se enfrentó a clubes de la talla de Liverpool, Mónaco o Chelsea.

Su episodio con Joaquín

Uno de los episodios más recordados de 'Don Manué' al frente del Betis fue la disputa con Joaquín. El futbolista quería dejar el conjunto verdiblanco en el verano de 2006 y en la puja por hacerse con sus servicios emergió el Valencia como principal candidato a ficharle. Todos los caminos hacían indicar que el andaluz iba a poner rumbo a la capital del Turia.

Todos parecieron estar de acuerdo menos una persona, Lopera. El presidente del Betis se negó en rotundo en vender a su futbolista franquicia al Valencia e intentó, por activa y por pasiva, que Joaquín tuviese un destino diferente. Tal fue el enfado de 'Don Manué' que le mandó fichar por el Albacete. 

"¿No querías jugar de blanco? Pues te vas al Albacete. Que más da, visten de blanco igual", le espetó Lopera a un contrariado Joaquín. El futbolista no tuvo más remedio que marcharse hasta la ciudad deportiva del conjunto castellanomanchego, esperando mientras tanto una llamada de Lopera para arreglar la situación. Tal fue el espectáculo que viajó con un notario para dar fe de los hechos y así evitar una multa de hasta 3 millones de euros.

Acudió hasta Albacete, pero para su sorpresa nadie le esperaba allí. Tuvo que regresar a Sevilla después del mal trago, aunque finalmente acabaría firmando por el Valencia tras una larga disputa veraniega. Una demostración de lo que Lopera era, una persona capaz de lo mejor y de lo peor y que no se plegaba ante nada ni nadie.

De la cúspide a su adiós

La gestión de Manuel Ruiz de Lopera fue puesta en entredicho durante gran parte de su mandato, ya fuese el suyo directo o el de sus hombres de paja. Cierto es que ayudó a levantar a un Betis que no pasaba por sus mejores momentos y lo colocó en el escaparate europeo.

A ello hay que añadir que le llevó a alzarse con una Copa del Rey en 2005. Aquella final fue apoteósica y el gol de Dani en la prórroga le llevó a romper una sequía que alcanzaba casi las tres décadas. Ese impulso le hizo estar presente en la Copa de la UEFA o la Champions League.

Sin embargo, todo comienzo tiene un final y el de 'Don Manué' se produjo en julio de 2010 tras iniciarse un proceso judicial por delito societario contra él. El hartazgo de la afición por sus continuas idas y venidas terminó con él vendiendo sus acciones a Bitton Sports, entidad representada por Luis Oliver

Un adiós de la peor de las maneras para un hombre que ha sido parte muy importante de la historia del Betis. Peculiar como pocos, 'Don Manué' dejó, tanto para bien como para mal, una huella imborrable en la entidad verdiblanca.